Durante el 2020 y el 2021 desarrollamos varios encuentros de Ciencia en Juego que permitieron acerca la ciencia a la escuela, dar a conocer que es el CONICET y despertar el interés en chicos y chicas, de los últimos años de educación primaria, en hablar con los científicos y científicas de nuestro organismo.
En esta sección te compartimos algunos de esos intercambios.
Con Bibiana Vilá
5 de noviembre de 2020, Ciudad de Buenos Aires
Estimada Bibiana:
Somos alumnos y alumnas de 5° grado de un Colegio de CABA. Te contamos que
amamos la naturaleza, los animales, somos curiosos y nos gusta escuchar. En
nuestras clases nos divertimos y aprendemos, a la vez. Tenemos mucha creatividad
e imaginación, como podrás comprobar en nuestras cartas:
Durante nuestras clases, estuvimos estudiando y averiguando muchas cosas sobre
vos y nos resultó muy interesante. Parece que te gustan mucho los animales, como
a nosotros. Por eso, nos gustaría conocerte y que nos cuentes dónde estudiaste,
cómo investigás y quiénes son los otros integrantes del grupo VICAM. Tenemos
muchas preguntas para hacerte:
¿Tenés un segundo nombre? ¿Tu abuela fue tu inspiración? ¿Todavía tenés el
velero con el que cruzaste a Uruguay? ¿Cómo se siente trabajar en el Conicet?
¿Qué investigación estás haciendo en este momento?
¿En Inglaterra, donde estudiaste, también hay vicuñas? ¿Las vicuñas son tu animal
favorito y por eso las investigás o solo porque son interesantes? ¿Cuál es el mayor
aporte que creés que se le puede hacer al mundo a partir de tu trabajo? ¿Qué nos
recomendás que podemos hacer cotidianamente para ayudar a las vicuñas?
¿Cómo es que sobreviven las vicuñas en el desierto si son animales herbívoros?
¿Se alimentan de cactus?…Tenemos muchas más preguntas para hacerte.
La primera vez que te conocimos, no adivinamos cuál era el animal que estaba con
vos, pero nos dimos cuenta que los cuidabas. Si algún dia podrias venir a nuestra
clase, a mis compañeros y maestros nos gustaría mucho.
Te mandamos a vos y a las vicuñas un gran saludo,
Luján, 11 de noviembre de 2020
Queridos chicos y chicas de quinto:
¿Cómo les va? Vi que cada uno de ustedes me escribió una carta y leí la que su docente, en nombre de todo el grado, me envió. Me da mucha alegría que les guste mi vida profesional, las cosas que estoy haciendo, y las que hice durante mi carrera.
La carta tiene ¡muchas preguntas!, nos vamos a encontrar, vía remota, el viernes 20 de noviembre a las 14:30 hs, donde podremos dialogar mediante las preguntas que quieran hacerme. Les respondo por este medio las primeras preguntas y el resto las dejamos para charlar en el encuentro:
¿Tenés segundo nombre?
Mi segundo nombre es Leonor. Así se llamaba mi bisabuela, a quien nunca conocí, pero era muy amorosa según los recuerdos de mi mamá. Mi nombre es Bibiana Leonor Vilá. Mi apellido lleva acento en la A porque es de origen catalán.
¿Tu abuela fue tu inspiración?
Fue mi inspiración porque, desde que yo era muy chiquita, me transmitió la idea que todos los seres vivos, incluidos los seres humanos, somos como si fuera la misma vida en distintos envases o distintas formas. Es decir, que una planta y yo, como ser humano, tenemos la misma vida en diferente forma. Cuando los seres humanos nos sentimos parte del planeta somos más cuidadosos porque si lastimamos un árbol que es parte de la vida de la cual yo también soy parte es como, si de alguna manera, me estuviera lastimando a mí misma. Esa era su idea y lo que nos enseñó. En ese sentido, mi abuela influyó muchísimo en mi forma
de ser y de encarar la vida. Cuando empecé a estudiar biología en la universidad, habiendo tenido esa forma de criarme, para mi fue un placer muy grande estudiar la vida aunque allí no tenían esta idea y ahí fue muy interesante lo que me pasó (pero eso lo dejamos para el día del encuentro).
¿Todavía tenés el velero con el que cruzaste a Uruguay?
