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Existen diversos genotipos de berenjena según su color: negras, rayadas, moradas, verdes y blancas. Se dañan por frío (DpF) cuando son almacenados a temperaturas menores a 10°C. En otras Solanáceas (tomate, pimiento), se conoce claramente que la sensibilidad al DpF disminuye con la madurez. Sin embargo, en berenjenas ello no ha sido claramente establecido. El objetivo de este trabajo fue analizar el efecto del estado de desarrollo sobre la sensibilidad al daño por frío en la poscosecha de frutos de berenjena de tres genotipos. Se cosecharon frutos de berenjena violeta, rayada y blanca producidas en un invernadero (La Plata, Argentina) por longitud en dos estados de madurez (Baby≈8 cm y Comercial≈17 cm) (n=100). Se sanitizaron, colocaron de a pares en bandejas, cubrieron con film PVC perforado y almacenaron a 5°C por 0, 14 y 17 días (n=30). Se analizó la tolerancia al daño por frio a partir del índice de daño visual (escala 1 a 5), pérdida de peso, materia seca, color de piel y pulpa, firmeza, y comparados empleando ANOVA. Al momento de cosecha, se observó que las berenjenas violetas presentaron mayor diámetro y peso que los otros dos genotipos en ambos estados de madurez. Mientras que, las berenjenas blancas presentaron la mayor firmeza y contenido de materia seca. En general, las berenjenas blancas fueron el genotipo más sensible al DpF, contrariamente las violetas fueron las más tolerantes. El menor DpF se evidenció con un menor índice de daño visual y pardeamiento de la pulpa y mayor firmeza. En los tres genotipos analizados, los frutos más inmaduros o Baby fueron menos sensibles al DpF respecto de los frutos más maduros o Comercial. En conclusión, en contraposición a lo observado en otras especies sensibles, en berenjenas de genotipos violeta, rayado y blanco, la sensibilidad al daño por frío se incrementa con la madurez de los frutos.

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