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“Donde nace el conocimiento”: una producción documental con científicos de todo el país

El ciclo recorre el sistema científico argentino a través de la palabra de investigadores del CONICET pertenecientes a diferentes áreas del conocimiento.


La productora audiovisual del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) – CONICET Documental de la Dirección de Relaciones Institucionales lanzó en agosto Donde nace el conocimiento, una serie de micro documentales que recorren la Argentina explorando los aportes de la ciencia y la tecnología en el país. El ciclo fue dirigido por Juan Ignacio Pollio y se transmite por primera vez en TV Pública, Encuentro y distintas redes sociales.

La producción consta de cinco capítulos y es narrada por científicos del CONICET en los espacios clave donde se genera el conocimiento. En esta serie documental el relato se construye a través de charlas entre colegas donde los investigadores, en ciertos momentos, cumplen el rol de guías y presentadores de los temas y espacios abordados. 

El primer episodio Ischigualasto, el origen de los dinosaurios aborda la manera en que la investigación científica ha logrado ponderar este sitio geográfico como un lugar único en el mundo por su valor paleontológico. Ischgualasto no es sólo patrimonio cultural e identitario de la Provincia de San Juan, sino que, además, es un motor de la economía regional ya que atrae visitantes de todo el mundo. La paleontóloga Cecilia Apaldetti es la protagonista de este capítulo.

Energía limpia y sustentable es el segundo episodio. Aquí Fabiana Gennari presenta un enfoque innovador que busca aprovechar fuentes renovables y contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto. Gennari y su equipo, están desarrollando un proceso catalítico que utiliza residuos fermentados para producir una mezcla de etanol y agua. Utilizando catalizadores diseñados por su grupo, esta mezcla se convierte en hidrógeno, junto con CO2. En una segunda etapa, el equipo de científicos propone almacenar este hidrógeno en materiales también desarrollados por ellos, que actúan como una esponja para capturarlo y retenerlo en su interior.

El tercer corto se titula El observatorio de sismos y presenta, de la mano del geólogo Gustavo Ortiz, la relevancia que tiene el monitoreo de la actividad sísmica en la región cordillerana para la planificación de la Provincia de San Juan. El observatorio permite con estaciones instaladas en diferentes localidades de la región, mapear las fallas geológicas subterráneas que revelan los sismos para expandir la ciudad con el mejor cálculo de riesgo posible. Construir la ruta bioceánica que conecta los océanos Atlántico y Pacífico a través de la provincia de San Juan, hacer represas, túneles y edificios adaptados a las condiciones que impone una zona con riesgo sísmico, sería imposible sin la construcción de este conocimiento. 

La magia de los Nanoestructurados es el cuarto capítulo de este ciclo. En él se explora el mundo de las nanopartículas imantadas, destacando sus propiedades únicas y su impacto en la tecnología médica. A través de la perspectiva de Roberto Zysler, se revela cómo estas diminutas partículas magnéticas pueden ser un revolucionario aporte en el tratamiento de desprendimientos de retina. El relato se adentra en el desarrollo de una innovadora técnica que utiliza nanopartículas para mantener la retina en su lugar durante la recuperación. La narrativa subraya la importancia del trabajo interdisciplinario y el impacto transformador del conocimiento científico en la medicina.

El quinto y último corto documental es Una planta contra el dengue. Liderado por Valeria Sülsen y Claudia Sepulveda, un grupo de investigadores estudia las propiedades medicinales de plantas nativas para desarrollar un tratamiento antiviral contra el dengue, una enfermedad sin terapia específica en la actualidad. El equipo recolecta y estudia plantas de la familia Asteraceae, conocidas por sus usos tradicionales en comunidades indígenas. A lo largo del proceso, las plantas se procesan en laboratorios para extraer compuestos que podrían combatir el virus. Los experimentos muestran resultados prometedores, sugiriendo el potencial de crear un medicamento que alivie los síntomas del virus.