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Las membranas nanofibrosas electrohiladas poseen características morfológicas ideales para ser utilizadas como apósitos para heridas. Superando el rol barrera de los apósitos convencionales, su porosidad interconectada permite absorber exudados y humedad, permitiendo el intercambio de fluidos que favorecen la cicatrización. Compuestas de fibras submicrométricas con gran área superficial, pueden alojar compuestos bioactivos de distinta naturaleza. Este trabajo presenta dos estrategias donde las membranas electrohiladas contribuyen activamente a la protección de las heridas en la piel, evitando complicaciones del curado. Las diferentes composiciones y nanoarquitecturas denotan la versatilidad de las técnicas electrohidrodinámicas. En primer lugar, se obtuvieron membranas ?inteligentes? basadas en polímeros con solubilidad selectiva al pH (Eudragit®), cargadas de nitrofurazona como antibiótico de amplio espectro. El pH de la piel sana varía entre 4 y 6, pero se vuelve alcalino cuando tienen lugar desórdenes entre la reformación y degradación del tejido durante el curado, que propician las infecciones bacterianas. Las membranas se diseñaron de forma que el pH de la herida actúe como disparador del tratamiento antibiótico de manera autónoma; es decir, la liberación ocurre sólo si la acidez local disminuye como indicador fisiológico1 . La segunda estrategia comprende membranas nanofibrosas hidrofílicas que otorgan protección a las heridas frente a la radiación solar. Se electrohilaron membranas poliméricas cargadas distintas cantidades de aminoácidos tipo micosporinas (MAAs), compuestos naturales aislados de algas rojas marinas con características fotoprotectoras, que lograron conferirse a las membranas. El trabajo futuro comprende el diseño de prototipos unificados que combinen diferentes funcionalidades protectoras y terapéuticas.

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