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En la Divina Comedia se escenifica "el viaje de Dante -del Infierno al Paraíso, pasando por el Purgatorio- ´figura´ del tránsito del alma de la selva oscura del pecado a las claridades de la esperanza y al goce de los bienaventurados" (Battistessa, 2003:33). Ahora bien, dentro de esta gran alegoría, encontramos alegorías menores, símiles, imágenes que van dándole a este viaje diferentes matices y que van añadiendo significados a la alegoría principal. Creemos que dentro de estas alegorías menores por un lado,el mar- o las aguas- y la nave y por el otro, la luz y las estrellas tienen un papel fundamental. En este trabajo, por tanto, es nuestra intención analizar qué papel juegan en el Infierno estos elementos en cuanto símbolos, cómo entran en relación y su funcionalidad en relación al significado total de la Comedia. Adelantándonos un poco a las conclusiones diríamos que Dante toma las metáforas naúticas de la tradición clásica y las utiliza para construir a su viaje como marítimo, puesto que no solo le es funcional porque es símbolo del viaje de la vida, de la escritura de una obra y porque está cargado también de significación cristiana, sino porque lo alía a toda una tradición de navegantes de la que él se postula como punto culmine, porque llega a lo que en realidad desea todo hombre, a lo que está en la "semenza" del viaje de Ulises y de todo viaje: el conocimiento de Dios. Si el relato de Ulises es "el relato de viaje fundador e itinerario inaugural" (Hartog 1999:14), Dante es el fundador de un nuevo relato de viaje en el que "ver" no es una demora para llegar al puerto sino la condición necesaria y en el que se mira no para sí solamente sino en función de la comunidad. La Divina Comedia es un relato de viajes que quiere ser guía, "stella", para que todos los hombres, como navegantes, lleguen también a buen puerto.

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