INVESTIGADORES
SIRACUSANO Gabriela Silvana
libros
Título:
Las entrañas del arte. un relato material (s.XVII-XXI)
Autor/es:
SIRACUSANO, GABRIELA
Editorial:
FUNDACION OSDE
Referencias:
Lugar: BUENOS AIRES; Año: 2008 p. 104
ISSN:
978-987-9358-33-7
Resumen:
Sustancias viscosas, olores penetrantes, manos coloreadas, trapos empastados,  caras empolvadas. Detrás de los discursos estéticos, de los sueños de la imaginación creativa y de la eficacia de las imágenes, se halla el espacio del taller del artista. Un territorio que, a lo largo del tiempo, se fue instalando ya en las naves de alguna iglesia, ya en los fondos de una morada,  en el descanso de un prado, en un galpón alquilado o en las calles de una ciudad. Territorio íntimo de los materiales que no es otra cosa que una “dimensión del pensamiento” en el juego de posibilidades estéticas que enlazan la materia y la idea. Un espacio cargado de gestos cercanos a la práctica de la experimentación, una actividad que también nos evoca la manipulación de probetas y tubos de ensayo del químico, o, por qué no, de cucharones y ollas, en los dominios del cocinero. El taller como cocina, lugar del ensayo y del error, del esquema y la corrección – como diría Ernst Gombrich-, como laboratorio de ideas en el que todos elementos participantes entran en ebullición y colaboran en su transmutación en una imagen eficaz. Una imagen se torna eficaz cuando su propia materialidad no solo acompaña sino construye sentido. Si, como ha insistido Michel Foucault, ningún enunciado puede darse sin la presencia de una voz, de una superficie, sin hacerse cuerpo en un elemento sensible y sin dejar rastro en un espacio o aunque más no sea en una memoria, podemos entonces advertir la importancia de esta dimensión material en el lenguaje plástico. Sin embargo, esta relevancia -tan evidente para los artistas- no ha sido siempre tomada en cuenta. La razón se encuentra en el carácter servil y mecánico que, precisamente, los materiales otorgaban a las prácticas artísticas. Hoy el escenario ha cambiado. La mirada artística puesta sobre las condiciones propias del objeto producido, el desenfado en la elección de nuevos materiales y un franco desarrollo de la investigación en las ciencias de la conservación, de la física y de la química, entre muchas otras variables, nos imponen a los historiadores del arte volver a  revisar nuestras categorías a la luz de lo que este territorio íntimo que signa la condición material de las obras nos ofrece como campo de análisis. Un espesor mental y matérico que no debe subestimarse. Un espacio a descubrir que pone en evidencia que esta dimensión del hacer, en la que convergen la elección empática de unos materiales y el descarte de otros, la fascinación y la experiencia mágica de sus propiedades, y una relación hombre-sustancia terrenal cercana a los funcionamientos alquímicos, ha estado presente toda vez que una idea estética y una voluntad creativa comienzan a cobrar forma. Podríamos decir que hay en los materiales del arte una energía poderosa y generativa que emana de ellos mismos e invade el momento creativo. Potencia material de lo icónico que, a través del tiempo, exhibe cambios y permanencias en su manera de ser. El sentido de esta exposición tiene, entonces, el objetivo de habilitar un recorrido distinto del que usualmente transitamos. La propuesta es internarnos y perdernos en las entrañas de los objetos artísticos exhibidos, muchos de ellos tantas veces observados, para prestar atención a los elementos que los conforman, a la manera en que fueron trabajados y pensados, a la recurrencia de algunos, a su perdurabilidad en el tiempo y a todos aquellos aspectos que los han modificado en su propia materialidad y que hoy contribuyen a otorgarles nuevas propiedades y funciones.