Bueno, mi papá nació en San Fernando, provincia de Buenos Aires, cerca del río y, amaba pasar su tiempo allí. Su papá arreglaba zapatos, y si bien eran escasos sus recursos económicos, mi papá pudo recibirse de contador en la universidad. Él soñaba con tener su barco a vela. Era socio del Club de Remo de San Fernando y salía de allí con botes de remo y cuando ya no lo veían, como su mamá le había hecho una vela cosiendo una sábana, con uno de los remos hacia un mastid y ponía la sabana para navegar a vela. A medida que fue estudiando, le fue mejor con su carrera, tuvo progreso económico y pudo comprar su barco velero. Y cuando nosotros éramos chiquitos, con mi hermano Hernán, que en este momento es el entrenador olímpico de vela de la Argentina, nos pasábamos las vacaciones en la barra de San Juan, en frente del Río de la Plata, en un lugar en Uruguay. Así que entre mi abuela en las montañas en Cosquín y mis padres con su velero, mi hermano y yo estábamos mucho en contacto con la naturaleza, éramos chicos que estábamos todo el día al aire libre. ¡Era muy lindo!
Con mucho cariño,
Bibiana
Estampilla y dedicatoria de Bibiana Vilá a los alumnos y alumnas de 5to grado
“Fue una alegría enorme nuestro encuentro. Disfruté todo lo que sabían de las vicuñas, de la Puna, de la ciencia, de la ecología. Los felicito porque hicieron una investigación muy profunda y no hay cosa más linda que descubrir cosas e investigar. Cuando quieran volvemos a encontrarnos! Cariños”.
“Queremos agradecerte Bibiana por tu calidad humana y capacidad para comunicar: Cada cosa que dijiste la rodeaste de pasión y de autenticidad. Nos diste respuestas desde la ciencia, específicas; y buscaste anécdotas para ejemplificar la información. Nos transmitiste valores humanos y de la tierra de la que nos hablaste con tanto cariño… Con vos todos sentimos ganas de expresarnos. Encontramos una referente para siempre”.
Con Ezequiel Vera
Buenos Aires, 13 de noviembre de 2020
Estimado Doctor Ezequiel Vera:
¡Hola! ¿Qué tal? Somos un grupo de estudiantes de sexto grado de una escuela de CABA, que forma parte del Instituto Bernasconi. La paleontología es uno de los temas de ciencias naturales que más nos fascina a todes, especialmente porque es algo que no se puede imaginar a simple vista, cómo se puede generar tanto conocimiento sobre una era desconocida, muchas veces a partir de algo tan chico como la impresión de una hoja en una piedra. Además nuestras maestras le ponen mucha energía para que investiguemos y disfrutemos más trabajar en estos temas
Nos gustaría contarte que nuestra escuela no sólo tiene un museo sino que además cuenta con una colección propia del área de ciencias naturales. El museo se llama Rosario Vera Peñaloza y, si te genera curiosidad conocerlo, te dejamos el link para que lo visites: https://www.buenosaires.gob.ar/educacion/gestion-cultural/museo-bernasconi
Te escribimos con la intención de conocer más tu trabajo y profundizar en el mundo de la paleontología. Para eso pensamos unas preguntas que esperamos te resulten interesantes. Podemos empezar preguntándote por qué elegiste la paleobotánica sobre la paleozoología, sabemos que empezaste trabajando con dinosaurios, pero no nos queda claro qué te hizo decidirte finalmente. ¿Qué le recomendarías a un principiante en paleontología? O también ¿qué te dirías a tu yo del pasado cuando iniciaste tu carrera?
¿cuál fue tu mejor hallazgo? ¿En qué lugares? ¿Cómo sabés dónde buscar? ¿Cómo diferencias fósiles de rocas comunes? ¿Alguna vez te arrepentiste de haber elegido esta profesión? ¿Qué herramientas usás? ¿podés mostrarnos algunas? ¿Qué recaudos tomás para no romper los fósiles? ¿Cuál fue el descubrimiento que más te sorprendió? ¿cuál fue la situación más extraña con la que te hayas encontrado en tus investigaciones? ¿Cuál es el fósil más fácil de hallar en nuestro territorio?
