Aficionados y coleccionistas de museos: puntos de intersección entre intelectuales y expertos del Estado en la primera mitad del siglo XX

ALEJANDRA PUPIO; PIANTONI GIULIETTA

Mar del Plata

Congreso; XVI Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia; 2017

Universidad Nacional de Mar del Plata

La creación sistemática de instituciones museales gestionadas por intelectuales de provincia y Territorios Nacionales aficionados a las ciencias y coleccionistas, quienes a su vez se constituyeron en los primeros directores de las mismas, ha comenzado a ser estudiada, pero resta aún una agenda importante que permita avanzar hacia la comprensión de la forma en que la producción de conocimiento en la ?periferia? del mundo científico se construyó en saberes museográficos como saberes estatales, y cuáles fueron las modalidades que adoptaron las políticas públicas respecto a los museos en los Territorios Nacionales y en las provincias.Si bien se han comenzado a conocer trabajos que muestran este proceso en distintas regiones, es en la provincia de Buenos Aires donde se conoce mejor su desarrollo, y será uno de los puntos de anclaje para este trabajo junto con el Territorio Nacional de Río Negro. En estos espacios se observó la creación de museos en ciudades a partir de la acción de coleccionistas y aficionados a la ciencia, que recolectaron objetos históricos, arqueológicos, naturales y documentos, todos objetos que formaron colecciones privadas que en muchos casos constituyeron los primeros museos locales y regionales al pasar sus colecciones del espacio privado al público. Muchos de estos maestros y maestras, periodistas, comerciantes y profesionales de ciudades de provincia y Territorios Nacionales se volcaron a la práctica científica e histórica, recuperando las colecciones naturales, arqueológicas, históricas (objetos y documentos) colaborando en muchos casos directamente con los arqueólogos y paleontólogos profesionales, ya bien entrado el siglo XX, no solo como asistentes o gestores de la práctica de aquellos, sino muchas veces como interlocutores válidos con los cuales discutir nociones, teorías, clasificaciones, etc. Para esto se generaron redes entre los científicos vocacionales locales y los profesores universitarios, donde en muchos casos pudo traducirse en redes sociales y políticas para la circulación de ideas, modelos institucionales y formas de intervención. Estos casos constituyen un buen ejemplo para comprender las prácticas estatales en contextos locales alejados de las metrópolis y permiten discutir las intervenciones emanadas desde el Estado en diferentes escalas territoriales, en este caso referido a la gestión cultural. Es la intención de este trabajo presentar las intersecciones en las que estos funcionarios estatales pertenecen a zonas grises donde los intelectuales, aficionados, expertos, cuerpos técnicos y burócratas se entremezclan para dar vida al Estado en diversos espacios. Especialmente se analizará la emergencia de museos en ciudades de provincias y de territorios nacionales y la conformación de un tipo de colección específica en el interior de estas instituciones, como fueron los materiales arqueológicos: estos están íntimamente ligados a los museos porque ocupan un lugar en sus depósitos y vitrinas. De este modo, se propone analizar la experticia que los aficionados a la ciencia adquirieron de forma paralela en el campo de la museografía y de la arqueología.