PROGRAMA NACIONAL DE CIENCIA Y JUSTICIA

El biólogo marino del CONICET Luis Cappozzo se incorpora como consultor interno en Ciencia y Justicia

Desde 2016 realiza peritajes sobre problemáticas ambientales.


-¿Cómo comenzó tu vínculo con la Justicia desde la Biología Marina?

-En 2016 me convocaron del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal para realizar un peritaje sobre una mortandad masiva de delfines Franciscana en la costa bonaerense, allí formé parte del Programa Nacional de Ciencia y Justicia, pero un poco de lejos. Luego vinieron dos peritajes más. En el caso delos delfines, no pudimos establecer a ciencia cierta si la mortandad se debió a negligencia de alguien que vertió tóxicos. No obstante, publicamos cuatro artículos científicos a partir de ese material. Tanto en este caso, como en los siguientes (sobre mortandad de almejas amarillas y peces) el problema recurrente fue que quienes llegaron al lugar del hecho en primera instancia, lo modificaron y tomaron las muestras con protocolos inadecuados. Resultó claro para mí la relevancia de preservar el lugar del hecho hasta que llegue personal capacitado de las fuerzas de seguridad perteneciente a la Policía Científica. Los procedimientos de peritajes por parte de policía científica y la preservación del espacio son esenciales para poder realizar los estudios científicos pertinentes y arribar a conclusiones que resulten de utilidad para la Justicia.

-¿Cómo se relaciona tu línea de estudio en el CONICET con la Justicia?

-La Unidad de Investigación que coordino en el  Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN), y las asociadas a partir de profesionales que fueron formados por mí -en otras Unidades Ejecutoras- nos permiten ser laboratorio de referencia en diversos aspectos que pueden resultar útiles porque estudiamos organismos marinos que consideramos especies centinela. Principalmente los mamíferos marinos, las tortugas marinas o cualquier otra especie llamada mega fauna marina. Pero tenemos las herramientas para intervenir en cualquier tipo de mortandad masiva de organismos marinos. Las líneas de trabajo del equipo de profesionales que coordino está centrada en ecología marino-costera, contaminantes, genética poblacional. Estas herramientas permiten encontrar respuestas, pero resulta clave preservar el lugar, seguir protocolos específicos, respetar la cadena de custodia del material biológico y esto no siempre resulta así.

-¿En qué consistirá tu participación como consultor interno del Programa Nacional de Ciencia y Justicia?

-Junto al Consejo Asesor, responderé a los requerimientos de la Justicia Federal o Provincial o las fuerzas de seguridad en una multiplicidad de temas que vinculan de manera transversal al enorme capital humano que posee el CONICET, con gran experiencia en múltiples causas judiciales. Allí priorizamos los requerimientos que llegan, ya que hay cosas que exceden a la intervención del Consejo y sus profesionales. También realizamos capacitaciones en aquellos lugares que nos requieran. Quienes integramos el Programa Nacional de Ciencia y Justicia estamos interconectados, realizamos programas de trabajos y planificación con el objetivo de brindar a la Justicia, a las Policías Científicas y a la sociedad todo nuestro conocimiento. Me da mucho orgullo poder brindar nuestros saberes a la sociedad y más aún a la Justicia y las Fuerzas de Seguridad y Control.

 

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