Y ahora… ¿Qué tema de la paleobotánica estás investigando en el CONICET?
Esperamos que nos puedas contestar pronto!
Saludos, Chicas y chicos de Sextos C y D
Buenos Aires, 24 de Noviembre de 2020
Chicas y chicos de los sextos C y D:
Antes que nada, quería agradecerles por su carta y por las ganas que tienen de charlar sobre paleontología. Me encantaron sus preguntas, y voy a responderles algunas por acá, pero me voy a guardar otras para el encuentro en vivo.
Sé que en la Escuela cuentan con un museo, pero la verdad es que con vergüenza admito que ¡todavía no lo conozco!. Es una cuenta pendiente que tengo, sobre todo sabiendo que cuentan con materiales que hasta donde se incluyen restos fósiles. Algún día sin duda me daré una vuelta por allá.
La verdad es que si bien me interesaba la paleontología de vertebrados, y sobre todo los dinosaurios, en su momento al recibirme en la universidad tuve que empezar a trabajar de lo que pude con mi título de biólogo. Hay que entender que cuando yo me recibí (principios de 2004) había muchas menos oportunidades de conseguir becas para hacer el doctorado (una etapa que se hace luego de la universidad, y que es donde se aprende a investigar en un tema concreto bajo la dirección de investigadores formados). Mi primer año como biólogo lo hice trabajando en temas médicos, pero no era lo que me gustaba. Y cuando se abrió una oportunidad de postularme a una beca para estudiar plantas fósiles, la verdad es que no lo dudé. No eran dinosaurios, pero era paleontología. Y tuve la suerte de conseguir la beca, y de pasar a formar parte de un grupo de trabajo excelente. En el camino, aprendí a conocer, entender y querer a las plantas fósiles, y la verdad es que no me arrepiento de haber elegido esecamino.
Si hablara con alguien que recién se inicia en la carrera, le diría que le dé para adelante aunque le cueste la carrera. Y que tenga en cuenta que los dinosaurios no son el único grupo de organismos fascinante que pueden ser estudiados por la paleontología.
Y si hablara con mi yo del pasado, tal vez no le diría nada, pero me gustaría volver a escucharme diciendo que nunca iba a estudiar plantas fósiles, y mucho menos helechos fósiles. Porque es justamente lo que terminé haciendo, y lo hice muy contento.
¡El resto de las preguntas, se las respondo en vivo!
Un saludo enorme!
Ezequiel
Con Constanza Melián
C.A.B.A., 17 de noviembre de 2020
Estimada Constanza:
Somos chicos y chicas de séptimo de una escuela del barrio de
Palermo en la ciudad de Buenos Aires, y te escribimos motivados por la propuesta de VocAr y su actividad CIENCIA EN JUEGO.
Esta iniciativa tiene varios puntos de coincidencia con lo que fuimos haciendo nosotros a lo largo de este año -tan particular, ¡por cierto!- en la materia Ciencias Naturales.
Te contamos: como parte del proyecto “Te presento a…” , nos ocupamos de buscar
ejemplos sobre científicos/as que nos resulten “inspiradores” . Investigamos la biografía
y el trabajo desarrollado por hombres y mujeres de todos los tiempos, lugares y disciplinas que dejaron su huella en la ciencia teniendo incluso -a veces- que desafiar convenciones y prohibiciones. Luego compartimos una presentación sobre cada uno/a de ellos/as.
Nos proponíamos romper los estereotipos ¡y creemos que lo logramos! ¡Ya te contaremos!
Por eso, porque nos interesan mucho las historias de quienes hacen ciencia (con sus
aciertos y desaciertos, con lo maravilloso y lo no tanto), nos encantó la idea de conocerte, de saber de vos dentro y fuera del laboratorio.
Tenemos un montón de preguntas para hacerte, como por ejemplo : ¿Qué te hizo decidir “ quiero hacer esto ”?; ¿Tus padres te apoyaron en esa decisión?; ¿Cuántos años dura tu carrera?; ¿Cómo es CERELA por dentro?, ¿Te resulta un lugar interesante?; ¿Qué cosa te gusta más de tu trabajo?¿y lo que menos te gusta de él?; ¿Te costó mucho llegar a donde estás?; ¿Alguna vez ser mujer no te dejó hacer ciertas investigaciones o ir a ciertos lugares?; cuando termines tu beca doctoral en San Miguel de Tucumán, ¿tenés pensado irte de tu ciudad, ir a otra ciudad o país a hacer alguna investigación o a continuar tu formación?; ¿En qué lugar del mundo hay mayor desarrollo de la biotecnología?; ¿Lograste algún cambio para el planeta o la humanidad, un cambio a partir de tu trabajo? ¿Qué es un probiótico y qué es lo que hace?… ¡Y la lista sigue!
