CIITED   26768
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN TECNOLOGIAS Y DESARROLLO SOCIAL PARA EL NOA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Desigualdad, desarrollo y decolonialidad. Aspectos multidimensionales
Autor/es:
BERNASCONI, MARIANA SOLEDAD; MARÍA AGUSTINA ROMERO; LAURA ANDREA GOLOVANEVSKY
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Jornada; XIII Jornadas Regionales de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales; 2019
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Jujuy
Resumen:
Este trabajo se propone discutir la relación entre desigualdad y desarrollo, con énfasis en la situación de América Latina, recuperando para ello los aportes teóricos iniciales y actuales de la CEPAL y poniéndolos en discusión con otras iniciativas orientadas al desarrollo. El objetivo es explorar las múltiples dimensiones que la desigualdad abarca y que el desarrollo debería contemplar. Finalmente aspiramos a completar y complejizar las revisiones teórico-conceptuales desde los aportes epistemológicos del sur con los estudios decoloniales que permiten un ejercicio de reconstrucción desde una perspectiva situada. La metodología utilizada es, por lo tanto, de relevamiento bibliográfico y discusión teórica.América Latina, si bien no es la región más pobre del planeta, sí es la más desigual. Sus estrategias de desarrollo no han sido capaces de generar crecimiento en sus economías acompañado de mayor equidad en diferentes dimensiones, que van desde los ingresos y el empleo hasta otros aspectos de la desigualdad, como la brecha de género o la digital. Recuperar las ideas cepalinas y su actualización aparece como una alternativa relevante para reflexionar y aportar en la búsqueda de un desarrollo con equidad, desde nuestra propia realidad latinoamericana a partir de una mirada decolonial que permita deconstruir apreciaciones ajenas. La cuestión de la desigualdad, en sus múltiples dimensiones intrínsecas así como con sus raíces estructurales fue uno de los grandes temas prioritarios en el trabajo de la CEPAL desde sus inicios en 1948. En sus versiones históricas, que apelaban principalmente al enfoque estructural en el análisis, la CEPAL equiparaba la desigualdad con la dimensión económica del problema. Esta desigualdad económica se generaba y reproducía como consecuencia de la propia dinámica de acumulación de los países de desarrollo tardío.La posición más reciente de la CEPAL, en cambio, combina el interés restringido a los procesos de crecimiento y desarrollo de los países de la región en las últimas décadas con la preocupación por la erradicación de la desigualdad y la ampliación de derechos asociada. Esta agenda ganó terreno en el debate público especialmente luego de la crisis financiera internacional de 2008. La esencia de la nueva concepción entiende que las brechas sociales no pueden explicarse sin prestar debida atención a la heterogeneidad de la estructura productiva, por lo que recupera las raíces del pensamiento estructuralista cepalino, pero al mismo tiempo reconoce que en la configuración de la desigualdad pesan de manera determinante también otras dimensiones. Esta nueva vertiente en el trabajo de la CEPAL se ocupa entonces de contribuir con la construcción de una sociedad de derechos, así como con la sostenibilidad ambiental y la emergencia de nuevas institucionalidades que promuevan la igualdad y los espacios donde esta se disputa (Bárcena y Prado, 2016).A partir de dichas tradiciones de estudio, se distinguen las cuestiones de la brecha interna y la externa de la desigualdad, que de ningún modo pueden considerarse como asuntos excluyentes. Estos dos tópicos troncales son seguidos por los estudios de otras dimensiones asociadas, ellas son la heterogeneidad regional, la brecha de género y la brecha territorial.El abordaje del recorrido histórico de los estudios cepalinos de los temas que aquí nos interesa analizar nos permitirá reflexionar sobre dimensiones de la desigualdad que incluyen ?pero, a la vez, trascienden? la propia desigualdad económica o de ingresos entre trabajadores, personas u hogares, y mostrar que la desigualdad que se produce y reproduce en función de la dinámica socioeconómica desborda lo productivo y se derrama hacia lo laboral y lo social, se entrelaza con lo cultural y los vínculos de género y llega incluso a definir el patrón de desarrollo territorial. En este sentido también será necesario pensar en alternativas de desarrollo (o al desarrollo) que permeabilicen la multidimensionalidad de la desigualdad y permitan así crear vías para superarla que no se estanquen en el plano meramente económico. Ello, en la visión actual de la CEPAL, es encarnado por la noción de cambio estructural progresivo. Este supone crecimiento económico, pero es imprescindible que este crecimiento se logre con una transformación estructural con características tecnológicas, ambientales, sociales y políticas específicas, y que tal transformación se desarrolle de modo progresivo. Los grandes centros de estudio y problematización de las temáticas vinculadas al desarrollo residen en los más diversos puntos cardinales y del mundo. Sería un error irreparable caer en posicionamientos esencialistas y que por tanto impidan aprovechar las maduraciones en materia teórico-conceptual en torno a esta cuestión. Pero como indica Prebisch, nada nos exime de la obligación intelectual de analizar nuestros propios fenómenos y encontrar nuestra propia imagen en el empeño de transformar el orden de cosas existente. Podemos echar mano de miradas exógenas pero de un modo ?inteligente? en la medida que detectemos el límite de qué tomar y qué elaborar de manera local sobre nuestros propios problemas (1971[1963]: 20).Para la tradición decolonial, las epistemologías y la construcción de categorías desde el propio lugar se vuelve de suma relevancia. Si pretendemos reflexionar sobre la articulación teórica del desarrollo con la desigualdad desde América Latina, es trascendental pensarlas desde una mirada decolonial deconstructiva. Es decir, poder pensarnos desde nuestra propia región. Esto no resulta idéntico a una concepción de pureza intelectual. Entendemos que los estudios decoloniales son una puerta posible para proponer y complejizar la idea de desarrollo y la desigualdad. Referimos no sólo a despegarnos de aquellas concepciones economicistas, sino que incluso las concepciones multidimensionales tengan un anclaje local.