INVESTIGADORES
GESSAGHI Maria Victoria
capítulos de libros
Título:
La “clase alta” en la encrucijada: “heredar la vajilla de San Martin” o “hacerse profesionales”
Autor/es:
VICTORIA GESSAGHI
Libro:
Formación y reproducción de las elites: nuevas investigaciones en Argentina, Brasil y Francia
Editorial:
Manantiales
Referencias:
Lugar: Ciudad de Buenos Aires; Año: 2011;
Resumen:
Este capítulo analiza la relación entre mérito y parentesco en la producción de “la clase alta” argentina en tanto factores de legitimación de una posición de privilegio.  Las reflexiones que se desarrollan aquí tienen su origen en una investigación que tuvo por objeto analizar las trayectorias educativas de “la clase alta”. Esta categoría de identificación refiere a una red de familias cuyos apellidos se vinculan con quienes formaron parte de la “elite fundadora de la patria” y que tienen un pasado en el país con anterioridad a las inmigraciones masivas.  La “clase alta” remite a una trama formada por las “familias tradicionales” de nuestro país: “llegaron primero”, están vinculados a “la tierra” y fundaron -según representaciones ampliamente instaladas- buena parte de la Argentina moderna. Estar inserto en una red social formada por algunas familias; hablar de determinada manera; son algunos de los signos de la diferencia (Gessaghi, 2010). Pero por sobre todas las cosas, el apellido pareciera “autorizar” y esa legitimidad de la posición se transmite como un patrimonio en el seno de una línea que inscribe la historia de la familia en una trayectoria dentro de “la clase alta”. Sin embargo, en nuestra sociedad no hay privilegios de nacimiento. O si los hay, no están legitimados. De manera que el primer problema que deben enfrentar las “familias tradicionales” tiene que ver con legitimar sus posiciones en una sociedad que no reconoce prerrogativas heredadas. El segundo, radica en la dinámica histórica propia que atravesó a la Argentina con el progreso del siglo XX. Si la representación de la “clase alta” como una elite económica y política logró consolidarse hacia el primer centenario del país (Losada, 2008), ella se verá cuestionada desde el momento mismo de su consolidación. La Ley Sáenz Peña de 1912 y la mayor permeabilidad del régimen político a las demandas de los grupos subalternos y la irrupción del peronismo profundizaron la pérdida de gravitación social y política de los grandes terratenientes (Gras, 2010). Estas mutaciones se traducen en una pluralidad de experiencias en las trayectorias de los sujetos concretos. Mediante la reconstrucción de las trayectorias de vida (Cragnolino, 2001; Santillán, 2007) de sujetos que pertenecen a “las familias tradicionales”, mi intención a lo largo de esta presentación es analizar las tensiones que estos cambios produjeron en su reproducción social. Analizo las trayectorias de cinco entrevistados como uno de los diversos tipos dentro de las “familias tradicionales” intentando reconstruir una pluralidad de visiones y las ambigüedades vividas por algunos de ellos Quiero abordar los modos en que el uso de la metáfora del parentesco como criterio de legitimación social se ve disputado por otro principio de distinción social, el mérito, produciendo un pasaje del “terrateniente” a “el profesional”. La meritocracia y la herencia no son dos lógicas dicotómicas sino íntimamente relacionadas: se oponen, se complementan o se yuxtaponen. A lo largo del recorrido a través de las trayectorias concretas de los sujetos entrevistados, me interesa resaltar los matices y la complejidad que asume la relación entre estas dos lógicas y, en consecuencia, la heterogeneidad desde la que se construye “la clase alta”.