Pero para poder hacerte estas y muchas preguntas más, te invitamos a que nos visites
(virtualmente, por supuesto).
Esperamos ansiosos tu respuesta.
¡Un abrazo grande!
San Miguel de Tucumán, 18 de noviembre de 2020
Estimados chicos y chicas:
Recibí su carta, lo cual resultó ser muy gratificante para mí. Es muy lindo saber que el interés por la ciencia sigue creciendo día a día, más en el mundo actual y el momento por el cual estamos atravesando. Creo que soy muy afortunada en tener la oportunidad de charlar de ciencia con chicos y chicas de su edad y poder contarles lo que hacemos los investigadores día a día.
Quisiera decirles que me pareció muy interesante el proyecto en el cual están trabajando, la curiosidad mueve a la ciencia, conocer sobre personajes inspiradores, sobre la historia de la ciencia es muy importante no sólo para comprender el camino construido sino también para valorar dicho camino. Hacer ciencia está lleno de obstáculos pero que hacen que se fortalezcan nuestras virtudes.
Leí sus preguntas, estoy dispuesta a contestarles estas y las que surjan en la entrevista. A lo largo de toda mi vida siempre disfruté mucho el estudio, nunca fue algo que me resultó tedioso, sumado a que siempre fui una niña muy curiosa. A medida que fui creciendo, me despertó un interés grande por las ciencias naturales, así que eso me impulsó a estudiar biotecnología. Mis padres siempre me apoyaron en mis decisiones y motivaron a la superación con muchísima libertad e independencia. Personalmente mi condición de mujer nunca me limitó en mis actividades, ni en el ámbito escolar, universitario, profesional y extracurricular, eso no significa que no existan casos de desigualdad, obviamente los hay, pero pienso que es casi imposible hacer ciencia sin un trabajo en equipo y la diversidad hace a la riqueza de grupos.
Me voy despidiendo y espero nuestra reunión para poder charlar juntos y contarles todo lo que hacemos en CERELA. Si quieren, pueden visitar nuestra página web (https://cerela.conicet.gov.ar) para poder ver qué proyectos se llevan al cabo en nuestro instituto, quiénes conforman la institución, cuales son las líneas de investigación. Les agradezco mucho su predisposición e interés, pronto nos estaremos conociendo.
Los saludos cálidamente
Constanza Melián
Con Nicolás Unsain
Pehuajó, 3 de noviembre 2020
Estimado Nicolás Unsain
S/D
Hola, ¿cómo estás? Somos alumnos de 3er. Año del nivel secundario de un Colegio de Pehuajó, y nos gustaría hacerte unas preguntas acerca de tu investigación sobre la degeneración axonal y enfermedades neurodegenerativas, también otras que se nos fueron ocurriendo.
Somos un grupo de 20 alumnos y la mayoría de nosotros nos conocemos desde jardín, hace 12 años. Generalmente nos divierte hacer experimentos, años anteriores hemos hecho algunos, como por ejemplo la simulación de la experiencia de Redi, también la experiencia sobre cristalización, entre otras.
Durante el año, en las materias de Biología y Bilingüismo, estuvimos trabajando e investigando sobre el sistema nervioso de los seres vivos, la percepción y comunicación celular, que es una neurona y cuál es su función; es por eso que nos interesó hacer este intercambio.
Tu trabajo nos resulta muy interesante, ya que no es algo de lo que estemos generalmente informados, se trata de un tema poco conocido por nosotros y nos gustaría saber más al respecto. Además, quisiéramos que nos cuentes un poco sobre cómo es hacer ciencia y trabajos de investigación de este tipo, y también sobre tu día a día.
A continuación, te dejamos las preguntas que fueron surgiendo y que nos gustaría que nos respondieras:
PREGUNTAS:
• ¿Qué es lo primero que haces cuando comenzás a investigar un tema?
