LA CIENCIA DE LOS CIELOS
Cien años de Astronomía
Este 14 de febrero cierra el ciclo de celebraciones por el centenario de la Unión Astronómica Internacional. Científicos del CONICET, con destacado rol en la Astronomía mundial, participaron de las actividades de conmemoración.
Culmina este mes el ciclo de celebraciones, iniciado en febrero de 2019, con motivo de la conmemoración del primer centenario de la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés). Las diferentes actividades de divulgación científica, realizadas a lo largo y ancho del globo durante los últimos doce meses, buscaron promover la importancia de la Astronomía y la alfabetización científica en materia astronómica. Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) participaron de las actividades conmemorativas en función del preponderante papel que ocupan los científicos argentinos en la astronomía a nivel mundial.
Creada en 1919, la organización que rige las normas y nomenclaturas que posibilitan el entendimiento global en tópicos astronómicos cuenta, cien años más tarde, con más de 13500 miembros activos de 107 países diferentes, aproximadamente 160 de ellos son científicos argentinos. Durante las conmemoraciones por el aniversario del organismo internacional, “se celebraron los avances científicos del siglo que dieron forma a esta ciencia y se resaltó la importancia de la astronomía como herramienta para la educación, el desarrollo y el contacto entre los pueblos: un idioma común que intenta explicar el origen común de los seres humanos, en las estrellas”, afirma Beatriz García, investigadora del CONICET en el Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas de Mendoza (ITEDAM, CONICET – CNEA – UNSAM) y presidenta del National Outreach Coordinator (NOC, por sus siglas en inglés), una asociación dependiente de la IAU creada para la promoción de la astronomía en Argentina.
100 Años bajo un mismo cielo
En el marco del aniversario de la organización que nuclea a los astrónomos del mundo, se lanzó la serie IAU100 Under one Sky: Astronomy around the World (Bajo un Mismo Cielo: Astronomía alrededor del Mundo), cuyo objetivo fue reflejar la diversa comunidad astronómica mundial. Cada país miembro presentó un audiovisual acerca de su propia historia de la astronomía, sus esfuerzos en investigación y la forma en que se celebra esta ciencia en cada país.
El video nacional inauguró el ciclo de audiovisuales y fue uno de los que obtuvo mayores visualizaciones de la serie a nivel internacional. Fue desarrollado por el CONICET (por el área Audiovisual de la Dirección de Relaciones Institucionales) con el apoyo, asesoramiento de astrónomos de las distintas instituciones científicas del país dedicadas a la investigación y difusión de la ciencia que estudia los cielos. El video presentó el patrimonio astronómico del país y la historia de la astronomía en Argentina, datada de hace más de un siglo.
La Astronomía en Argentina
“La Argentina tiene una tradición y una trayectoria de ya casi 150 años en la materia, desde que el presidente Domingo Sarmiento fundó el Observatorio Astronómico de Córdoba, que celebrará en 2021 su centésimo quincuagésimo aniversario”, sostiene Leonardo Pellizza, presidente de la Asociación Argentina de Astronomía, una organización que nuclea a astrónomos profesionales y aficionados de todo el país.
Tanto en colaboraciones teóricas como observacionales, los astrónomos argentinos participan activamente de la construcción de conocimiento científico: “hay instrumentos internacionales construidos en el país y otros en territorio extranjero, pero de los cuales Argentina realiza una notoria intervención” declara Pellizza en referencia al lugar que ocupa el país en la astronomía mundial. Y agrega: “nuestros investigadores participan con centenares de publicaciones en revistas científicas de primer nivel”.
En tanto, Cristina Mandrini, investigadora del CONICET en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE, CONICET-UBA) y presidenta del Comité Nacional de Astronomía, que sirve de vínculo entre los miembros de la AAA y la IAU, resalta la importancia de la Astronomía de industria nacional a nivel mundial como “muy destacada, en algunas áreas con un rol más relevante que en otras. Las Astronomía argentina ha llegado a varios niveles de divisiones de la IAU, incluso uno de sus presidentes fue el argentino Jorge Sahade”, Y agrega la científica: “Además, Argentina, a través de sus científicos, hace una amplia tarea de divulgación y educación de la Astronomía”.
