INVESTIGADORES
SIGNORINI PORCHIETTO Marcelo Lisandro
congresos y reuniones científicas
Título:
1. Utilización de los resultados de la evaluación de riesgos microbiológicos en la normalización nacional e internacional
Autor/es:
SIGNORINI, M.
Lugar:
México, D.F. (México)
Reunión:
Workshop; Aplicación del Análisis de Riesgos a Nivel Internacional; 2006
Institución organizadora:
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) – Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional
Resumen:
La inocuidad de los alimentos es una cuestión fundamental de salud pública para todos los países. Las enfermedades transmitidas por los alimentos como consecuencia de patógenos microbianos, biotoxinas y contaminantes químicos representan graves amenazas para la salud de miles de millones de personas. En los pasados decenios se han documentado en todos los continentes graves brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, lo que demuestra su importancia desde el punto de vista social y de la salud pública.   No obstante, es probable que estos brotes sean solo el aspecto más visible de un problema mucho más amplio y persistente. Estas enfermedades no sólo repercuten de forma significativa en la salud y bienestar de las personas, sino que tienen consecuencias económicas para los individuos, las familias, las comunidades, las empresas y los países; imponen una considerable carga a los sistemas de atención de salud y reducen la productividad económica.   La responsabilidad de la seguridad de los alimentos involucra a todos los actores dentro de la cadena agroalimentaria, desde el productor primario hasta el consumidor final de dichos alimentos. No obstante lo anterior, los gobiernos deben proveer las bases institucionales y regulatorias para el control de la seguridad de los alimentos. Los elementos esenciales para un sistema nacional de seguridad alimenticia son los siguientes:   Instituciones de salud pública (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Instituto Nacional de Salud Pública, Dirección General de Epidemiología, etc.). Leyes, reglamentos y normas. Infraestructura y administración. Capacidad científica. Laboratorios de Análisis (Comisión de Control Analítico y Ampliación de la Cobertura y su red de laboratorios estatales de salud pública y laboratorios acreditados como terceros autorizados). Inspección, monitoreo de alimentos y establecimientos. Vigilancia epidemiológica de salud humana. Capacidad de respuesta en caso de emergencias. Entrenamiento. Información pública, educación y comunicación.   No obstante lo anterior, el mundo ha cambiado radicalmente y supone nuevos desafíos a estos sistemas de salud pública, los cuales deben adaptarse y generar nuevas aproximaciones para el logro de sus objetivos.