• ¿Cómo es tu trabajo? ¿Cuántas horas al día trabajas?
• ¿Por qué decidiste investigar lo que estás investigando actualmente?
• ¿Cuál fue tu mayor logro a lo largo de tu carrera?
• ¿Qué es, para vos, lo más interesante de tu trabajo?
• ¿Qué es lo más interesante que investigaste?
• ¿Qué te llevó a hacer la carrera de Biología?
• ¿Qué te parece que es lo más interesante sobre las neuronas?
• ¿Cuál es tu meta a cumplir actualmente?
• ¿Cuál es tu experiencia en la Universidad de Canadá?
• ¿Por qué decidiste ser científico?
• ¿Cómo fue tu infancia? ¿En qué momento te diste cuenta que te ibas a dedicar a esto?
• ¿Tuviste que abandonar algún otro trabajo/hobbie para ser científico?
• ¿Tu familia te apoyo?
• ¿Te sentís cómodo trabajando con otros investigadores?
• ¿Cómo te fue en la escuela? ¿Tenías dificultades con alguna materia?
• ¿Tuviste alguna investigación frustrada/que te haya salido mal?
• ¿Qué te gustaría investigar próximamente?
• ¿Pensaste en dedicarte a algo más además de tu trabajo actual?
• ¿Qué es lo que más te enriqueció de trabajar en Canadá?
• ¿Qué tipo de enfermedades neurodegenerativas son las más comunes?
• ¿Cuántos años estudiaste?
Quedamos a la espera de una pronta respuesta.
¡¡Saludos cordiales!!
Córdoba, 8 de noviembre de 2020
¡Estimadísimas y estimadísimos! Gracias por la carta, por contarme de Uds. y por su interés por lo que investigo. Me viene muy bien en estos momentos que no he podido avanzar mucho con mis experimentos para respetar las indicaciones sanitarias para enlentecer el avance del COVID-19. Yo también tuve la suerte de mantenerme en la misma escuela, por lo que muchos de mis compañeros con los que terminé la secundaria los conozco ¡¡¡desde el jardín de infantes!!! y siguen ahora siendo mis mejores amigos. Qué bueno lo que me cuentan de los experimentos que ya han hecho. Habla muy bien de la/el docente que tienen en Ciencias. Eso hace muy bien, porque también nos enseña a que podemos llegar a tener un conocimiento objetivo de la naturaleza, basado en la evidencia. Quieran o no seguir una carrera como “preguntones”, es una enseñanza que también nos hace mejores ciudadanos… Hablando de la experiencia de Redi… ¿Les conté que he comenzado a estudiar las neuronas de las moscas?… Qué bueno que ya han visto muchas cosas sobre el sistema nervioso y las neuronas… me hacen la tarea muy fácil!!!. Y sobre todo porque podré contarles cosas más interesantes, y más detalles. Leí todas las preguntas que me hicieron, y están todas muy buenas. ¡¿Sabían que un buen proyecto de investigación comienza con una buena pregunta?! ¡Ya han avanzado un casillero! En esta primera carta les responderé algunas más personales, sobre mi carrera, y las demás las podemos conversar cuando nos veamos virtualmente.
¿Cómo fue tu infancia? ¿En qué momento te diste cuenta que te ibas a dedicar a esto? Crecí en una familia de clase media, lo que en los ´90 significa que nunca tuve carencias, y mis padres tenían su fábrica y negocio de ropa en mi casa, por lo que siempre estaban en cerca… muchas veces trabajando, pero los tenemos siempre cerca. Me la pasaba jugando con mi hermano gemelo, teníamos un jardín grande con árboles y nos la pasábamos afuera. Siempre me gustó la naturaleza, y siempre fue curioso, pero no creo que haya “decidido” ser científico hasta bien entrada la carrera de Biología… ¿Cómo te fue en la escuela? ¿Tenías dificultades con alguna materia? En la escuela la pasé siempre genial. No me costaba nada en particular. De hecho en el secundario elegí la rama de ciencias sociales en el ciclo especializado. Me gustaba todo, y como no tenía dificultades la pasé bien. Jugaba mucho con mis amigos. No tenía notas sobresalientes.
