DÍA MUNDIAL CONTRA LA HEPATITIS
¿Cuánto sabés sobre la hepatitis viral?
Conocer los diferentes virus que la causan, sus consecuencias y la situación epidemiológica es fundamental para su control y prevención.
Por Viviana Ré*
Las hepatitis virales denominadas A, B, C, D y E son enfermedades infecciosas que afectan a millones de personas en todo el mundo, causan enfermedades hepáticas agudas y crónicas, y la muerte de cerca de 1,4 millones de personas al año, en su mayoría por hepatitis B y C. Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, sólo el 5% de las personas con esta infección crónica sabe que está infectado, y aproximadamente el 1% tiene acceso al tratamiento.
Sin embargo, los avances ocurridos en la última década en conocimiento epidemiológico, vías de transmisión, implicancias clínicas e historia natural de estas infecciones han permitido mejorar el diagnóstico, el tratamiento e incorporar medidas sanitarias de prevención para reducir su diseminación.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso una Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Hepatitis Virales para 2016-2021, aprobada en la 69.a Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2016, donde se plantean las primeras metas mundiales contra hepatitis virales, entre las que se encuentran la reducción de los nuevos casos de hepatitis B y C en un 30 por ciento y la reducción de la mortalidad en un 20 por ciento para 2020.
Hepatitis A
El virus que la causa se transmite por vía fecal–oral, generalmente a través de agua y alimentos contaminados y provoca infecciones agudas autolimitadas, es decir que se curan espontáneamente. Si bien Argentina es un país con un endemicidad- intermedia –o sea que el virus circula naturalmente pero de manera moderada-, la implementación de un conjunto de políticas desde el Ministerio de Salud de la Nación (incluyendo a partir de 2005 la vacunación en una dosis de niños de un año) ha permitido disminuir en los últimos años los casos anuales de hepatitis de 60.000 a 500 y reducir las hepatitis A fulminantes. Otro dato revelador es que desde el año 2007 no se requieren trasplantes de hígado en niños a causa de esta enfermedad. Asimismo, entre los años 2008 y 2009, no se registraron casos de trasplante hepático por Virus de Hepatitis A (HAV) en Argentina.
Sin embargo hay que tener en cuenta que, por un lado, en los últimos años en nuestro país se ha detectado HAV en cursos de aguas recreacionales, como ríos o lagos. Y, por otro, como consecuencia de la disminución de la circulación debida al mejoramiento en las inmunizaciones y a las condiciones higiénico-sanitarias de nuestra población se reportó un considerable aumento de individuos adultos jóvenes susceptibles a la infección que al estar menos expuestos tienen menos inmunización natural. Esto invita a reforzar las medidas de control y prevención, por lo que sería recomendable que las personas nacidas antes de 2005 chequeen su inmunidad ante este virus y en caso de resultar negativos pueden optar por colocarse la vacuna.
Hepatitis E
El Virus de la Hepatitis E (HEV) es de transmisión entérica –fecal-oral-, zoonótico –de animales a humanos- y endémico –circulación natural- en varios países en desarrollo y emergente en países industrializados –es decir que están apareciendo casos autóctonos en regiones que antes se consideraban libres de este virus-. Actualmente, hay cuatro genotipos (gt) reconocidos. Los gt 1 y 2 fueron reportados en Asia y África, mientras que los gt 3 y 4, no asociados a brotes epidémicos, han sido hallados en humanos y animales, incluso en nuestro país. Curiosamente, la ingesta de carne, especialmente porcina y sus derivados, parece estar asociada con la infección con gt 3.
En individuos inmunocompetentes -cuyo sistema inmune está en buen estado y puede generar una respuesta adecuada– la infección con HEV usualmente es leve o sin síntomas, excepto la infección por HEV gt 1 en mujeres embarazadas, situación que puede desencadenar hepatitis fulminante en altos porcentajes. En pacientes inmunosuprimidos –cuyo sistema inmune no tiene la capacidad de responder correctamente-, tales como receptores de trasplante, HEV se presenta en altas tasas de infección y puede ocurrir la progresión crónica, especialmente con gt3. Si bien existe una vacuna, sólo ha sido licenciada en China.
En Argentina en los últimos años han aumentado las publicaciones que evidencian la circulación de HEV y se ha descripto circulación de HEV gt 3 en cerdos y matrices acuosas ambientales y prevalencias en humanos que varían entre 0,15% y 35%, según la población estudiada. La frecuencia es aún mayor en individuos inmunosuprimidos.
Si bien los reportes de casos son escasos en nuestro medio, su detección está subestimada debido, probablemente, a su escaso conocimiento y acceso al diagnóstico. Las crecientes publicaciones de casos a nivel mundial sumados al mejoramiento en el acceso al diagnóstico y la evidencia reciente de circulación de HEV en nuestra región nos invita a profundizar en su seguimiento y detección, así como a alentar al sistema de salud y a la comunidad médica a considerar este virus en casos de sospecha de hepatitis virales sin causa aparente.
Hepatitis B y C
Los virus que las causan, HBV y HCV, se transmiten por vía parenteral –es decir a través de sangre y derivados-, y sexual y vertical -de madre a hijo-. El HBV provoca infección aguda que se resuelve en el 90 por ciento de los casos en individuos adultos, mientras que en el 10 por ciento restante se vuelve crónica y, sin un tratamiento adecuado, pueden progresar a cirrosis o a cáncer de hígado. Esas cifras de progresión a enfermedad hepática aumentan para HCV, y causa hepatitis crónicas en aproximadamente el 90 por ciento de los casos.
En nuestro país se estima que alrededor del 2 por ciento de la población -aproximadamente 800 mil personas- pudo haber estado en contacto con el virus de las hepatitis B o C.
Pero en los últimos años los hallazgos en materia de tratamiento para estos virus han avanzado a pasos agigantados y hoy en día es posible decir que más del 90 por ciento de las personas con hepatitis C pueden curarse completamente en un plazo de 3 a 6 meses. El tratamiento apropiado puede evitar la aparición de las graves complicaciones, potencialmente mortales, de las enfermedades hepáticas crónicas. Sin embargo, aún falta mayor disponibilidad y acceso a menores costos.
Es importante saber que el HBV se puede prevenir y que en nuestro país la vacuna fue incorporada en año 2000 en Calendario Nacional de Vacunación en tres dosis a partir del nacimiento, por lo que gran porcentaje de nuestra población joven está inmunizada para este virus. Sin embargo, un gran número de adultos sexualmente activos no ingresaron al programa de inmunización y constituyen un escenario propicio para la transmisión. Actualmente la vacuna de la Hepatitis B es gratuita para todos los argentinos por lo que estimular a la población adulta acceder a la vacuna es un gran desafío para la Salud Pública.
Por eso, las principales medidas de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Hepatitis Virales para 2016-2020 consistirán en ampliar los programas de vacunación contra la hepatitis B; mejorar la seguridad de las inyecciones, transfusiones e intervenciones quirúrgicas; ampliar los servicios de “reducción de daños” para los consumidores de drogas por vía parenteral, y el aumento del acceso al diagnóstico y tratamiento de ambas infecciones virales.
* Viviana Ré es Doctora en Ciencias de la Salud con mención en Biomedicina, Bioquímica, investigadora adjunta del CONICET en el Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella” (InViV, FCM- UNC), profesora adjunta en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Además es miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Virología (SAV).