INVESTIGADORES
HAMLIN Cinthia Maria
congresos y reuniones científicas
Título:
La lealtad y el ordo cortesano:el rol fundamental del vasallo en el Cantar de los Nibelungos y Tristán e Isolda”
Autor/es:
HAMLIN, CINTHIA MARÍA
Lugar:
La Plata
Reunión:
Jornada; Segundas Jornadas de Estudios Clásicos y Medievales. “Diálogos Culturales”; 2005
Institución organizadora:
Centro de Estudios Latinos y Literatura Española Medieval (Centro de Teoría y Crítica Literaria) - UNLP
Resumen:
Tanto en el Cantar de los Nibelungos como en Tristán e Isolda se presenta la lealtad del vasallo como una virtud primordial para la vida cortesana cuya importancia se revela también en un nivel narratológico, ya que influye en el devenir de los acontecimientos más importantes presentándose como su motivación narrativa. Así, trataremos de probar cómo el vasallo, con su accionar fiel, se constituye como el disparador de la acción. Adelantamos a manera de conclusión que el hecho de que los vasallos lleven adelante la acción, frente a reyes que se presentan como figuras débiles, nos hace pensar cómo esta estructura narrativa es un reflejo de la social: un índice del papel cada vez más poderoso de la corte y en especial del noble, en detrimento del rey. Por otro lado, la fidelidad se revela en ambas obras como una virtud imprescindible en el vasallo que pretende mantener el ordo cortesano y la vida de su señor, pero a su vez termina siendo la que desencadena toda la secuencia de inordinatio. El orden, en Los Nibelungos, se quiebra por su misma lógica interna: el servidor sólo puede ser fiel a su señor, fidelidad que, llevada a un extremo de desmesura, transforma la corte en un ámbito de intrigas, generando tragedia y además desencadenando violaciones, “infidelidades” respecto de otros vínculos, también importantes en el ordo cortesano. La fidelidad lleva a perpetuar la inordinatio que desencadenó: llevar su cumplimiento al extremo, entonces, genera la tragedia y el desorden, pero, como nos demuestra Branguena en Tristán e Isolda, no cumplirla también. Cumplirla en la medida justa y necesaria es la clave. Por tanto, por encima de la fidelidad, se yergue otro valor, la mesura, que resultará ser aún más importante en el modelo cortesano.