Si bien la Astronomía se explora de forma amateur desde hace varios años, en Argentina surge como disciplina de estudio en 1871, precisamente con la creación del Observatorio Nacional Argentino, ubicado en la ciudad de Córdoba. Desde entonces ha cosechado numerosos éxitos. Entre sus contribuciones más notables los astrónomos argentinos cuentan con: la observación del tránsito de Venus desde el cielo argentino, un fenómeno ocurrido en el año 1882 que sucede solo dos veces por siglo; la confección del primer mapa de estrellas del hemisferio sur; la confección de un catálogo de galaxias australes; el descubrimiento de las galaxias Sersic-Pastoriza; la confirmación del origen extragaláctico de rayos cósmicos de alta energía; la detección temprana del evento de supernova, en un trabajo conjunto entre astrónomos amateurs y profesionales; la primera detección y observación simultánea del choque de dos estrellas de neutrones y la instalación del primer detector de rayos cósmicos en la Antártida.
Más cercanos en el tiempo, nuestro país porta el orgullo de haber nombrado a la estrella Nosaxa [primavera] y al planeta que la órbita Naqaya [hermano] a través de una votación con alcance internacional realizada a fines del año pasado. Los nombres fueron propuestos por la comunidad aborigen moqoit, un pueblo originario de la región chaqueña.
En Argentina existen renombradas instituciones científicas dedicadas a la Astronomía como el Observatorio Nacional Argentino, el Observatorio Astronómico de La Plata y el Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger. Además el CONICET cuenta con diversas unidades de investigación en astronomía a lo largo y ancho de todo el país, como el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), Complejo Astronómico “El Leoncito” (CASLEO), Instituto de Astrofísica La Plata (IALP), Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE), Instituto de Ciencias Astronómicas, de la Tierra y el Espacio (ICATE), Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITEDA).
Sus numerosas instituciones científicas y la calidad de sus investigaciones convierten a Argentina en uno de los países que “en términos científicos, se considera desarrollado”, dice Beatriz García. “Hemos trabajado más de un siglo en el campo de la astronomía, hemos sido parte de proyectos de cooperación fantásticos a lo largo del siglo XX, como la Carta del Cielo, que mapeó la esfera celeste y produjo las cartas que son base de todos los mapas celestes que usamos los profesionales en la actualidad y que usan las aplicaciones de celulares para reconocer las constelaciones. Otro ejemplo es el Proyecto Pierre Auger, un observatorio para detección y estudio de rayos cósmicos de ultra elevada energía, único en el mundo” sostiene García sobre la disciplina en nuestro país. Y agrega: “En el siglo XXI seguimos siendo parte de grandes proyectos, como LLAMA, QUBIC, ANDES, que ideas desarrolladas en el marco de colaboraciones internacionales en las que los astrofísicos argentinos se desenvuelven de igual a igual en contacto con colegas de todo el mundo”.
Difusión de la Astronomía
Santiago Paolantonio, especialista en historia de la Astronomía y miembro del NOC, defiende la práctica de la divulgación científica como un aspecto indispensable del circuito de producción del conocimiento científico: “la ciencia no consiste solamente en la producción de conocimiento científico, sino también en la manera en que ese conocimiento llega a la sociedad”, sostiene el investigador. Docente desde hace varios años, Paolantonio asevera haber visto “un cambio en la percepción del público sobre las instituciones científicas que dedican tiempo a la difusión”.
Durante el ciclo de conmemoraciones que se estableció de febrero a febrero, los investigadores argentinos han participado y organizado numerosas actividades coordinadas a nivel local, nacional e internacional, que apuntaron al fomento de la educación en Astronomía y la difusión de esta noble ciencia. La sucesión de los eclipses ocurridos en 2019 mantuvieron en vilo a aficionados y astrónomos profesionales, convocándolos en territorio argentino para documentar y observar los eventos celestes. Además, se realizaron actividades relacionadas con el 50 aniversario del alunizaje y el año internacional de la tabla periódica a 150 años de su institución.
