CIIPME   05517
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN PSICOLOGIA MATEMATICA Y EXPERIMENTAL DR. HORACIO J.A RIMOLDI
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Diferencias por género y edad en la conducta prosocial durante la adolescencia
Autor/es:
MEIER, LISIE
Lugar:
Formosa
Reunión:
Jornada; V Jornadas Científicas para Jóvenes Investigadores de la Universidad Nacional de Formosa; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Formosa
Resumen:
La conducta prosocial, se define como aquel comportamiento voluntario que pretende beneficiar a otro, por ejemplo, las conductas que tienen como objetivo ayudar, compartir y confortar (Eisenberg, 1999, p. 13). Esta definición destaca los comportamientos voluntarios y las acciones intencionales en pro de terceros. Claramente la complejidad de las acciones humanas requerirá considerar las ambivalencias implicadas en la génesis de la conducta prosocial. Superando la simplicidad de un enfoque unidimensional, Carlo y Randall (2002) proponen su estudio desde una perspectiva multidimensional incluyendo seis tipos de conductas prosociales: (a) pública: definida como la que es llevada a cabo frente a una audiencia o público, probablemente motivada, al menos en parte, por el deseo de ganar aprobación y reconocimiento; (b) altruista: definida como la ayuda voluntaria motivada principalmente por la preocupación sobre las necesidades y el bienestar del otro; (c) anónima: definida como la ayuda brindada a otros sin el conocimiento por parte de quienes fueron ayudados; (d) complaciente: definida como la ayuda a otros en respuesta a una solicitud concreta verbal o no verbal; (e) emocional: definida como la orientación a ayudar a los demás bajo circunstancias de alto nivel emocional; y (f) crisis: definida como la ayuda brindada en situaciones de crisis o emergencias. La realización de las conductas prosociales dependerá tanto del desarrollo de la personalidad como del desarrollo cognitivo y emocional de las personas, por otro lado, es un hecho que una vez que el proceso formativo se consolide la prosocialidad ha de formar parte de la identidad (Arias, 2015), de este modo resulta prometedor analizar en qué medida tanto el género como la edad pueden marcar diferencias en la conducta prosocial durante la adolescencia.