El CONICET lamenta el fallecimiento de Juan Carlos del Bello
Ocupó importantes cargos públicos, principalmente en organismos e instituciones de ciencia y tecnología, con gran relevancia y trascendencia. Fue interventor del CONICET, creador de la CONEAU, el primer secretario de Políticas Universitarias de Argentina, director de la SECYT, creador de la ANPCYT, entre otros; además fue docente en distintas universidades.
Su colega y miembro del Directorio del CONICET por la Gran Área de Ciencias Agrarias, Ingenierías y Materiales, Dr. Miguel Laborde, realiza un recorrido por su vida y extensa trayectoria, donde lo define como un gran “hacedor” y destaca la importancia de su labor para la Ciencia y la Tecnología. Lo recuerda con las siguientes palabras: Juan Carlos del Bello era marplatense pero sus padres se mudaron, cuando él era muy pequeño, a la ciudad de General Roca. Se educó en la escuela pública y se recibió de Licenciado en Desarrollo y Programación Económica en la Universidad Nacional del Comahue. Se incorporó como docente en la misma universidad, de la cual fue expulsado en 1975, partiendo posteriormente junto con su esposa, al exilio.
Conocí a Juan Carlos a través de su esposa Marta. Ellos retornaron al país en 1984, luego del exilio forzado en Costa Rica. Marta es química y se incorporó al PINMATE, un cuasi instituto CONICET que tenía su sede en el Pabellón de Industrias de Ciudad Universitaria. Juan Carlos solía ir a buscarla y ahí nos poníamos a charlar de política científica o de política, a secas. Todavía recuerdo las marchas que compartimos reclamando mayor presupuesto y mejores salarios y que tenían por epicentro la sede de Rivadavia 1917. Ahí nació una relación que se fue profundizando a medida que pasaban los años y ambos nos manteníamos en el sistema. Aunque no siempre coincidíamos en algunos temas, lo respetaba profundamente porque Juan Carlos era un hacedor, y un hacedor peronista. No voy a enumerar todos los cargos públicos que ejerció durante su vida, porque fueron muchos. Sólo voy a referir los que estuvieron relacionados con la ciencia y la tecnología. Durante el gobierno de Menem, fue el primer secretario de Políticas Universitarias de Argentina. Durante su gestión se crearon el Programa de Incentivos a los Docentes Investigadores Universitarios, la Comisión de Acreditación de Postgrados y el Fondo para el Mejoramiento de la Calidad (FOMEC), se amplió la autonomía y autarquía universitaria estableciéndose que en materia presupuestaria las universidades nacionales recibirían una suma global para su libre disposición. En su gestión, además, se realizó el primer Censo de Estudiantes de las Universidades Nacionales; se constituyó el Sistema de Información Universitaria y se establecieron las paritarias de las autoridades universitarias con los sindicatos, a nivel particular (en cada Universidad).
Fue autor de la Ley de Educación Superior (LES) (Ley 24.521), que con pocas modificaciones, rige desde 1995 el sistema universitario argentino, tanto para universidades estatales como privadas. Con la puesta en marcha de dicha ley, se constituyó la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) siendo su primer presidente Emilio F. Mignone. Posteriormente en 1996 fue convocado para dirigir la Secretaría de Ciencia y Técnica (SECYT), cargo que ocupó hasta el fin del mandato presidencial de Carlos Menem. Simultáneamente fue Interventor del CONICET durante un año hasta su normalización. La actual composición del Directorio del organismo fue creación del Juan Carlos a través del Decreto 1661/96. De alguna manera ese decreto democratizó parcialmente al organismo ya que permitió a los investigadores elegir a cuatro de sus ocho miembros. Durante su gestión en la SECYT, se creó la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCYT) y el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica; se elaboró el primer Plan de Desarrollo Científico y Tecnológico del período democrático. Acordó con el INDEC la primera encuesta sobre conducta tecnológica en el sector manufacturero (1998). Modificó el reglamento de la Ley 23.877 sobre Promoción y fomento de innovación tecnológica y la puso a pleno funcionamiento. Cuando asumió la Presidencia Néstor Kirchner fue asesor del secretario de Ciencia y Tecnología, Tulio del Bono, con responsabilidades para la formulación y negociación con el BID y con el BIRF para un préstamo de Ciencia y Tecnología. Concluido el mandato de Néstor Kirchner y el de Tulio del Bono, se dedicó exclusivamente a tareas docentes, de investigación y consultoría internacional. En 2007, formuló el proyecto de ley de creación de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), de la cual fue rector organizador primero y luego rector electo, cargo que ejerció hasta su fallecimiento.
No muchos saben que en 1988 el CONICET aprobó su ingreso a la carrera del investigador, cargo al cual Juan Carlos decidió no acceder. Años después modificaría profundamente al sistema de ciencia y técnica y al CONICET
Estoy convencido que el sistema de CyT y el país necesita de muchos hacedores como lo fue Juan Carlos, que siempre actuó con pasión y con un espíritu genuinamente federal. Se podrá disentir con lo que hizo, pero lo cierto es que hasta hoy nadie ha hecho tanto por la Ciencia y la Tecnología.
Se dice que detrás de un gran hombre suele haber una gran mujer. En este caso hay que decir que al lado de Juan Carlos había una gran persona, su esposa de toda la vida, Marta Borda, a quien acompañamos con afecto en este doloroso momento.