La anestesia mental. ¿Por qué nos cuesta tanto pensar?

MARIELA BEATRIZ MALDONADO

Editorial Zeta

Lugar: Mendoza; Año: 2008 p. 220

978-987-05-4502-6

La anestesia mental es un ensayo que demuestra un profundo conocimiento del accionar humano frente a distintas situaciones de la vida cotidiana, donde el hombre mismo se autoengaña frente a la realidad, de tal manera que puede llegar a perjudicarlo. Cuenta con quince capítulos y tiene numerosas citas de grandes pensadores, las que se discuten, amplían y recrean con vivencias de la cotidianeidad. La autora plantea-mediante la metáfora del sapo que es calentado lentamente en una olla de agua tibia, cuya temperatura va subiendo hasta matarlo-, el adormecimiento de la capacidad pensante del hombre como especie evolucionada. Cada capítulo es una bofetada de realismo, con la que la autora nos desafía a la meditación profunda, que hoy en día casi no practicamos, pues es más cómodo adoptar patrones de pensamiento y marcos de referencias de otros, que a veces se tornan alienantes. Con total franqueza y claridad, nos habla de la ignorancia y de la estupidez humana en la que a veces caemos, que nos genera un vacío existencial que no nos permite dar sentido a nuestras vidas. También discute la falta de espíritu crítico y sentido común en la sociedad actual y cómo la ausencia de cobertura de las necesidades, puede generar anestesia mental. Como contrapartida, propone una vuelta a los valores y al cultivo del pensamiento y a la educación. Por último, la autora responde o refuta la tesis de Daniel Goleman de su libro “La Psicología del Autoengaño”, quien presenta el autoengaño como un mecanismo evolutivo por el cual la especie ha logrado la supervivencia. Por el contrario, ella considera que este mecanismo, que ha funcionado bien en ciertos momentos evolutivos, puede ahora llevar a la destrucción como especie y a la autodestrucción del hombre, como ser dotado, justamente, de la capacidad de pensar. Es un grito de advertencia, que trata de sobresalir por encima del ruido ensordecedor, que nos impone esta sociedad moderna, que nos tiene adormecidos. Además, postula que en el otro extremo de la ignorancia está el exceso de información y de conocimiento, que el hombre moderno no alcanza a digerir, lo que ha forzado la aparición del especialista: un señor que sabe cada vez más de cada vez menos. Pero aún peor, nos dice que este bombardeo de información, es una especie de anestesia que a veces usamos para no ver aquello que debiera dolernos y sensibilizarnos. Entre otras cosas, nos recuerda que somos responsables de nuestro destino, el personal el de la humanidad, de nuestro ambiente geográfico, social, laboral y familiar.