BECAS
REISIN Pamela Ruth
capítulos de libros
Título:
Elsa Fernández: “mi política es la de la tierra”. Uruguay (1916- 2001)”
Autor/es:
REISIN PAMELA
Libro:
Maestras y maestros en América Latina (1800-1950)
Editorial:
CLACSO
Referencias:
Lugar: Lima; Año: 2024;
Resumen:
La preocupación principal que manifestó Elsa Fernández a lo largo de su trayectoria como maestra primero y como legisladora después, fue la vida de las personas que habitaban en los rancheríos en el norte de Uruguay. Aquellas eran familias no propietarias de tierras y que se habían asentado, durante las primeras décadas del siglo XX, en pequeñas franjas al borde de grandes estancias ganaderas. Las condiciones de vida de estas personas eran precarias ya que no disponían de un trabajo estable ni de tierras para producir sus propios alimentos. Al respecto, declaró en una entrevista, “Mi política es la de la tierra y son los problemas del campo, de sus habitantes, de sus trabajadores, los que me interesan profundamente” (Fernández, 1961, p. 32). Elsa Fernández nació en el Departamento de Lavalleja en 1916, se formó como maestra en Montevideo y al recibirse, con diecisiete años, se trasladó a Caraguatá para ejercer la docencia. Caraguatá era una de las áreas rurales más pobres de Uruguay, ubicada al centro norte del país. Allí trabajó desde 1933 hasta 1944 como maestra y directora de la Escuela Rural Nº 28. Vivió con su marido, Juan Antonio Borges (1900-1984), quien era médico rural en la policlínica de la localidad. Juntos llevaron adelante un trabajo coordinado para combatir los problemas “médico-social y sanitario” (Borges y Fernández, 1946:4) en dichas poblaciones. Sostenían que era necesario “coordinar dos fines vitales: la salud y la educación” y que la escuela y la policlínica debían actuar como “irradiadores de una cultura sanitaria” (Borges y Fernández, 1946:3). Según sus declaraciones, el objetivo de ambos era generar “conciencia sanitaria” y contribuir así en la prevención de enfermedades infecciosas y/o vinculadas con malas condiciones de higiene y salubridad (Borges y Fernández, 1946, p.4).El compromiso social de la pareja se volcó también al arte, Elsa Fernández y Juan Antonio Borges, constituyeron una dupla de escritores literarios ; en sus obras estaba presente la escuela y las particularidades de la vida rural. Coescribieron tres libros de crónicas y relatos, “Miel amarga” (1937); “Agua turbia: mirando hacia la campaña, el dolor uruguayo” (1939) y “María Victoria. Drama campesino en tres jornadas” (1945) y, tres obras teatrales, “Loj´infelise” (1941); “Tierra ajena” (1943); y “Un pueblo en el camino (1948)” . Miguel Soler Roca , maestro rural con quien Elsa compartió distintos espacios de organización del magisterio, consideró que los dos primeros libros publicados por la pareja fueron: contribuciones importantes a la sensibilización de la opinión pública respecto a la condición miserable de una parte de la población campesina, en áreas de latifundio ganadero, con fuerte incidencia de sífilis y tuberculosis a las que, como a otros problemas, Borges y Fernández combatieron desde su Policlínica y su Escuela, en acción mancomunada (Soler Roca, 1987, p. 30).Particularmente, sobre “Agua turbia: mirando hacia la campaña, el dolor uruguayo” (1939), Soler Roca consideró que fue “valiente testimonio” que tradujo “en dramática literatura, el ineludible vínculo entre una realidad humana miserable y la visión y la obra de la maestra rural” (Soler Roca, 2005, p. 50). Por otra parte, la obra teatral “Tierra ajena” (1943), en la que se abordó el problema de la tenencia de las tierras y la necesidad de una reforma agraria pacífica, fue premiada por el Ministerio de Instrucción Pública.Estos reconocimientos públicos nos plantean la pregunta sobre cuáles fueron las razones y los circuitos sociales que facilitaron los mismos, o, en otras palabras, ¿cómo y por qué las obras literarias de una maestra y un médico, que vivían en un apartado poblado rural, más cercano al límite con Brasil que a Montevideo, circularon por distintos ámbitos y fueron hasta premiadas? Se puede plantear como una respuesta posible, que el pasado de la maestra y el médico en Montevideo, y su círculo social ligado a la educación, el arte y la política, favorecieron la difusión de las mismas. Juan Antonio Borges, mientras era estudiante de medicina en Montevideo, incursionó en el cine y dirigió el primer largometraje de ficción que se tenga registro en Uruguay, titulado “Almas de la costa” (1923); a su vez, ambos eran militantes de una de las corrientes batllistas del Partido Colorado. El inicio del trabajo de Elsa Fernández en Caraguatá coincidió con el año en que se efectuó un auto Golpe de Estado en el país, perpetrado en marzo de 1933 por el presidente Gabriel Terra, quien disolvió el parlamento e instauró un régimen conservador y antidemocrático; la democracia se recobró en 1942 cuando se celebraron elecciones nacionales libres. Un mes antes del autogolpe, en febrero de 1933, organizaciones magisteriales llevaron adelante el Primer Congreso Nacional de Maestros, en el cual se debatió, entre otros temas, sobre la función de la escuela en el medio rural. Durante el periodo terrista estos debates sobre la escuela rural continuaron al interior del magisterio motorizados por textos que diversos maestros y maestras producían sobre el tema; escribían para los Concursos Anuales de Pedagogía, publicaban artículos periodísticos y boletines gremiales y, también, difundían sus ideas y experiencias mediante obras literarias como fue la novela pedagógica autobiográfica “Vida de un maestro” (1935) de Jesualdo Sosa y los textos mencionados de Elsa Fernández y Juan Antonio Borges. Las trayectorias del médico y la maestra se entrelazaron no sólo en la vida privada sino también en la pública mediante la realización de proyectos comunes que integraban educación, salud, arte y política, trascurriendo así sus vidas entre Caraguatá y Montevideo. La pareja tuvo una hija cuando Elsa tenía treinta y cinco años.