Colonización del tracto intestinal de ratones convencionales por Lactobacillus casei DSPV 318T

FRIZZO, L.S.; ZBRUN, M.V.; BERTOZZI, E.; SEQUEIRA, G.; MARTÍ E.; DALLA SANTINA, R.; ROSMINI, M.R.

Casilda, Santa Fe

Jornada; Jornadas de Divulgación Técnico-Científicas 2004; 2004

Facultad de Ciencias Veterinarias-Universidad Nacional de Rosario

Los lactobacilos son componentes habituales de la microflora intestinal normal del hombre y los animales. Su utilización en la alimentación de los animales, en especial en sistemas de producción intensiva, se basa en las propiedades probióticas que se le atribuyen. Es reconocida la importancia de utilizar cepas probióticas aisladas de un animal en la misma especie para aprovechar el efecto conocido como de especificidad de hospedador2. No obstante, es interesante evaluar la capacidad probiótica de las cepas en animales de laboratorio, por ser más económico, sencillo de realizar y porque permite disponer de información sobre la actividad bacteriana in vivo. Este trabajo forma parte de un estudio que pretende desarrollar un inóculo probiótico destinado a mejorar aspectos nutricionales y sanitarios de la crianza artificial de terneros provenientes de tambos, y el objetivo fue estudiar la capacidad del Lactobacillus casei DSPV 318T para colonizar y permanecer en el tracto gastrointestinal de ratones convencionales. Se utilizaron 58 ratones convencionales de cepa suiza, con 3 semanas de vida. Los animales fueron mantenidos en jaulas, en condiciones de confort ambiental y alimentados ad libitum con alimento peleteado y agua. Fueron divididos al azar en dos grupos, el control (G-C) y el inoculado (G-BAL). L. casei DSPV 318T es una bacteria ácido láctica aislada de teneros lactantes sanos, e identificada mediante técnicas moleculares3. Este microorganismo forma parte de un inóculo experimental, junto con Lactobacillus salivarius DSPV 315T y Pediococcus acidilactici DSPV 006T, cuyas propiedades probióticas se encuentran en estudio en el DSPV1. L. casei DSPV 318T se hizo resistente a rifampicina para poder diferenciarla del resto de la flora láctica intestinal. La cepa obtenida pasó a formar parte del inóculo probiótico, el cual tenía una concentración final de 109 UFC y fue administrado al G-BAL por gavage esofágico durante los primeros tres días de la experiencia, y en días alternos hasta completar la séptima dosis. El G-C fue inoculado de igual forma pero con un placebo. Se determinó diariamente el consumo de alimento, la ganancia de peso, la presencia de signos de enfermedad de acuerdo a los criterios utilizados por Shu & Gill4 y se realizaron necropsias programadas cada siete días. Para determinar la colonización del tracto intestinal por L. casei DSPV 318T se realizaron recuentos de colonias viables recuperadas de materia fecal y de intestino delgado (ID). De forma similar se realizó el recuento de Lactobacillus spp. Los recuentos iniciales demostraron la ausencia de L. casei DSPV 318T en el ID y en la materia fecal de ambos grupos. La inoculación continua durante 3 días, seguida de 4 administraciones en días alternos, permitió alojar 6,44 log10 UFC/g de ID, al sexto día de tratamiento, sobre una población de Lactobacillus spp. totales de 10 log10 UFC/g de ID. Este resultado demuestra un efecto de colonización y permanencia de la bacteria en estudio a pesar de no ser específica de especie. El tratamiento también sirvió para mantener a L. casei DSPV 318T en el ID a un valor de 4,22 log10 UFC/g de ID, hasta 3 días después de finalizada la administración. Estos resultados permiten afirmar que la administración en días alternos es un procedimiento válido para mantener la presencia de L. casei DSPV 318T en el ID. La cantidad de L. casei DSPV 318T encontrados viables en la materia fecal es el resultado de la cantidad inoculada que fue capaz de sobrevivir, el producto de su multiplicación, la saturación de los nichos de alojamiento y la dificultad encontrada para adherirse. A los 4 y 8 días del inicio de la administración de la cepa en estudio se encontraron 5,6 y 5,56 log10 UFC/g de materia fecal respectivamente. Estas cifras están un logaritmo por debajo del valor alcanzado en el ID al sexto día de iniciada la administración (6,44 log10 UFC/g de ID), lo cual evidencia la permanencia del microorganismo en el ID y la capacidad del sistema de inoculación en días alternos para que la carga bacteriana se mantenga. No hubo diferencias (P > 0,05) entre los valores de consumo individual estimado de G-BAL y G-C, lo cual demuestra que el inóculo no afectó el consumo normal de alimento de los animales tratados. Por otra parte, no se observaron signos de enfermedad en los individuos de ambos lotes. Estos dos hechos, sumados a la sobrevivencia de los individuos de G-BAL evidencian que el inóculo estudiado es inocuo. La cepa de L. casei DSPV 318T estudiada demostró capacidad para permanecer en el ID de los ratones por un período de tiempo más prolongado que el propio tratamiento. El sistema de administración inicial masiva, seguida de suministro en días alternos fue efectiva para lograr que el microorganismo se aloje en el intestino. El inóculo utilizado resultó inocuo.