INVESTIGADORES
DUMRAUF Ana Gabriela
artículos
Título:
EDUCACIÓN POPULAR Y SALUD: CONFORMANDO NUEVOS ESPACIOS DE APRENDIZAJE Y PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS
Autor/es:
SANMARTINO, MARIANA; DUMRAUF, ANA; CORDERO, SILVINA; MENGASCINI, ADRIANA; KROL, M. MANUEL
Revista:
REVISTA IBEROAMERICANA DE EDUCACIóN
Editorial:
Organización de Estados Iberoamericanos
Referencias:
Lugar: Madrid; Año: 2009 vol. 49 p. 1 - 8
Resumen:
Las declaraciones internacionales sobre la Educación Superior[1] plantean diversas reflexiones y valoraciones respecto de la “misión social” de la universidad. Coinciden en señalar la necesidad ineludible de fomentar el desarrollo de respuestas concretas a fin de cumplir con el compromiso de las instituciones frente a los problemas locales y ante la complejidad de las demandas de la sociedad. Estos documentos apuntan fundamentalmente al deber de las instituciones de Educación Superior de avanzar en la configuración de una relación más activa con sus contextos, afirmando en este sentido que calidad es un concepto inseparable de la equidad y la pertinencia. (...) Ello exige impulsar un modelo académico caracterizado por la indagación de los problemas en sus contextos; la producción y transferencia del valor social de los conocimientos; el trabajo conjunto con las comunidades...[2] Desde otras fuentes, encontramos en la bibliografía afirmaciones respecto a los vínculos de las universidades con la sociedad: En la actualidad resulta oportuno, plantear la relación entre la Universidad- Estado-Sociedad, pues de esta manera se puede evidenciar que la universidad tiene una función social, que influye y transforma su entorno, es decir, es un auténtico factor de transformación social, y que por lo tanto, según sea el fin que se proponga, ayudará a construir una sociedad con unas determinadas características (Martínez et al., 2006). En este sentido, coincidimos con Esteves (2006) cuando sostiene que la Universidad contemporánea debe asumir un rol como promotora de cambio social, donde ella en sí misma no escapa al cambio y es en gran medida, la generadora del cambio, por lo que debe tener una visión clara del futuro y de la realidad inmediata, para preparar y formar los recursos humanos que estén en capacidad de aprovechar las oportunidades del entorno, asumir retos innovadores y ser agentes de cambio social. En el mismo sentido, la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI plantea que las instituciones de educación superior deberían brindar a los estudiantes la posibilidad de desarrollar plenamente sus propias capacidades con sentido de la responsabilidad social, educándolos para que tengan una participación activa en la sociedad democrática y promuevan los cambios que propiciarán la igualdad y la justicia. Sin embargo, en nuestra experiencia como docentes e investigadores universitarios encontramos, en general, una falta de correspondencia entre los discursos académicos acerca del “compromiso social” y las acciones que demanda el contexto. En este trabajo presentamos una experiencia surgida de una problemática de la práctica social que intentamos, en un ámbito de enseñanza universitaria, poner en diálogo con ciertos marcos teóricos a fin de construir posibles alternativas de superación. [1] “Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción”, 1998 (www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm); “Declaración de la Conferencia Regional de la Educación Superior en América Latina y el Caribe”, 2008 (www.iesalc.unesco.org.ve/docs/boletines/boletinnro157/declaracioncres.pdf). [2] Declaración de la Conferencia Regional de la Educación Superior en América Latina y el Caribe.