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Hablar de Derechos Económicos, Sociales y Culturales implica necesariamente adoptar un perspectiva historiográfica que de cuenta de cómo fue su devenir en nuestro país. Asimismo, reconocer que existen DESC nos obliga a precisar su definición conceptual y emergencia histórica en el plano internacional y local. En tal sentido, vamos a dar cuenta de lo que implicó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los dos pactos que integran la Carta Internacional de Derechos Humanos, a saber, el pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). En este trabajo no nos referiremos a los derechos en términos económicos, sociales o culturales como si se pudiera particularizar a cada uno de ellos y referirlos por separados. Por el contrario, vamos a hablar de Derechos Humanos, que supone una idea consensuada e integra una visión más general sobre lo que representan los derechos particulares. No obstante, esto no impide que hagamos referencias particulares cuando así lo amerite el derrotero del ensayo. Por otra parte, vale agregar que una de las tentativas del trabajo será poner en cuestión eso que llamamos Derechos Humanos (DDHH). La pregunta que vértebra el trabajo es la siguiente: ¿Cómo es posible pensar un marco de garantías para los DDHH en Argentina cuando la historia y la memoria han sido tan fragmentadas y deterioradas? Si no existe la posibilidad de pensar socialmente la historia y la memoria, tampoco es posible pensar en una garantía y reaseguro de los DDHH. Preguntarnos por la historia de los DDHH en Argentina implica pensar la historia social del trabajo, la salud y la educación; de sus singularidades e interrelaciones, de sus ganancias y pérdidas, de sus luchas y anhelos, de sus propuestas y deseos, etc.