INVESTIGADORES
SIGNORINI PORCHIETTO Marcelo Lisandro
libros
Título:
Herramientas para asegurar la inocuidad de los alimentos
Autor/es:
SEQUEIRA, G.J.; MARTI, L.E.; ROSMINI, M.R.; DALLA SANTINA, R.; FRIZZO, L.S.; ZBRUN, M.V.; ZURBRIGGEN, C.J.; BENZZO, M.T.; SOTO, L.P.; SIGNORINI, M.L.
Editorial:
Universidad Nacional del Litoral
Referencias:
Lugar: Santa Fe (Argentina); Año: 2010 p. 98
ISSN:
978-987-657-490-7
Resumen:
La globalización de la economía internacional impone una lógica estandarizada al funcionamiento de los mercados de alimentos. La apertura de mercados, producto de esa globalización, conlleva a adecuar los procesos productivos y los productos en sí, destinados no sólo a la exportación sino también al mercado interno, a los parámetros de exigencias internacionales. Con estos parámetros no sólo se certifica la calidad del producto o proceso sino que, la evaluación o exigencia es más integral, abarcando al predio de producción, a la planta de procesamiento, a sus instalaciones, equipos, al tratamiento de la materia prima, al cumplimiento de la legislación pertinente, y a la organización de la empresa, entre otros aspectos. Los industriales argentinos deberán incorporar, en el plazo más corto que sea posible, todas aquellas normativas y condiciones que se le exige a los competidores de países industrializados. Sólo así la producción alimentaria logrará consolidarse como el motor del crecimiento dinámico y equitativo que nuestro país necesita. La producción de alimentos, en particular de las pequeñas y medianas empresas que hoy está compitiendo, en algunos casos con éxito, tanto en el mercado interno como en los mercados internacionales, debe comenzar a incorporar las nuevas pautas de calidad alimentaria que los mercados ahora comienzan a exigir. Es así que las empresas exportadoras deben cumplir una serie de requisitos entre los cuales los establecimientos y sus plantas deben ser sometidas a la aprobación, por parte de las autoridades de aplicación de la jurisdicción, según la normativa vigente en la materia. La normativa existente tiene al menos un doble propósito. Por un lado ser instrumento de mejora en la industria a través de requerimientos y especificaciones técnicas acordes con los tiempos que corren. Por el otro, contribuye a derribar las barreras técnicas o para-arancelarias, estableciendo iguales posibilidades para comerciar y colocar nuestros productos en los mercados más exigentes. Las tendencias actuales de mercado, exigen productos inocuos y genuinos, dado que la demanda actual responde al consumo privilegiado de los productos de calidad. Y si esta calidad se relaciona con el cumplimiento de las características esperadas por los consumidores, se deben considerar las acciones tomadas desde la obtención de la materia prima hasta la venta del producto final. Surge en respuesta a ello, la seguridad alimentaria, que comprende el conjunto de acciones o actividades que se realizan en el flujo de producción de alimentos, desde la producción de materias primas hasta el consumo del producto elaborado, tendientes a garantizar que el mismo cumpla con las propiedades de ser inocuo, integro y legitimo. Estas acciones o actividades están orientadas a prevenir o minimizar la contaminación de los alimentos en toda la cadena alimentaria. De allí que su objetivo principal sea asegurar alimentos inocuos a través de la disminución de los riesgos de producir enfermedades, que pueden producirse por la falla en esta seguridad. En el mejor de los casos pueden ser, desagradables, y en el peor de los casos fatales. Además implican un costo económico para la sociedad, para las personas afectadas y para la empresa involucrada. Desde el punto de vista de las responsabilidades de los gobiernos, puede traer consecuencias políticas desfavorables por no haber tomado y realizado las previsiones y controles correspondientes.