INVESTIGADORES
SALSA Analia Marcela
congresos y reuniones científicas
Título:
Representaciones externas de la cantidad y conocimiento numérico infantil
Autor/es:
RODRÍGUEZ, JIMENA; SALSA, ANALÍA M.
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XV Reunión Nacional y IV Encuentro Internacional de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC); 2015
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC)
Resumen:
Introducción: Diversos estudios se han centrado en la comprensión de la cantidad en niños de edad preescolar (para una revisión ver Mix, Huttenlocher & Levine, 2002); sin embargo, la forma en que en estos estudios se solicita la información sobre el número es de naturaleza verbal y no se exploran posibles efectos de otros modos de representar la información cuantitativa. Objetivos: Estudiar si y cómo diferentes representaciones externas de la cantidad (objetos, imágenes y palabras numéricas) influyen en el desempeño de niños de 3 y 4 años al construir colecciones de 1 a 6 elementos; Analizar las relaciones entre formato representacional y tamaño de las colecciones en función de la edad de los niños. Método: En este estudio participaron 19 niños de dos grupos de edad de 9 y 10 niños cada uno: 3 y 4 años (rango: -/+ 1 mes) de nivel socioeconómico medio. Se contrabalanceó a los niños por sexo y se los entrevistó en forma individual a través de una adaptación de la tarea Dame un número (e.g., Condry y Spelke, 2008; Wynn, 1990, 1992). Cada niño resolvió la tarea con los tres formatos representacionales, objetos, imágenes y palabras numéricas, contrabalanceándose el orden de su presentación de manera que la mitad de los niños comenzó la tarea con objetos y la otra mitad con imágenes. La modalidad palabras numéricas se administró siempre en tercer lugar. Con cada formato, se propuso a los niños la construcción de colecciones sucesivas del 1 al 6. Se emplearon tres órdenes de presentación de las cantidades, ninguno en progresión ascendente o descendente. Por lo tanto, la tarea consistió en tres bloques de seis ensayos para cada niño, uno para cada formato representacional. Resultados: En función a los objetivos planteados, el análisis estadístico de comparación de frecuencias (prueba de Friedman) confirmó un efecto significativo del formato en la resolución de la tarea a los 4 años x2(2) = 6.22, p = .044, pero no a los 3 años: x2(2) = 1.65, p = .438. Las comparaciones de a pares (prueba de Wilcoxon) mostraron que a los 4 años el rendimiento con imágenes (78%) fue significativamente superior al desempeño con palabras de número (52%) (Z = 2.229, p = .026), mientras que el desempeño con tapas (72%) fue sólo marginalmente superior al de palabras de número (Z = 1.865, p = .062). No hubo diferencias significativas en la ejecución de la tarea al usar imágenes y objetos como representación de la cantidad (Z = -1.127, p = .260). Tal como se preveía, las comparaciones por grupo de edad a partir de la prueba U de Mann-Whitney revelaron que el nivel de desempeño general de los niños de 4 años fue superior al de los de 3 años en todos los formatos estudiados. Por otra parte, los resultados arrojados por la Prueba de Cochran (Q) al comparar en cada cantidad (1 a 6) el impacto de los tres formatos fueron significativos solamente en la cantidad 4 a los 4 años (Q = 6.00, p = .50). Discusión: Los resultados muestran que presentar las cantidades en un formato distinto al de palabras numéricas ayuda a los niños de 4 años a construir colecciones del número 4, sin diferencias significativas entre imágenes y tapas. Este efecto de los objetos simbólicos podría relacionarse con el modo en que las representaciones denotan la cardinalidad. Wiese (2003) sostiene que el uso de representaciones icónicas con correspondencia uno a uno es una etapa previa necesaria para el dominio de las representaciones numéricas arbitrarias. Por otra parte, que el impacto del formato sea exclusivamente sobre el número 4 podría explicarse por el hecho de que los niños de esta edad están en una fase en la que el cardinal 4 está en proceso de comprensión y por ello son más sensibles a los cambios del formato en este valor. Esta interpretación es coherente con los datos señalados en otros estudios que muestran que entre los 2 y 4 años los niños van siendo capaces de entender, en forma ordenada y progresiva, los valores cardinales de colecciones de tamaño 1 hasta 4 (Huang, Spelke y Snedeker, 2010; Sarnecka y Carey, 2008; Wynn, 1990, 1992). En cambio, a los 3 años no se registran diferencias significativas en la resolución de la tarea en función del formato representacional con el cual se ofrece la información numérica. Probablemente los niños de esta edad no se encuentren todavía en proceso de construcción del número 3, resultando la elaboración de una colección de este cardinal demasiado difícil como para ser influenciada por el formato representacional.