DIVULGACIÓN CIENTÍFICA

Un equipo del CONICET lidera la Campaña Oceanográfica Ana María Gayoso para estudiar el microbioma oceánico

Se trata de un trabajo de cooperación internacional enfocado en el estudio del plancton marino, el cambio climático y la contaminación del Océano Atlántico.


Científicos y científicas del CONICET están realizando distintos muestreos a lo largo del talud continental Patagónico. Se trata de un trabajo de cooperación internacional enfocado en el estudio del plancton marino, el cambio climático y la contaminación del Océano Atlántico a bordo del motovelero Bernardo Houssay.

La misión se produce en el marco de la expedición internacional Tara Microbiome Mission cuyo objetivo es estudiar el microbioma del Océano Global. En este caso, la cooperación en la Patagonia Argentina incluye dos campañas oceanográficas, una desarrollada por un consorcio argentino que está navegando a lo largo del talud continental, desde Ushuaia hasta Buenos Aires en el motovelero Houssay, manejado por Prefectura Naval Argentina; y otra que realizará el consorcio internacional a bordo de la goleta científica Tara, gestionada por la Fundación Tara Ocean, la cual comenzará en diciembre y hará el recorrido inverso: desde Buenos Aires hasta Ushuaia.

Para llevar a cabo esta campaña conjunta, el equipo de Fundación Tara Ocean contactó a investigadores e investigadoras argentinas especialistas en oceanografía física y biológica enfocada en la dinámica de las corrientes y la ecología del plancton, con experiencia en la zona patagónica de la plataforma argentina. El equipo argentino que participa del proyecto está integrado por investigadores/as del CONICET de distintos institutos: Federico Ibarbalz, Pedro Flombaum y Martín Saraceno, investigadores en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA- CONICET-UBA);  Valeria Guinder y Celeste López-Abbate, investigadoras del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-CONICET-UNS) de Bahía Blanca; Rocío Loizaga y Valeria D’Agostino, investigadoras del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET) de Puerto Madryn; y Ricardo Silva, investigador del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) de Mar del Plata.

Tanto el equipo nacional como el internacional trabajarán con un mismo objetivo: estudiar la diversidad de los microorganismos planctónicos y del zooplancton, con foco en los cocolitofóridos, un grupo particular de microalgas que proliferan en la primavera y el verano generando grandes floraciones a lo largo del talud continental, que pueden ser vistas desde el espacio con señales satelitales de calcita, debido a su recubrimiento celular con placas de carbonato de calcio. “Desde el Houssay y el Tara buscaremos evaluar el desarrollo de la floración de estos microorganismos en relación con el ambiente y otros grupos microscópicos del plancton por medio tecnologías de vanguardia”, expresó Ibarbalz y agregó: “Confiamos en obtener gran cantidad de datos para analizar, estudiaremos la misma floración con el fin de poder contrastar los resultados de ambas campañas en una zona sobre la que aún no existen muchos estudios enfocados en estos microorganismos”.

En la campaña del Houssay, que comenzó el pasado 12 de noviembre, embarcaron cinco integrantes del consorcio argentino que se centrarán en relevar muestras y datos referidos a la biodiversidad de las comunidades planctónicas y los procesos biogeoquímicos y físicos asociados.

A esto se refirieron dos investigadoras del IADO que integran el equipo argentino. Valeria Guinder detalló que “en ambas campañas se abordarán distintas técnicas analíticas en el estudio de la biodiversidad funcional de las comunidades microbianas, la estructura trófica y los flujos de carbono. Por ejemplo, se realizarán experimentos a bordo de consumo de los cocolitofóridos y se estudiará la transformación de la materia orgánica; se caracterizarán las especies de fitoplancton tóxico responsables de floraciones nocivas, y se realizarán marcaciones isotópicas de distintas fracciones tróficas planctónicas para evaluar el origen y destino de la productividad en el talud”.

En tanto en relación a los tipos de muestreos, Celeste López-Abbate remarcó que “la biodiversidad del microbioma se estudiará mediante la metagenómica, es decir, aplicando técnicas moleculares para caracterizar según sus ADN a todos los microorganismos que hay en las muestras de agua, lo cual es algo muy novedoso para la oceanografía de nuestro país”. Por último, las investigadoras Rocío Loizaga y Valeria D’Agostino remarcaron la importancia de esta cooperación para la ciencia en Argentina, el avance sobre el conocimiento de nuestro mar y sus recursos, y la formación de becarios doctorales y jóvenes investigadores en oceanografía.

La tripulación argentina estará arribando a Buenos Aires en veinte días. Allí se reunirá con la embarcación francesa y el consorcio del Tara antes de que estos inicien su recorrido, para celebrar la unión de los dos motoveleros y el trabajo de cooperación entre ambos equipos.

Cabe destacar que las campañas, la del Tara y la del Houssay, se han denominado “Campaña Ana Maria Gayoso – Patagonia” en honor a la primera científica argentina que logró identificar e investigar el cocolitofórido Emiliania huxleyi, especie responsable de la floración en primavera tardía-verano temprano en el talud y que motiva ambas expediciones.

Sobre Ana María Gayoso (1948-2004)

Doctora en Ciencias Naturales, por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata. Entre los años 1978 y 1995 trabajó como investigadora del CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) de Bahía Blanca, donde dirigió el Laboratorio de Plancton. Su carrera científica se enfocó allí en el estudio del fitoplancton marino, con énfasis en la taxonomía y ecología de diatomeas del estuario de Bahía Blanca. En 1995 se incorporó al Centro Nacional Patagónico (CENPAT) en Puerto Madryn, desde donde realizó importantes contribuciones al entendimiento de la ocurrencia y composición de las floraciones algales nocivas o “mareas rojas” en los golfos patagónicos. Fue en 1989 cuando participó en una campaña oceanográfica en la que reportó y describió por primera vez, la presencia de altas densidades del cocolitofórido Emiliania huxleyi, componente clave en la productividad primaria del Mar Argentino.

Su temprano fallecimiento en 2004 dejó un invaluable legado científico en la oceanografía biológica del Atlántico Suroccidental.

Por Pía Squarcia – CCT Bahía Blanca