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El proceso cultural que hace posible la aparición de lo que definimos como una "tendencia poético-productiva de horizonte político" va en consonancia y resonancia con la interrumpida historia democrática boliviana y sus proyectos sociales progresistas, a manos de la oligarquía terrateniente y minera y el sector conservador y reaccionario de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, las prácticas políticas, ideológicas y culturales contestatarias, aún soterradas y censuradas harán posible la permanencia de un hilo conductor que llega hasta la Asamblea Constituyente y el gobierno de Evo Morales, la diversificación de experiencias teatrales comunitarias y de video en todo el país. Esta presentación aporta una primera topografía que pone de relieve específicamente el derrotero histórico de la tendencia poético-productiva de horizonte político, que ha entendido al teatro y al cine como formas culturales que dinamizan y fortalecen el pensamiento y el accionar crítico y creativo de los sujetos populares y los grupos de base, buscando el estímulo a nuevos horizontes, retos y formas de relación frente al poder hegemónico o el "status quo". Los grupos y personas que la componen han desarrollado sus actividades con un horizonte de intervención política, ya sea en pos de la concientización crítica de auditorios, la discusión político social de asuntos locales (simbolización de la realidad, redefinición de las identidades y reconstrucción de memorias compartidas subalternizadas), como el apoyo a la gestión y organización de recursos simbólicos en organizaciones de base. Establecemos cuatro momentos o fases de organización donde se despliega la praxis cultural de distintos grupos e individualidades: inicio, radicalización, incertidumbre transicional y democratizadora. Coincidiendo con el inicio del sexenio de luchas populares que preludia la Revolución de abril, la primera se inaugura en 1946 con las actividades de "Nuevos Horizontes" y se extiende hasta aproximadamente 1969, tras la muerte del General Barrientos. La segunda fase, que denominamos "radicalización", se despliega desde la reapertura democrática del gobierno de Torres hasta 1978 año de intensas movilizaciones populares en contra de la dictadura banzerista. La tercera fase, que llamamos de "incertidumbre transicional", se extiende desde el final de la década del setenta hasta 1985, mientras que la última, "democratizadora", va desde el inicio del proceso de neoliberalización de la economía hasta 2010.

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