CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Tendencias y condicionantes de la mortalidad infantil en los niños en la última centuria en Córdoba
Autor/es:
CELTON, DORA ESTELA; PERANOVICH, ANDRÉS CONRADO
Libro:
Historias de salud y enfermedad en América Latina, siglos XIX y XX
Editorial:
Centro de Estudios Avanzados, UNC-CONICET
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2008; p. 253 - 272
Resumen:
Los cambios en la tendencia de la mortalidad infantil fueron decisivos para la transición epidemiológica de la mortalidad en Córdoba durante las primeras décadas del siglo XX. Puede apreciarse que el descenso de la mortalidad infantil en esta ciudad ha sido muy importante en la segunda mitad del siglo XX. Al respecto, la tasa de mortalidad infantil disminuyó desde un 254 por mil en 1895 (es decir cada 100 nacimientos se morían 25 niños antes de cumplir el año de vida), hasta el 12,8 por mil del año 2004, con un ritmo de descenso de comportamiento muy variable a lo largo del período considerado. El período que comprende los años entre fines del siglo XIX y principios del XX se caracterizó por una fuerte mortalidad infantil que tenía como causa la persistencia de enfermedades infecto-contagiosas y la aparición recurrente de enfermedades epidémicas. En la década del 30 las condiciones higiénicas mejoraron, aunque recién después de 1940. A posteriori mantiene una progresiva desaceleración hasta el año 1970, momento a partir del cual vuelve a cobrar un nuevo impulso. La máxima disminución de la tasa de mortalidad infantil acontece entre los años 1970 y 1980, y reducciones apenas inferiores a ésta tienen lugar hasta el año 2000.             Las tasas de mortalidad infantil en el periodo 1991-2004 presenta un comportamiento variable, mostrando sucesivos ciclos descendentes con picos más altos en los años: 1991, 1993, 1995,1998 y 2001. En el último quinquenio, la crisis del 2001 afectó el nivel de la mortalidad infantil, con valores oscilantes: 15.9 en el 2000, asciende a un 19,1 en 2001, 17,2% en el 2002, 14,7% en 2003 y 12,8 en 2004, teniendo esta crisis mayor impacto en la ciudad capital que en el resto de la provincia. Con respecto a la distribución por edades, la mortalidad infantil neonatal presentó su mayor disminución entre 1940 y 1947 con promedio anual de 2,7%. A partir de ese año, la tasa de mortalidad neonatal asciende hasta 1970, para luego mostrar una lenta pero sostenida caída manteniéndose estable hasta el año 2000. La más importante disminución de la tasa de mortalidad postnatal se dio entre 1935 y 1940, desde 112% al 70,9 %, motivadas por varias causas entre las que se cuenta la tarea emprendida por el gobierno y la sociedad. La disminución de la tasa de mortalidad postnatal no es uniforme en los años posteriores pero sí resulta importante entre 1970 y 1975 con una media anual del 4,6%. A partir de 1975 las disminuciones son muy pequeñas y se hacen casi nula hacia 1990. Se puede apreciar el fuerte impacto de la crisis del 2001 en los menores de un año, en el departamento Capital, que también se nota en el 2002 y en las dos partes, tanto mortalidad neonatal como postneonatal. Podemos asegurar que en la década de 1940, la introducción de la sulfamida y la penicilina, el progreso en la provisión de agua potable y la concientización social de las normas higiénicas en el cuidado de los niños, constituyen las causas principales de la drástica reducción de las enfermedades infecto- contagiosas que se observa hasta la década de 1960. Un brusco repunte se operó alrededor de 1970 debido a una mortalidad elevada de origen infeccioso, para luego caer rápidamente en los diez años siguientes y a partir de allí un lento descenso. La mejora en las condiciones de vida de la población, los adelantos en la medicina, la mayor cobertura de los servicios de salud y las acciones dirigidas al control de las enfermedades infecto-contagiosas (entre las que se destacan principalmente las inmunizaciones, la terapia de rehidratación oral, la estandarización del tratamiento de la neumonía y otras infecciones respiratorias y las acciones de saneamiento básico), produjeron descensos importantes en la mortalidad a nivel mundial en la segunda mitad del siglo XX, impactando en el indicador de esperanza de vida al nacimiento. Se observa que entre los quinquenios 1965-1969 y 1985-1989 ha habido una disminución drástica de las muertes por enfermedades transmisibles, incluidas las enfermedades infecciosas y parasitarias, con excepción del SIDA. A lo largo del siglo XX la mortalidad infantil de la Argentina experimentó un pronunciado descenso, que alcanzó a todas sus regiones no obstante las desigualdades socio-económicas y culturales presentes en ellas. En las jurisdicciones más avanzadas del país esta reducción tuvo lugar en forma temprana, a diferencia de las áreas más desfavorecidas, que asistieron a progresos de importancia recién a partir de las décadas de 1970 y 1980. Dada la consonancia con las tendencias observadas a nivel mundial y continental, el progreso evidenciado en la Argentina fue interpretado en términos excesivamente optimistas, conservando estrategias de intervención que al tiempo dejaron de proporcionar resultados tan impactantes. Hacia el quinquenio 1995-2000 la Argentina registra una tasa de mortalidad infantil de 21.8 por mil. Esta cifra puede considerarse alta, ya que algunos países latinoamericanos con características socio-económicas similares (como Cuba, Chile y Costa Rica), han reducido sus tasas a niveles inferiores al 12 por mil. Las diferencias provinciales del país reproducen este comportamiento, hecho que indica la pérdida de tiempo y esfuerzos allí donde más se lo necesita. La preocupación por alcanzar nuevos logros en un contexto político e institucional cada vez más inestable y el incremento en la disponibilidad y calidad de la información, invitan a reconsiderar la evolución de la mortalidad infantil y sus diferenciales.