Encuentro virtuoso entre ciencia, gobierno y el sector socio productivo

Por iniciativa del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el 4 de junio se celebra en Argentina el Día Nacional de la Vinculación Tecnológica, homenajeando así el nacimiento del destacado físico y tecnólogo Jorge Sábato (1924-1983). Entre sus múltiples aportes teóricos, se destaca la formulación del concepto hoy conocido como “triángulo de Sábato”, expresión gráfica del modelo analítico relacional que postula, como condición de desarrollo socio-económico, la necesidad de coordinar la vinculación de tres sectores clave: el gobierno, la ciencia-tecnología y la estructura productiva.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) postula a la ciencia y a la tecnología como eje central para abordar el presente y el futuro; el saber científico producido en lo público, con el esfuerzo de investigadoras e investigadores desde el pujante desarrollo del conocimiento, en acuerdo con el sector socio productivo y sus necesidades, articulando además con un proyecto de país, de nación y de sociedad, implica un desafío y compromiso asumido.

En tiempos de crisis, los procesos disruptivos generan posibilidades de pensar nuevas estrategias sistémicas y, abordar desde la ciencia y vinculación tecnológica, la posibilidad de generar valor agregado y conocimiento para que productores, pymes, cooperativas e industrias puedan apropiarse de la tecnología, de los contenidos, los internalicen y puedan mejorar, por lo que resulta imprescindible generar procesos de vinculación asociados a la producción y al debate de los conocimientos científicos.

La Gerencia de Vinculación Tecnológica (GVT) del CONICET, impulsa y potencia proyectos regionales con el objetivo de articular los criterios y prioridades de los territorios donde se encuentran las 17 Oficinas de Vinculación Tecnológicas (OVT), las cuales integran la Red de Desarrollo Federal de la Vinculación.

“Las mejoras en las actividades de vinculación evidenciaron un desenvolvimiento económico alcanzando picos históricos de facturación, lo que permite desde evaluar el impacto y la generación de empleo, hasta la participación del PBI de los servicios y proyectos realizados en conjunto con el sector socio productivo; ejemplo de esto son los barbijos licenciados a KOVI SRL y los kits moleculares licenciados a NEOKIT, ya que en ambos casos las empresas ampliaron considerablemente su planta de personal y su cartera de proveedores” afirma Sergio Romano, Gerente de Vinculación Tecnológica. En esa línea, destaca la continuidad en la política de creación y reconocimiento de Empresas de Base Tecnológicas, las cuales en la actualidad alcanzan un total de 39 EBT´s formalizadas.

Otro ejemplo de vinculación, que en la actualidad tiene 10 años de desarrollo, es Y-Tec, una de las principales empresas de base tecnológica del CONICET e YPF, la cual contribuye con diferentes proyectos de investigación asociados a la industria petrolera, al agro y a las nuevas energías.

También, el CONICET impulsó exitosas iniciativas que permitieron hacerle frente a la pandemia desde todas las disciplinas del conocimiento: las Ciencias Sociales y Humanidades, las Ciencias Exactas y Naturales, las Ciencias Biológicas y de la Salud, las Ciencias Agrarias, Ingeniería y de Materiales, y la Tecnología. Este objetivo se alcanzó gracias al trabajo de toda la comunidad del Consejo; a las diversas convocatorias que permitieron orientar las líneas de investigación y; a la articulación entre el sistema científico y el sector productivo, ante la demanda específica de la pandemia y la lucha contra el SARS-CoV-2, para construir soluciones concretas.