INVESTIGADORES
SIGNORINI PORCHIETTO Marcelo Lisandro
congresos y reuniones científicas
Título:
Procedimientos de evaluación de la inocuidad de organismos genéticamente modificados
Autor/es:
SIGNORINI, M.
Lugar:
Morelia, Michoacán (México)
Reunión:
Congreso; IV Congreso Internacional de Epidemiología; 2005
Institución organizadora:
Asociación Mexicana de Epidemiología Veterinaria, A.C.
Resumen:
La biotecnología moderna es una de las áreas del conocimiento científico de más relevante evolución en las últimas décadas y que mayor impacto ha tenido en el desarrollo de diversos sectores como el de la salud humana y animal, agrícola, medioambiente e industrial. Sus aplicaciones involucran e inciden de manera simultánea y novedosa en estos sectores y vienen alcanzando progresivamente una mayor variedad de acciones y de productos, todos ellos de gran importancia para la economía mexicana e internacional, como lo son el farmacéutico, la producción y procesamiento de alimentos, la industria química y la remediación de los ecosistemas, por solo nombrar algunos.   México, con una población superior a los 100 millones de habitantes y con un crecimiento previsto de 20 millones de habitantes adicionales en las próximas dos décadas, se enfrenta a retos de gran importancia para proporcionar a sus habitantes servicios y condiciones necesarios para desarrollar una vida digna. Las demandas de alimentos seguros y nutritivos, medicamentos y servicios de salud modernos, por un medio ambiente no contaminado, por una industria con procesos seguros y productos comepetitivos y simultáneamente por el cuidado y uso sustentable de nuestra biodiversidad, representan retos extraordinarios para la sociedad mexicana que deben ser enfrentados y solucionados de una manera concertada, inteligente y respetuosa con el medio ambiente.   México es un país biológicamente megadiverso que debe desarrollar una visión diferente, propia y especializada de la biotecnología.   Paralelamente a la evolución de la biotecnología moderna han surgido crecientes preocupaciones e incertidumbres de diversos sectores de la población, incluidos miembros de la comunidad científica y humanista, en el sentido de que cierto tipo de aplicaciones biotecnológicas debe ser sujetas a una evaluación que permita tanto establecer una oportuna previsión de posibles riesgos, como contar con mecanismos de monitoreo para la protección de los ecosistemas y de la salud pública.   Para ello, el marco jurídico nacional requiere actualizarse y modernizarse en diferentes aspectos para propiciar el desarrollo de la biotecnología en México. Una de las áreas en donde este esfuerzo debe realizarse es en la de la bioseguridad para el uso y manejo seguros de organismos genéticamente modificados (OGMs) o transgénicos. Esta situación es de particular relevancia ya que el Senado de la República ratificó el Protocolo de Cartagena el 30 de abril de 2002 y entró en vigor el 11 de septiembre de 2003, después de haber sido ratificado por 50 países firmantes.