¿Qué te llevó a hacer la carrera de Biología? Meses antes de tener que inscribirme en alguna carrera, tenía en mente 4 opciones: diseño industrial, filosofía, computación o biología. Filosofía la descarte rápido, porque a pesar de que me interesaba no sabía muy bien qué hacer con un título así. El Diseño Industrial me sigue gustando, pero cuando íbamos con un amigo a inscribirnos, chocamos en su auto y por alguna razón habré interpretado que ese camino no era para mí. Empecé Biología, contagiado probablemente por las pasiones de un primo muy querido y una tía muy querida… ambos biólogos.
¿Cuántos años estudiaste? La carrera de Biólogo la hice en tiempo normal, comenzando en 1999 y terminando en 2004. Luego, para una carrera académica (investigar y dar clases en la Universidad) se requiere un Doctorado, que es el título máximo y requiere hacer investigación novedosa. El doctorado me llevó 5 años, desde 2005 a 2009. Luego me fui a demostrar mis credenciales a la Universidad de McGill, en Canadá (Montreal), donde conseguí un contrato como Postdoctorado (una suerte de aprendiz de investigador) por 2 años, que luego se extendieron a 5 años. Estuve con ese cargo desde el 2009 al 2014, cuando regresé a Argentina, obteniendo un trabajo como investigador en CONICET, el organismo nacional que financia los recursos humanos de la investigación. En resumen, para obtener un cargo de investigador, se requieren como mínimo 15 años de estudios y buenas notas… luego del secundario… A no desanimarse, que el camino recorrido también es apasionante, y en el transcurso pueden encontrarse otras cosas para hacer con los títulos intermedios, todos enriquecedores y tan necesarios.
¿Tu familia te apoyo? Mi familia siempre me apoyó. En todo sentido. Probablemente lo más importante fue mostrar siempre interés con lo que estaba haciendo con mi vida.
¿Por qué decidiste ser científico? No lo sé. Siempre me gustó saber más. Y los científicos son curiosos que ya no encuentran respuestas en lo que está escrito en los libros, por lo que tienen que buscar ese conocimiento por sí solos, con experimentos y observaciones cuidadosas. Estar en esa frontera del conocimiento le agrega algo de emoción: por momentos, estás aprendiendo algo QUE NADIE MÁS EN ESTE PLANETA SABE… y lo van a saber gracias a tu trabajo.
¿Cuál es tu experiencia en la Universidad de Canadá? Hermosísima. Tenía todos los medios materiales y humanos a mi disposición (¡así se trabaja en el mundo desarrollado!), asique como aprendíz de científico pone a prueba tu capacidad de hacer buenos descubrimientos… También en Montreal tuvimos nuestro primer hijo (viaje a Canadá con mi mujer) e hicimos muchos buenos amigos de todas las nacionalidades, lo que te enseña muchas cosas como persona. BUENO AMIGOS Y AMIGAS,
¡¡¡Nos vemos pronto!!! Nicolás
Con Victoria Baratta
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17de noviembre de 2020
Querida María Victoria:
Nos comunicamos con vos porque te queremos contar que somos alumnos y alumnas de 6to grado de una escuela del barrio de Palermo.
En este año tan especial, estuvimos trabajando con nuestro profesor de Ciencias Sociales y de Ciencias Naturales el trabajo científico, tanto en Naturales como en Sociales en historia. Y por si fuera poco hace unas semanas estuvimos viendo lo que ocurrió en la Guerra de la Triple Alianza. La verdad es que la mayoría de nosotros y nosotras quedamos muy sorprendidos con lo que vimos.
Cuando nuestro profe se enteró de que podíamos contactarnos con vos nos comunicó la posibilidad y nos pareció muy bueno.
Preguntas:
1. ¿Qué te llevó a estudiar historia?
2. ¿Cómo es el trabajo de un historiador/a?
3. ¿Cómo sabés que lo que estás estudiando pasó en realidad?
4. ¿Por qué elegiste estudiar la Guerra del Paraguay?
5. ¿Qué es lo que más te interesa de la historia?
6. Si investigás en historia… ¿También sos un científico?
7. ¿Es más difícil investigar cosas muy antiguas que investigar cosas que pasaron hace poco?
8. ¿Para qué nos sirve estudiar historia?
