VINCULACIÓN TECNOLÓGICA
Investigadores del CONICET trabajan en la digitalización del Archivo General de la Nación
El objetivo es preservar el patrimonio y democratizar el acceso a uno de los fondos documentales más grandes del país.
Actas de gobierno del Virreinato del Río de la Plata, fotografías de la construcción del puerto de Buenos Aires, registros fílmicos de noticieros cinematográficos pertenecientes a los años 40’. Estas son algunas de las piezas que forman parte del inventario de la historia argentina y que son conservadas aún hoy.
El Archivo General de la Nación Argentina (AGN) es el organismo dependiente del Ministerio del Interior que reúne, ordena y conserva la memoria de los argentinos. La preservación de este patrimonio bibliográfico y fotográfico es de vital importancia para construir la identidad del país.
Juan Pablo Zabala, investigador asistente del CONICET en el Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y Tecnología (IESCT- UNQ) y actual director del AGN, lleva adelante un proyecto de digitalización de los fondos documentales, entre los que se encuentran colecciones de manuscritos, fotografías y archivos de sonido y video, desde la época colonial hasta nuestros días.
“Me convocaron en 2008 para analizar cuáles serían las mejores estrategias para la intervención en el Archivo, y desarrollamos un programa más general de lo que se había planteado inicialmente, que era básicamente digitalización. Diseñamos un proyecto de modernización que incluye varios ejes de acción: catalogación, normalización, preservación de los documentos, disposición de los depósitos y, a futuro, difusión vía web”, destaca Zabala.
Por su parte, Fernando Boro, profesional principal del CONICET en el Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (IHAYA, CONICET-UBA) y miembro del equipo, insiste en la importancia de preservar las fuentes, que son la escasa materia prima que posee la comunidad para reconstruir el pasado y dar lugar a debates historiográficos entre los investigadores, considerando la digitalización como un procedimiento que ayuda a la sobrevida de los registros.
“La tecnología digital permite obtener documentos mejor preservados a corto y largo plazo y un acceso democrático a ellos. Con Internet esto se amplía más aún. Podemos estar tranquilos, estamos resguardando la memoria de la Argentina, para nosotros y las futuras generaciones, con las tecnologías más modernas que hay teniendo en cuenta la mejor experiencia internacional”, afirma.
El pasaje de los fondos documentales al formato digital no sólo permite una mejor preservación sino que posibilita que varios usuarios simultáneamente puedan visualizar y seleccionar de manera más sencilla y rápida los materiales fotográficos, audiovisuales y bibliográficos de su interés con una calidad superior. Asimismo, se prevé en el mediano plazo que los contenidos digitalizados sean publicados en la página web del AGN para dar aún más accesibilidad.
Al respecto, Luis Priamo, especialista experto en fotografía antigua y consultor del Archivo, da cuenta de las diferencias con la metodología anterior: “La digitalización es una ventaja práctica para los investigadores. Antiguamente teníamos que ir a fotografiar los originales, lo que implicaba un deterioro constante de los materiales, o pedir al AGN que hiciese reproducciones fotográficas al viejo modo con cámaras analógicas y esperar días y días para tenerlas. Hoy consultamos en la pantalla, preservando los originales y en el día nos llevamos las imágenes”.
El equipo de Zabala no sólo se dedicó a la digitalización sino que previamente trabajó en la adopción de normas archivísticas internacionales para la descripción de los materiales. Con el fin de comprender el contexto histórico del que surgieron, realizan un estudio previo institucional del archivo para organizar los fondos de acuerdo a la procedencia de los materiales.
Debido a la gran escala patrimonial que posee el AGN, los investigadores optaron por tomar criterios de selección a la hora de intervenir los archivos, teniendo en cuenta la descripción que poseen, el nivel de consulta y el estado de conservación de los fondos, otorgándole prioridad a los de mayor riesgo físico, la descripción que poseen y el nivel de consulta, según explica Zabala.
La implementación de este proyecto incluyó la compra de equipos especializados de escaneo que permiten un manejo adecuado sin deterioro de las piezas y el desarrollo de software que replica de forma digital la estructura de las normas internacionales para la descripción. Además el AGN, órgano rector en materia archivística de la administración pública nacional, brinda asesoramiento a los distintos organismos del país.
“La digitalización representa un salto de calidad enorme. No se trata simplemente de comprar el equipo y apretar botones, es toda una estrategia de preservación digital a largo plazo. Cuando se tienen buenos equipos de digitalización y operadores entrenados, esas máquinas producen en gran escala y con alta calidad”, concluye Boro.
Por Cecilia Leone