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La inmigración franco-argelina en la Argentina presenta algunas singularidades que la convierten en un caso diferente al de la gran mayoría de los grupos migratorios que llegan a nuestro país. En primer lugar, el momento de su arribo no sólo es posterior a la etapa de las migraciones masivas de fines de siglo XIX, pues se produce a mediados de la década de 1960, sino que además ocurre en un momento de escasa afluencia de inmigración trasatlántica.En segundo lugar, se trata de un grupo minoritario ya que solo arribaron a nuestro país (divididos en tres contingentes) unas 150 familias.En tercer lugar, nos encontramos ante una migración organizada y planificada, en la que intervienen, por un lado funcionarios del gobierno francés y representantes del ejecutivo argentino y, por otro lado, los mismos inmigrantes, que proponían un sistema de Grupos de Amigos para migrar.A partir de estas consideraciones previas la presente comunicación intenta analizar las motivaciones de los distintos actores, tanto gubernamentales como los propios colonos, para llevar este tipo de inmigración cual fue su derrotero y el resultado final de esta particular experiencia.