9. ¿Cómo es un día de un historiador/a?
10. ¿Qué nos podés contar de la Guerra del Paraguay que te haya sorprendido descubrir?
Nos gustaría charlar con vos y que nos cuentes sobre tu trabajo y sobre lo que investigaste sobre esa terrible guerra. Esperamos tu respuesta. Un abrazo grande.
Los chicos y chicas de 6to.
San Isidro, 24 de noviembre de 2020
Chicos y chicas de 6 to:
Es una enorme alegría para mi haber recibido la carta que me mandaron la semana pasada. Llegó justo el día de mi cumpleaños y fue un hermoso regalo. Estoy muy contenta de que podamos encontrarnos pronto y contarles sobre mi trabajo como investigadora en CONICET.
Sé que fue un año muy difícil para todos y que ustedes deben extrañarse mucho. Ojalá pronto puedan volver a encontrarse en persona. Por suerte tienen muy buenos profesores que los fueron acompañando en esta etapa tan rara. La pandemia es un evento histórico, único, muy distinto a todo lo que habíamos vivido y por eso dentro de algunos años otros historiadores como yo van a analizar. Elegimos estudiar historia para entender cómo fue posible que las cosas pasen y cuál es el camino que nos llevó hasta el presente.
Para poder entender ese pasado usamos las fuentes. Por ejemplo para los que estudien la pandemia tendrán que leer diarios digitales, archivos de los ministerios de salud, videos, podrán hacer entrevistas a médicos y pacientes. Hay muchos tipos de fuentes y muchas preguntas que podemos hacerles a esas fuentes.
Nos toca ahora pensar sobre otro evento histórico muy difícil para la región que hoy llamamos Mercosur: la Guerra de la Triple Alianza. Fue una guerra muy larga que enfrentó a los países aliados Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay. Este año se cumplieron 150 años de su finalización. Yo elegí estudiarla porque es un tema que no estaba siendo muy estudiado por otros historiadores y porque me gusta mucho la región, hablo en portugués y un poquito en guaraní también. Años más tarde descubrí que muchos niños paraguayos quedaron huérfanos en esa guerra y los soldados de los países aliados se los llevaron a otros países. Una de esas niñas era mi tatarabuela Julia. La trajeron a Buenos Aires, trabajó como criada y cuando creció se casó con el cochero y tuvieron a mi bisabuela.
Podemos seguir charlando, de manara virtual, todo lo que me preguntaron ¿les parece?
Un abrazo
Victoria
Con Laura Pey
Coronel Dorrego, 24 de junio de 2021
Laura Pey
Becaria Conicet
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Estimada Laura:
Somos estudiantes de sexto año de la Escuela Primaria N° 32 “Pedro Haugaard”
y queríamos contarte que estamos muy felices de poder comunicarnos y conocer sobre tu
trabajo científico.
Trabajamos en equipo y propusimos algunas preguntas sobre tus experiencias,
estudios y tareas de investigación. Algunas de ellas son:
¿Cuál era tu sueño de pequeña?
¿A qué edad comenzaste a dedicarte a este trabajo?
¿Qué te inspiró a estudiar arqueología?
¿Dónde estudiaste?
¿Por qué te presentas como becaria?¿Qué te falta para ser investigadora?
¿Cómo es el trabajo de campo que realizas? ¿De dónde obtienes los recursos para realizar la
tarea?
¿Trabajas en equipo? ¿Cómo es la organización del equipo durante la búsqueda?
¿Qué herramientas se utilizan en la tarea de campo y cuáles en laboratorio, para estudiar los
hallazgos?
¿Qué pasos se siguen luego de los descubrimientos?
¿Cuánto tiempo tardas en encontrar respuestas a tus investigaciones?
¿Puedes contarnos alguna de tus experiencias? ¿Cuánto tiempo demanda tu trabajo?
¿Qué tipos de trajes o vestimentas utilizas en la tarea de campo?
A través de todo tu trabajo: ¿Cuántos hallazgos realizaste? ¿Cuántos de ellos, fueron restos
óseos?
Quedando a la espera de una nueva comunicación y agradeciendo tu atención,
saludan atentamente.
