IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis de un deslizamiento de ladera mediante la detección de cambios geomorfométricos sobre el brazo norte del Lago Argentino, Patagonia Argentina.
Autor/es:
LENZANO M.G.; MORAGUES S.; LO VECCHIO A.; MOREIRAS, S.M.; LENZANO L.
Reunión:
Congreso; Congreso Geologico Argentino. Tucumán; 2017
Resumen:
La retracción glacial generalizada a escala global durante los siglos XX y XXI, ha desencadenado numerosos procesos paraglaciales, tales como deslizamiento de laderas, flujo de detritos y caída de bloques, entre otros (Slaymaker, 2009). En este sentido, la fuerte retracción de los glaciares de descarga que descienden del Campo de Hielo Patagónico Sur (CHPS) (Aniya et al.,1997; Skvarca et al., 2002; Glasser et al., 2011; Willis et al., 2012; Moragues et al., in review, entre otros), ha depositado grandes cantidades de material morénico. Con el correr del tiempo, éstos comienzan a ser modificados por procesos erosivos dominantes, entre ellos, la erosión hídrica, eólica y gravitacional, generando así inestabilidad en el material que cubre las laderas de la zona. El Parque Nacional Los Glaciares (49º00´S - 50°00´S) ubicado dentro del Campo de hielo Patagónico Sur (CHPS) es visitado por centenas de turistas que a diario navegan por el brazo Norte y canal Upsala (CU) durante la temporada estival, dónde las amenazas de desprendimientos son mayores. El CU, valle modelado por la acción glacial, tiene una profundidad máxima aproximada de 700 m y en su margen Este limita con la Península Herminita (altura aproximada de 250 m.s.n.m).Hacia el Oeste limita con las primeras estribaciones de la zona Andina (Feruglio, 1944) (altura cercana a los 800 m.s.n.m), cubiertas con depósitos morénicos compuestos fundamentalmente por pizarras y vulcanitas (Lo Vecchio et al., 2016), de los sistemas morénicos Pearson I y II (Strelin, 2014). La ladera Oeste del CU es una de las principales zona afectadas por procesos de inestabilidad de laderas, provocando repentinos eventos. A diferencia de ésta, la ladera Este del CU, Península Herminita, no presenta grandes cantidades de material morénico que puedan colapsar ladera abajo, predominan los afloramientos rocosos en esta margen, como así también la pendiente de la ladera es menor, lo que contribuye a que el material sea menos propenso a sufrir procesos de remoción en masa.El 10 de febrero de 2013 se generó un deslizamiento sobre la base del Cerro Mc. Andrew, ladera occidental del CU (Comunicación escrita Guardaparques, APN), a través de la nota N° 12/13 SLA y posteriormente descripto por Winocur et al. (2015). El mismo generó un seiche (ola de gran tamaño producida en un cuerpo de agua cerrado) sobre el brazo Norte del lago Argentino, que arrojó témpanos sobre la Península Herminita y lugares cercanos como Bahía del Hielo. El evento además, provocó estragos sobre Bahía Onelli, a 18 km de su ocurrencia, destruyendo por completo el muelle al que arribaban centenas de turistas en época estival. Reportes de Guardaparques posteriores al evento (nota N°64/14 SLA), evidencian actividad continua en la zona del deslizamiento como la aparición de una caída de agua de importante tamaño, desprendimiento de material rocoso y depósitos en la zona superior de la ladera. Entre los posibles disparadores que dieron origen al deslizamiento, se destaca la relajación por los procesos paraglaciares de la ladera Oeste, el aporte de agua superficial y subterránea, producto de abundantes precipitaciones y la contribución hídrica del lago proglacial Agassiz, ubicado en la zona superior de la ladera donde se produjo el deslizamiento. También, se suma el proceso de deshielo de nieve y fusión glacial en época de verano, como así también pronunciadas pendientes, de 38º promedio, entre otros (Winocur et al., 2015).El objetivo del presente estudio es detectar y caracterizar cambios geomorfométricos en el paisaje del CU, asociados al deslizamiento ocurrido en Febrero de 2013 sobre la ladera Oeste del canal homónimo, mediante la fotointerpretación de una