PROGRAMA NACIONAL DE CIENCIA Y JUSTICIA

Se llevó a cabo la segunda mesa de trabajo sobre Ambiente y Justicia

Participaron científicos y científicas del CONICET junto a referentes de entidades públicas.


Se realizó la segunda mesa de trabajo sobre Justicia y Ambiente, organizada por el Programa Nacional de Ciencia y Justicia del CONICET, con el objetivo de profundizar en las estrategias de articulación entre la Ciencia y los casos ambientales judiciales; temas ya trabajados en la reunión del mes de junio.

En un marco de participación presencial y virtual, Luciano Merini -integrante del Consejo Asesor del Programa- propuso “determinar los aportes que podemos hacer desde el Programa en las causas ambientales y, a la vez, aprender a partir de los casos que plantean las personas representantes de diferentes organismos”.

En el primer bloque, Valeria Berros, abogada e investigadora del Consejo con lugar de trabajo en la Universidad Nacional del Litoral, presentó el “ABC de la justicia” con el fin de compartir con los y las participantes cuáles son los espacios donde se da la articulación entre el Poder Judicial y la Ciencia. “La idea es identificar a los actores y herramientas que aparecen en el plano jurídico y luego establecer un marco general acerca del contexto en el que se desenvuelven los procesos ambientales”. En este sentido, luego de introducir el derecho ambiental con base constitucional a partir de la reforma de la Constitución Nacional en 1994, destacó el rol activo de los jueces y juezas en los procesos en cuanto a derecho ambiental y responsabilidad civil. Destacó finalmente que uno de los mayores desafíos es encontrar cómo cuantificar el daño ambiental y a la vez cómo recomponerlo.

Seguidamente, Sebastián Lloret -miembro del Ministerio Público Fiscal de Salta- expuso sobre “Lenguaje y estrategias de comunicación” y destacó que, tanto la Ciencia como la Justicia, se deben expedir y explicar en lenguaje claro para la comprensión de la ciudadanía dado que los derechos ambientales (como los sociales, culturales, entre otros) son parte del ejercicio pleno de la democracia. “Desde la Justicia tenemos la obligación de expedirnos en lenguaje claro y promover la lectura fácil. Una forma es adaptar estructuralmente los escritos con gráficos, organizar el texto con subtítulos, pensar en cómo transmitir la información a grupos vulnerables”.

En la segunda parte, “Sistema de Gestión de Calidad en laboratorios” estuvo a cargo de Claudia García Bonelli, integrante del Consejo Asesor del Programa, quien propuso pensar en la calidad de los laboratorios en general y, en particular, de aquellos que trabajan para la Justicia. La propuesta de Bonelli es empezar a trabajar con sistemas de gestión de calidad que permitan dar resultados técnicamente válidos y comparables y, a la vez, promover la armonización de protocolos. “No busco que todos y todas trabajemos igual pero sí de la mejor manera posible”, concluyó.

Hacia el cierre de la jornada, se armaron equipos de trabajo en los cuales se compartieron herramientas instrumentales y metodológicas, y se establecieron pautas sobre las capacidades con las que cuenta cada uno para realizar aportes en la articulación entre Ambiente y Justicia.

En el segundo día del encuentro, Luis Cappozzo, consultor del Programa, compartió herramientas para la comunicación pública de la Ciencia en consonancia con lo propuesto por Lloret y apuntó a la construcción del lenguaje técnico pero a la vez claro para los procedimientos y peritajes realizados para la Justicia.

De esta manera el CONICET, a través del Programa Nacional de Ciencia y Justicia, continúa trabajando en el fortalecimiento de los lazos entre la comunidad científica y la justicia.

Esta segunda mesa de trabajo permitió delinear lo que será el Encuentro Ciencia, Ambiente y Justicia que se realizará en el mes de noviembre.

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