IICSAL   26686
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES DE AMERICA LATINA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La construcción de una comunidad emocional docente normalista en Argentina a Fines del Siglo XIX
Autor/es:
ABRAMOWSKI, ANA LAURA
Lugar:
Ciudad de México
Reunión:
Otro; VI Coloquio de Investigación. Las emociones en el marco de las ciencias sociales: Perspectivas interdisciplinarias; 2018
Institución organizadora:
RENISCE
Resumen:
En esta ponencia -que se desprende de una investigación titulada La configuración de la afectividad docente en maestros y maestras de escuela primaria en Argentina (1870 ? 1940)- se apelará a algunas claves de lectura emocionales (la vocación, el entusiasmo, las comunidades emocionales) para intentar comprender algunos de los mecanismos de conformación del magisterio en Argentina. La necesidad de brindar educación básica a grandes masas poblacionales derivó en la apertura, hacia el año 1870, de las primeras Escuelas Normales formadoras de maestros. El reclutamiento de aspirantes a la docencia no fue inmediato ni sencillo, como tampoco lo fue el sostenimiento del trabajo cotidiano en las escuelas. Maestros y maestras de afición u ocasión, que asistían a las escuelas de manera intermitente y con escaso o nulo apego por la tarea, debían ser reemplazados por docentes con vocación, movidos por el entusiasmo. El sistema formador se encontraba, de este modo, ante la necesidad de producir maestros nacidos para maestro. En los materiales analizados se advierte que la vocación no era meramente una cualidad dada de antemano sino un atributo (nombrado como un sentimiento) susceptible de ser adquirido durante la carrera magisterial. Este hecho nos permitirá discutir la definición habitual de este concepto, ligado al llamado religioso, para considerar los derroteros de su educabilidad.Por otra parte, entendemos que en los albores del magisterio normalista el entusiasmo constituyó un clivaje emocional bisagra. No podemos obviar, tal como plantea Sánchez León (2017), que el entusiasmo es un sentimiento político moderno, un motor de la movilización política vinculado a experiencias de cambio en el orden social y a la realización de utopías. En consonancia con esta definición advertimos que, en su apuesta político?pedagógica, el sistema educativo -a través de conferencias pedagógicas, discursos de bienvenida y de despedida, conmemoraciones y actos- buscó contagiar entusiasmo por la noble tarea de educar a las nuevas generaciones. Era necesario interpelar al conjunto disperso de maestros y de aspirantes al magisterio a arrojarse colectivamente a la tarea civilizatoria de construcción de la nación. Asimismo, nos parece útil, con fines analíticos, pensar la conformación del magisterio normalista como una comunidad emocional que comenzó a gestarse con claridad a partir de la organización del sistema de formación de maestros (1870) y que coincidió, no por casualidad, con los procesos de construcción de la nación argentina. Dicho de otro modo, el proyecto educativo nacional necesitaba que una comunidad de maestros -con objetivos, conocimientos y métodos comunes y unificados- lo llevara adelante, y el pegamento (Ahmed, 2004) para construirla fue, en gran medida, emocional.