CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Retos de la seguridad social Argentina en el siglo XXI
Autor/es:
TORRES MINOLDO MARÍA SOL; PELÁEZ ENRIQUE
Libro:
Desigualdades, exclusión y crisis de sustentabilidad en los sistemas previsionales de América Latina y el Caribe? /
Editorial:
CLACSO
Referencias:
Año: 2018; p. 201 - 232
Resumen:
En este trabajo proponemos explorar dos de las dimensiones que explicarían el ?problema? de sostenibilidad y equilibrio de la seguridad social. En la primera parte, abordamos el impacto económico del envejecimiento de la población, y puntualmente el caso de la Argentina, buscando comprender si, en efecto, no existen recursos para afrontar los retos que dicho proceso supone, siendo el recorte un camino ?ineludible?. En este análisis consideramos la importancia que tienen factores distributivos y, puntualmente el diseño de financiamiento contributivo, en las dificultades económicas que pueden aquejar a la seguridad social. En la segunda parte, analizamos los diferentes componentes que explican la expansión de los egresos y la evolución de los recursos de financiamiento del sistema argentino de seguridad social. Con este análisis buscamos comprender el rol que tiene, en los actuales desafíos del sistema, el avance de facto en políticas de universalización cuyo financiamiento no fue explícitamente definido y que requiere abrir un debate para, a partir de las prioridades sociales consensuadas, avanzar en los compromisos que garanticen su financiamiento. El principal eje argumental del trabajo en que el verdadero reto introducido por el envejecimiento tiene que ver con adecuar las instituciones de protección al cambio en la composición del consumo por edades, así como con el acompañamiento de toda expansión de derechos con una genuina y sostenible asignación de recursos. Así, los resultados respaldan la idea de que el desafío para el sistema de seguridad social argentino consiste en, ante todo, confrontar el dogma contributivo y, en el marco de la aceptación del carácter colectivo y universal que ha de tener la protección social, avanzar en un rediseño de su esquema de financiamiento, incorporando las fuentes de ingresos no contributivas como componente genuino y previendo mecanismos que garanticen la expansión de los recursos para evitar un deterioro de la distribución intergeneracional de la riqueza en perjuicio de las personas mayores.