secuencia multitemporal de imágenes satelitales Landsat, validado con un análisis estadístico multidimensional.Para la detección de las zonas de cambios, se utilizaron imágenes satelitales Landsat TM y ETM+ de30 m de resolución espacial, libres de coberturanívea estacional y de nubes. La selección temporal de las imágenes resulto un elemento clave, debido a que nuestro interésestá centrado en los cambios detectados posteriores al evento (Febrero 2013), teniendo como referencia las condiciones previas a éste. Por lo tanto, se seleccionaron 2 imágenes previas, 20 de Febrero de 2011 y 16 de Enero de 2013, y una posterior al evento, 31 de Octubre de 2013, época de verano, teniendo en cuenta la poca disponibilidad de imágenes sin nubes debido a las condiciones climáticas del ambiente (Sagredo & Lowell, 2012). Esto nos permite acotar temporalmente el evento y asociar las detecciones realizadas con el deslizamiento. El primer paso estuvo definido por la etapa de fotointerpretación de las tres escenas utilizadas en busca de rasgos geomorfométricos que denotaran cambios. Este análisis se hizo mediante una composición falso color (531)que fue derivada de la aplicación del Índice FIO (Chávez et al., 1982), que a partir de parámetros estadísticos arrojóresultados de la combinación de bandas que mayor información espectral proporcionara. Los cambios detectado smediante fotointerpretación, fueron validados con un análisis estadístico de las imágenes sobre las zonas de cambios,a través de un muestreo de puntos aleatorios. Luego se representaron estos puntos utilizando gráficos que muestran las medidas de tendencia central y dispersión, gráficos de dispersión 3D, lineales, entre otros (Mc Killup & Darby Dyar, 2010). Este análisis nos permitió verificar los cambios en la geometría de la distribución de los datos, referidos a las zonas de cambios detectadas. Estos análisis se hicieron en función de las bandas seleccionadas con el Índice FIO y se basaron en los cambios espectrales observados. Finalmente, se realizó una interpretación geomorfológica de los cambios detectados.El proceso inicial de fotointerpretación de las imágenes permitió detectar severos cambios en la zona de Bahía Onelli, sitio que se corresponde con las zonas de mayores daños reportados por Guardaparques y Winocur et al. (2015). Estos cambios corresponden a depósitos sobre la morena terminal del lago Onelli, como así también cambios en la geometría del río que conecta el lago Onelli con el lago Argentino, donde se observa un estrechamiento del cauce, pérdida de la curvatura y nuevos depósitos marginales. En este sentido, en el análisis estadístico los valores de tendencia central y dispersión muestran en el gráfico de dispersión una relación lineal positiva en las escenas previas al evento, mientras que en la escena post-evento estos indicadores muestran un cambio en la distribución de los datos, es decir que la correlación entre las imágenes pre-evento (2011-2013) y la imagen post-evento se pierde, no existe una relación lineal aparente entre las escenas. Similar es el comportamiento en los gráficos de línea con las bandas seleccionadas por el índice FIO, la reflectancia de las imágenes pre-eventos oscilan en los mismos valores (0,01-0,18) para ambas imágenes, en cambio la imagen post-evento registra una menor reflectancia, entre 0,04 y 0,10.Los resultados aquí expuestos muestran el área de influencia de estos eventos de remoción en masa a gran escala, en un contexto de profundos valles inundados por agua de fusión glacial, y como los efectos de estos procesos pueden ser percibidos a más de 18km aguas abajo. Queda clara la importancia de realizar este tipo de estudios como mecanismo para reducir la vulnerabilidad y, en efecto, el riesgo que caracteriza a esta zona. En este sentido, es necesario ejecutar tareas conjuntas APN, empresas de turismo y equipos científicos para diagramar planes de manejo y gestión del riesgo, como camino para desarrollar una actividad sustentable y segura en el tiempo sin tener que lamentar víctimas fatales.