INVESTIGADORES
PATRIARCA Andrea Rosana
artículos
Título:
Estrategias naturales para la prevención de la contaminación fúngica de tomates en postcosecha
Autor/es:
VAQUERA, SANDRA; TERMINIELLO, L.; PATRIARCA, ANDREA; FERNÁNDEZ PINTO, VIRGINIA
Revista:
Boletín Hortícola
Editorial:
Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2011 vol. 16 p. 34 - 36
ISSN:
0328-719X
Resumen:
El tomate constituye uno de los vegetales más utilizados en el mundo con uno de los mayores volúmenes de procesamiento. El destino principal es para consumo fresco en el mercado interno, si bien el porcentaje destinado a la industria, donde se utiliza para la elaboración de puré de tomate, pulpa, jugos, salsas, etc., es importante (35-40% de la producción total). Debido a su delgada piel, los tomates son muy susceptibles al deterioro fúngico, y Alternaria es uno de los hongos más comúnmente hallados en tomates mohosos. Alternaria alternata es el agente causal del “enmohecimiento negro” del tomate, una enfermedad que frecuentemente causa sustanciales pérdidas de los frutos, especialmente afectando aquellos que son utilizados para enlatados o conservas. Esta enfermedad se caracteriza por lesiones que aparecen sobre la superficie de frutos de tomates maduros. Las lesiones son grises a negras, y varían desde pequeños lunares superficiales a grandes lesiones hundidas, más o menos circulares, con deterioro que se extiende dentro de la pared hasta llegar a las semillas. En nuestro país, la podredumbre negra causada por Alternaria es una enfermedad de postcosecha que causa la tercera parte de las pérdidas de origen sanitario registradas en el Mercado Central de Buenos Aires. En particular, dentro de las enfermedades de postcosecha en tomates procedentes del periurbano bonaerense la podredumbre por Alternaria causa el 25% de las pérdidas, ocupando el segundo lugar luego del daño mecánico. La fruta, consumida mayoritariamente en fresco al ser un producto perecedero, precisa de una tecnología lo más adecuada posible para su conservación, manteniendo en el tiempo sus características sensoriales y su apariencia. Se dispone de una gran variedad de herramientas para reducir el crecimiento de microorganismos en diversos tipos de alimentos. La eficacia de tratamientos de lavado y uso de sanitizantes depende de varios factores, como las características de la superficie del fruto, la calidad del agua de lavado, el sanitizante empleado, el tiempo de contacto y el uso de acción mecánica. El concepto de la utilización de múltiples métodos de intervención se basa en la aplicación de dos o más tecnologías de preservación para prevenir el deterioro de los alimentos. Una gran cantidad de fungicidas ha sido utilizada para extender la vida útil de los productos frescos; sin embargo, existe una tendencia cada vez mayor del consumidor a optar por productos orgánicos. En este marco, los aceites esenciales de plantas, las oleoresinas y los extractos vegetales podrían ser una alternativa viable. En combinación con otros métodos de bajo impacto ambiental, como lavados previos con soluciones de ácidos orgánicos, podrían tornarse una excelente alternativa para preservar frutos y vegetales.