Estudiantes de sexto año
EP N° 32 Pedro Haugaard”
Coronel Dorrego
C.A.B.A., 7 de julio de 2021
Estudiantes de 6to año
EP N°32 “Pedro Haugaard” de Coronel Dorrego
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Estimados/as estudiantes y profesora,
Ante todo, quiero agradecerles por su carta y transmitirles la inmensa alegría que me ha dado recibirla. Junto con la investigación en arqueología, tengo un especial interés en este tipo de intercambios y actividades. Son instancias muy valiosas en las que puedo dar a conocer el desarrollo de mi disciplina en el país (en general) y mi trabajo (en particular). Algo que considero esencial en toda labor científica, ya sea para comunicar mejor la forma en la que vemos el mundo; o para explorar, compartir y hasta despertar nuevas inquietudes.
He leído todas las preguntas detenidamente y, si bien responderé la mayoría en el encuentro que tendremos, he elegido tres para comenzar a conocernos por acá. La primera tiene que ver con los intereses que se nos despiertan en la infancia o, bueno, en este caso mi infancia (“¿Cuál era tu sueño de pequeña?”). A mi me gusta pensar en las infancias en general, incluyendo no sólo las presentes (¡como las suyas!) si no también las pasadas, las que muchas veces nosotros/as, los/as adultos/as, recordamos con tanto amor y nostalgia. Digo esto porque cuando algún/a adulto/a me pregunta a qué me dedico, o se acerca a algunas de las actividades de divulgación científica que realizamos, suele decir: “¡Oh! ¡Yo quería ser arqueólogo/a cuando era chico/a!”. Esa es una declaración que siempre me fascina cuando la escucho porque yo también “quería ser arqueóloga de chica”, y me pregunto qué fue lo que hizo que ese niño/a no haya cumplido ese sueño. Cuántas veces le habrán dicho en su casa que quizá eso no se estudia en Argentina, o que no es una profesión rentable. Sin embargo, también es posible que a ese/a niño/a le hayan surgido otros cuantos sueños en el camino, como, en realidad, me pasó a mí.
Al igual que ustedes (probablemente), durante la niñez tuve muchas inquietudes: quería ser arqueóloga, pero también oceanógrafa (o sea, estudiar los océanos), azafata, maestra, escritora, detective, astronauta, exploradora y, al llegar a los 17 años, estaba convencidísima de que quería estudiar… ingeniería electrónica. Si, amaba las placas y los circuitos, pero ¡duré un día en la facultad de ingeniería! A la mañana siguiente ya me estaba inscribiendo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA para estudiar Ciencias Antropológicas (orientación Arqueológica). Ahí les respondí otra pregunta (“¿Dónde estudiaste?”) y, ya que estamos, les sumo que esto implicó un cambio enorme de vida. No sólo porque la vida de universidad es muy distinta a la de la escuela sino, y sobre todo, porque yo vivía en Tandil y elegí venir a estudiar a Buenos Aires. Entonces, desde el 2007 vivo gran parte del año en esta ciudad.
Destaco “gran parte del año” porque, como les anticipé en la ficha, una parte importante del trabajo de los/as arqueólogos/as se desarrolla en el campo. Ya como estudiante de la carrera comencé a viajar mucho, colaborando con equipos de investigación y experimentando mis primeras excavaciones en distintos lugares de Argentina. Campaña tras campaña, fui reafirmando mi pasión por la arqueología y descubrí que, curiosamente, reunía varias de las inquietudes que les mencioné antes (aunque de astronauta no, no tiene mucho). Así que, respondiendo a la pregunta “¿a qué edad comenzaste a dedicarte a este trabajo?”, ya antes de los 20 años comencé a dedicar varias horas a formarme con la práctica, incluyendo muchísimas horas de análisis de material en laboratorio. Si bien no era formalmente mi trabajo, era la actividad que más disfrutaba y en la que mayor empeño ponía. Recién años más tarde, ya recibida, pude dedicarme tiempo completo a la profesión, comenzando como becaria… Pero bueno, ahí ya nos encontramos con otra de las preguntas que, si están de acuerdo, la dejamos para cuando nos veamos. Podemos arrancar desde ahí.
Los/as saludo atentamente y seguimos en contacto,
Dra. Laura Pey
Instituto de Arqueología, FFyL, UBA/CONICET vocar@conicet,gov.ar