CIITED   26768
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN TECNOLOGIAS Y DESARROLLO SOCIAL PARA EL NOA
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Subalternos y política: los arrenderos 'toman partido'. Jujuy en democracia (1912-1930)
Autor/es:
FLEITAS, MARÍA SILVIA
Libro:
Jujuy bajo la lupa. Cuestiones de poder, política y actores de la historia del siglo XX
Editorial:
UNIHR-CIITeD, Cuadernos del Duende
Referencias:
Lugar: San Salvador de Jujuy; Año: 2020; p. 133 - 168
Resumen:
En nuestro acercamiento a la problemática de subalternidad y política, creemos, en primer lugar que la militancia tanquista de los arrenderos excedió los fines instrumentales que pueden movilizar a los ciudadanos a adherirse a una fuerza política; no nos ha interesado tampoco considerar el fenómeno como una acción de cálculo de parte de un colectivo. Hemos sido más proclives a estimar los múltiples factores que intervinieron en la conformación de una identidad partidaria que se fue construyendo en un proceso recíproco, de ida y vuelta, no lineal, entre los dirigentes y sus bases, el liderazgo de Tanco y su fuente de legitimidad, de conocimiento y reconocimiento de los distintos actores políticos en un momento de inflexión y cuestionamiento de las formas de concebir y de ejercer la política en Jujuy. Estos considerandos nos invitaron a preguntarnos en qué medida la democracia jujeña estaba dispuesta a forzar los límites del paradigma de la homogeneidad. Este presidía el proceso constitutivo de una ?nación de ciudadanos?, aspiración política de una república con sufragio universal ejercido por un pueblo soberano ?civilizado?. Una balanza se inclinaría ?aún hoy, a nuestro entender- hacia el lado de una posición cerrada y conservadora para preservar ese ideal más que a una abierta e inclusiva, por tanto ?desordenada? y ?peligrosa?. Claro, esto no únicamente en Jujuy.La cuestión del ejercicio de los derechos políticos en Argentina había involucrado un debate y una valoración de los ?otros? que habitaban nuestro territorio: los inmigrantes y la población indígena. Aunque no solamente ellos, pensemos en el peso analítico que tuvieron ciertos ?defectos? de nuestra población criolla, por ejemplo, el analfabetismo y la falta de autonomía económica y política de gran parte de ella. En Jujuy, la autoreferencia étnica en las luchas sociales de los arrendatarios y en su incorporación a la vida política como militantes partidarios, electores y elegidos para cargos públicos puso en tensión y en disputa concepciones y espacios concretos de poder, legitimidades, ?desnaturalización de los sentidos hegemónicos?, (Retamozo Benítez, 2009, p. 86) como hasta entonces no había ocurrido.Con esta hermenéutica, hemos intentado presentar a la población indígena campesina, los arrendatarios de quebrada y puna, desarrollando una agencia, fundada en una tradición de lucha y en constante movimiento, atenta a distintas coyunturas políticas, institucionales, de modelos argumentativos para desarrollar estrategias de supervivencia y de influencia en el entorno, cercano y más lejano. La cuestión de su filiación partidaria ?yrigoyenista tanquista- no desvinculada de la militancia social de protesta, nos ha permitido pensar cómo en instancias de ?revolución pasiva?, en un proceso de democratización social, las elites bregan por ?conservar cambiando? pero también las clases subalternas porque el ?cambio prepondere sobre la conservación?. (Aggio, 2008, p. 155) Si convenimos que los principios nodales de la democracia liberal son la libertad y la igualdad y de lo que se trata es que esa igualdad reconocida como derecho se convierta en hecho, coincidiremos en que como sujetos políticos, los sectores subalternos participan en una relación de fuerzas en permanente conflicto -tal la dominación y la hegemonía-, pueden politizarse y crear espacios, como ya dijimos, de cambio social. Creemos haber dado cuenta cómo desde un partido reformista y bajo la conducción de un hombre que hizo su parte para cuestionar las relaciones de dominación locales, los arrenderos protagonizaron instancias de transformación de la sociedad y marcaron un hito en un proceso democratizador, que por lo demás está claro es -aún después del tiempo transcurrido- inacabado e imperfecto. Hoy no sólo se sigue luchando por la tierra y por espacios negados de libertad; hombres y mujeres de las clases subalternas de Jujuy bregan en nuestro presente hasta por lo más básico del sustento material y por derechos hace siglos consagrados por el estilo de vida republicano. Una deuda que ellas mismas se ocuparán de saldar.