CIIPME   05517
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN PSICOLOGIA MATEMATICA Y EXPERIMENTAL DR. HORACIO J.A RIMOLDI
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La autoestima positiva: su promoción desde el ámbito familiar
Autor/es:
VARGAS RUBILAR, JAEL; OROS, LAURA
Lugar:
Villa María, Córdoba
Reunión:
Congreso; Primer Congreso Nacional de Salud Mental en el Primer nivel de atención; 2011
Resumen:
<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-MX; mso-fareast-language:ES-MX;} span.hps {mso-style-name:hps; mso-style-unhide:no; mso-style-parent:"";} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; font-size:10.0pt; mso-ansi-font-size:10.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;} @page WordSection1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.WordSection1 {page:WordSection1;} --> La autovaloración o autoestima positiva ha sido considerada en importantes estudios como uno de los indicadores claves de salud mental, calidad de vida y resiliencia. De acuerdo a Hewitt (2005), la autoestima es una emoción construida socialmente y, por lo tanto, muy influenciable por el contexto cultural. Desde esta perspectiva, la autoestima, por ser una emoción, puede manejarse y autorregularse según las circunstancias sociales que tomen lugar. La familia se destaca en la literatura científica como contexto de formación de la autoestima infantil, particularmente por la influencia que ejercen los padres o cuidadores de los niños sobre el desarrollo de sus creencias, emociones y conductas. La parentalidad adecuada se caracteriza por facilitar el desarrollo de una identidad sana y una autoestima elevada. De ello se desprende la importancia de asistir a los primeros entornos sociales, proporcionando a los padres, apoyo, conocimientos y prácticas educativas salugénicas, con el fin de prevenir el desajuste y promover la salud emocional desde la más tierna infancia. La familia es la única institución educativa en la que sus miembros adultos no reciben preparación específica, que mejore y optimice su competencia educativa” (Maiquéz, Rodrigo, Capote y Vermaes, 2000, p.9). Si a esta afirmación le sumamos los vertiginosos cambios sociales que impactan a las familias actuales (diversidad de formas familiares, cambios y crisis en los roles de género, aumento de la tasa de divorcios y separaciones, entre otras), el horizonte resulta más oscuro aún. Por otra parte, el mito de la familia ideal aumenta los sentimientos de deficiencia y desesperanza para muchos grupos familiares que enfrentan a diario crisis o transiciones en su historia vital (Walsh, 2004; Bolivar, 2006). El objetivo de este trabajo es proponer un “programa para padres”, como intervención psicoeducativa, para promover y fortalecer la autoestima infantil desde el ámbito familiar. En esta dirección, la formación de padres se hace imprescindible a los efectos de facilitar estrategias y aprendizajes útiles que les permitan (a los padres) cumplir con las numerosas demandas sociales a las que se encuentran expuestos. La intervención psicosocial propuesta se centra en dos ejes básicos: (a) el fortalecimiento de la autoestima parental, a fin de que los padres puedan enseñar por modelado a sus hijos una autovaloración positiva, y (b) la formación de los padres en estrategias de comunicación y disciplina que promuevan tempranamente el desarrollo de una autoestima positiva en sus hijos. El programa está basado en un enfoque ecológico o ecosistémico (Bronfenbrenner, 1979, Rey, 2006), es decir que, se pretende que el aprendizaje grupal sea aplicable a otros ámbitos en los que los miembros de la familia se relacionan (escolar, laboral, comunitario, entre otros). La metodología presentada sugiere una evaluación pre y post intervención de algunos recursos psicológicos. Se recomienda la siguiente secuencia metodológica: (a) evaluación pre-intervención, (b) aplicación del programa, (c) evaluación post-intervención, y (d) evaluación de seguimiento. Dicha evaluación de la población (de padres e hijos), se debe realizar a través de técnicas e instrumentos de evaluación adaptados a las características particulares de los destinatarios y puede ser útil para analizar la efectividad de dicho programa. Sin lugar a dudas, el trabajo desarrollado con los padres se verá enormemente favorecido si se realiza simultáneamente un trabajo en red con las instituciones escolares a las que asisten los niños. El trabajo interdisciplinario mancomunado con otras redes sociales (municipios, otros programas especializados, fundaciones, etc.) y de la salud (hospitales, consultorios y centros de salud), también puede resultar beneficioso en los casos en los que las familias requieran de apoyo social externo especializado. De esta manera, se sumarán los esfuerzos de todos los “frentes” posibles en beneficio de los hogares.