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Numerosas investigaciones aseguran que las familias que viven en vulnerabilidad social por pobreza ven afectados sus proyectos de vida de una manera irreversible, ejerciendo una parentalidad que no alcanza a satisfacer en los niños las necesidades básicas para un desarrollo emocional, social y cognitivo adecuado. Las familias muy vulnerables han sido definidas históricamente en términos de sus carencias y/o falencias, lo que afianza la idea de que son irrecuperables, sin tener en cuenta las condiciones de vida adversas en las que están insertas, ni los desafíos cotidianos a los que se enfrentan. El propósito presente trabajo fue realizar una revisión teórica de las características de dichos grupos familiares desde una perspectiva alternativa. A pesar de que el pronóstico de algunos estudios ha sido desalentador, en los nuevos aportes de la Psicología Positiva se han identificado perspectivas esperanzadoras en relación al desarrollo de resiliencia familiar en contextos económicamente menos favorecidos, ya que estiman que la pobreza ambiental no es un handicap para su restauración. Estos enfoques positivos sugieren evaluar las fortalezas de las familias en riesgo, potenciar los recursos existentes y brindarles apoyo social oportuno a fin de revertir la exclusión social en la que se encuentran. Para ello, son propuestos: un adecuado diagnóstico de las vulnerabilidades y recursos con que cuentan las familias y una intervención psicosocial basada en el fortalecimiento familiar.