Reflexiones acerca de Theoreîn/speculari

FABIAN MIE

Santa Fe (Arg.)

Simposio; XXI Simposio Nacional de Estudios Clásicos; 2010

Universidad Nacional del Litoral - Asociación Argentina de Estudios Clásicos

Invitado a intervenir en un Panel cuyo título alista, separados por dos puntos casi imperceptibles, los vocablos ‘teoría’ y ‘palabra’, la proximidad de ambos términos me ha sugerido que aquello de que se podría esperar que hablara concernía a la relación entre conocimiento y lenguaje. En el título hay algo que me inquieta, puesto que allí se le adjudica al lenguaje una capacidad descomunal, o que al menos así nos aparece a quienes venimos después de la modernidad clásica. En efecto, ‘ordenar’ y ‘hacer inteligible’ expresan grandes capacidades que, ya al revisar la historia de la filosofía antigua, comprobamos que no pocos autores le denegaron al lenguaje. La tercera capacidad que se le adjudica en el título de este Panel, y de este Simposio, a la palabra está, por suerte, algo más próxima a lo que incluso actualmente se le atribuye al lenguaje. Pues la hermenéutica filosófica contemporánea ha aprehendido el lenguaje no como un mero medio para formular una interpretación; en efecto, en la hermenéutica, el lenguaje funge como el producto interpretativo de nuestra relación cognoscitiva con el mundo: el lenguaje es, sin más, interpretación y, de allí, representa un mundo interpretado. En ese caso, el mismo desempeño comunicativo del lenguaje arraigaría en el despliegue de una interpretación del mundo en la que los humanos desarrollan su relación específica con éste, una relación que constituye su propia inserción interactiva en él. De allí se extraen dos conclusiones: (i) el lenguaje no sería un producto contingente de esa interacción comprensiva con el mundo, y (ii) todo rendimiento interpretativo no se realiza por la capacidad unilateral de un sujeto encerrado en su mente, sino de una persona originariamente inserta de manera activa en el mundo a través del lenguaje.