Con el objetivo de proporcionar a la sociedad accesibilidad a la ciencia, desde el año 2009, el Consejo apoya, a través del Programa VocAr, la realización de los talleres “Network for Astronomy School Education” (NASE) de la IAU, cuya finalidad es la capacitación docente, principalmente de nivel medio, en didáctica de la astrofísica y la astronomía. El objetivo de este programa consiste en lograr que el docente se apropie de las actividades prácticas para replicarlas dentro de las aulas. Los talleres NASE se han realizado con éxito en toda América, Asia, África y Europa.
También, con vistas al valor de la inclusión, contemplada en los objetivos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la próxima década, se han comenzado a desarrollar talleres Astronomía para la Inclusión, la Igualdad y la Diversidad, cuyo objetivo es acercar la astronomía a todos los públicos, especialmente a personas ciegas, sordas, neurodiversas, con discapacidad motriz y enfermedades crónicas. Una de las herramientas desarrolladas, consiste en traducir luz en sonidos, para permitir la apreciación de eclipses de Sol en el caso de las personas ciegas.
Un año de eventos astronómicos
2019 fue, sin lugar a dudas, un año significativo para la Astronomía. Durante el transcurso del mismo, se produjeron una serie de eventos astronómicos con gran visibilidad desde nuestro país: el primero de ellos fue el eclipse lunar ocurrido el 20 de enero. Nuestro satélite, en fase de luna llena, pasó a través de la sombra de la Tierra, en el momento en que Sol, Tierra y Luna se encontraron alineados, produciendo el eclipse. El fenómeno pudo observarse desde América del Norte y del Sur, Europa occidental y el noroeste de África.
El eclipse total de Sol del 2 de julio, fue uno de los eventos más significativos del año pasado, observable desde el sur del Pacífico, Chile y en Argentina, donde el camino de la totalidad cruzó las provincias de San Juan, el norte de San Luis, el sur de Córdoba, el sur de Santa Fe, el sur de La Rioja y el norte de Buenos Aires, convocó a cientos de astrónomos aficionados y profesionales de distintas partes del globo. Científicos del CONICET y astrónomos de distintas partes del país y del mundo se dieron lugar en San Juan para intercambiar conocimientos, experiencias y también para vivir el fenómeno junto a la sociedad, para lo cual se hicieron distintas actividades de educación y difusión de los eclipses.
Seguidamente, el 16 de julio Sudamérica, Pacífico, Europa y África pudieron observar un eclipse lunar parcial. El año finalizó su calendario de eventos astronómicos con el eclipse solar anular del 26 de diciembre. Esta vez, Asia y Australia disfrutaron del fenómeno.
A la colmada agenda de eventos astronómicos se sumaron en 2019 los aniversarios de dos hitos que marcaron un siglo de avances en materia astronómica. El primero de ellos ocurrido precisamente en el año de la fundación de la IAU, 1919, en ocasión del eclipse solar que se aprovecharía para probar la teoría de la relatividad general propuesta por Albert Einstein en 1915.
El aniversario 50 del alunizaje fue otro hito de la historia de la Astronomía que se conmemoró durante 2019. La llegada del hombre a la Luna significó grandes avances en el campo de la física, la astrofísica y la astronáutica, entre otras disciplinas.
Cien años atrás los astrónomos de principios del siglo XX ocupaban sus esfuerzos en proyectos que se constituyen como antecedentes directos de la creación de la IAU: La Carte du Ciel, la Unión Solar Internacional y la Oficina Internacional del Tiempo. Hoy, un siglo después la ciencia que estudia los cielos continúa despertando el interés de individuos inmersos o no en el sistema científico. “La Astronomía resulta atractiva, no solo estéticamente, por sus imágenes telescópicas que son bellas a nivel del arte, sino también porque esta disciplina trata de preguntas profundas: ¿Cuál es nuestro lugar en el universo? ¿Cómo llegamos hasta acá? ¿Cuál es el origen de la vida?” reflexiona Pellizza.
“Las personas tenemos preguntas que no necesariamente deben ser respondidas, como por ejemplo ¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿Para que existimos? Es la Astronomía la que intenta darles respuesta, tal vez por sus raíces filosóficas y su vínculo indestructible con la cultura, explica García. “Es aquella disciplina que nos conecta con nuestro real origen, el cosmos”, concluye.
Por Yasmín Noel Daus