?FIJA: encuentro de movimientos?. Gestión cultural colectiva y autogestiva en el interior de Córdoba.

BERTEA FRANCISCO; LIPKA LETICIA ; ROSSETTI LUDMILA

Córdoba

Encuentro; VI Encuentro de Gestión Cultural y del II Foro Cultural de Universidades Argentinas; 2019

FIJA es un ciclo de experimentación, intercambios y formación mensual en técnicas, lenguajes y saberes vinculados al movimiento desde la improvisación. Tiene como objetivo facilitar espacios de encuentro colectivos de formación de cuerpos sensibles y expresivos, en el interior de Córdoba, descentralizando las actividades de Córdoba capital. Los encuentros mensuales actualmente tienen lugar en el Centro Cultural ?Cañito Cultural? (Alta Gracia). Las personas que participamos periódicamente somos vecinxs del Valle de Paravachasca, aficionados, no aficionados y profesionales de las artes del movimiento. Hasta el día de la fecha hemos realizado cuatro FIJAS, y están planificados dos encuentros (septiembre y octubre).La modalidad de funcionamiento de las FIJAS es autogestiva, a través de la ?gorra?[1], así como también de aportes personales para la merienda compartida (budín, frutas, mates, etc.). Del dinero recolectado, se le paga al tallerista (80%), así como también se hace un aporte al centro cultural que ofrece la sala (20%). De este modo, hay un acuerdo tácito de que el principal beneficiario económico de la actividad es el tallerista.Sumado a lo anterior, políticamente, otro elemento de la modalidad de funcionamiento de la FIJA es la organización colectiva y horizontal, buscando que la FIJA se construya con los aportes de cada persona. En ese sentido, la FIJA cuenta con un equipo de gestión que realiza actividades de planificación, invitación de talleristas y difusión por medio de redes sociales (Facebook, Instagram y Whatsapp) y de boca en boca. Los talleristas son invitados a partir de las afinidades profesionales del equipo de gestión, así como también, en menor medida, de lxs participantes de las FIJAS; empleando para ello sus redes personales-profesionales. Mientras la actividad de gestión cultural de la FIJA es mayormente virtual, la FIJA existe en el cuerpo a cuerpo, en el convivio (Dubatti, 2015) que se crea entre los cuerpos en movimiento, dando existencia a un espacio colectivo que no existía previamente. Así, consideramos la FIJA es transformadora en tanto construye performáticamente experiencia social (DeNora, 2012), subjetividad (Rolnik y Guattari, 2006; Figueroa-Greett, 2018), en la repetición culturalmente sostenida en el tiempo (Hennion, 2012), vinculada a lo colectivo, autogestivo y valorización del interior. De este modo, puede ser entendida como arte comunitario o arte para la transformación social en tanto enfatizan su carácter colectivo, experimental y procesual, habiendo un interés por la singularidad de cada participante y ideologías emancipatorias, democráticas e inclusivas (Infantino, 2019; Wajnerman, 2013; Nardonea, 2010; Garrido, 2009).Los momentos de gestión y de trabajo corporal se encuentran atravesados por imponderables de la vida cotidiana (vínculos interpersonales, actividades personales y laborales, problemas personales, etc.) e idiosincrasias contextuales propias del Valle de Paravachasca (valorización de actividades de la capital, relaciones de hegemonía de ciertas prácticas culturales -fútbol, zumba, danza comercial, folkore, etc.- en detrimento de otras, dificultad de difusión de actividades alternativas, etc.), que configuran las condiciones de posibilidad de la FIJA.Vinculado a lo anterior, un objetivo a corto plazo que tiene la FIJA es aportar a la construcción de redes en el interior, al sur de Córdoba, que promueva actividades culturales vinculadas a las artes del movimiento desde una lógica colectiva y autogestiva. Para ello se planifica realizar la FIJA en diferentes localidades y gestionar recursos económicos que lo posibiliten.