Notas "situacionistas" para una comprensión ideológica de las subjetividades en contextos de socio-segregación urbana. Dinámica de identidad/alteridad

MARIA BELÉN ESPOZ

Vida cotidiana, Conflicto y Estructuración Social

Estudios Sociologicos Editora

Año: 2013; p. 103 - 126

Instalar una clave de lectura para pensar las subjetividades desde el trazado de una cartografía ideológica de la sensibilidad que estructura el espacio-tiempo urbano en nuestra Córdoba actual, se impone, como una "necesidad". La vista a contrapelo de los entornos tecnológicos actuales (y sus potencialidades "ciudadanas") en contextos de un creciente urbanismo estratégico, nos devuelve el núcleo del desenlace trágico de las dimensiones espacio-temporales a los que el movimiento situacionista (particularmente los escritos de G. Debord y R. Vaneigem) nos convidaba -y aun convida- con sus manifiestos sobre la sociedad del espectáculo y su impacto en las formas de organización sensorial y perceptiva en la vida cotidiana: una inversión social, fenoménica, histórica en torno a pensarnos como sujetos de la acción, es decir, como hombres hacedores del mundo que vivenciamos. En este sentido, el presente trabajo se propone explorar la trama de habitabilidad-vivencia-experiencia desde una perspectiva del conflicto, es decir, desde la totalidad. Tanto en el plano estructural como subjetivo dicha trama nos obliga, casi compulsivamente, a mirar las trasformaciones en las formas de experienciación donde la lógica espectacular -como dominio que regula las formas y contenidos hegemónicos de las interacciones sociales en los escenarios urbanos actuales- hace pensables y vivibles, ciertas maneras de estar/ser en el mundo, tanto individual como colectivas. Las dinámicas que se instalan para volver "pragmáticos" un ser, un estar, un tener, atravesados por el parecer, se cuadran en un "deber" impuesto por la mercantilización de la vida cotidiana, incluso, de los moldes que permiten experienciar el sí mismo de toda vivencia subjetiva. Reconocer los limites y limitaciones de dichos encuadres socio-ideológicos, nos permitirá, en un segundo momento, ensayar tácticas que vuelvan a ubicar estratégicamente las batallas libradas en la vida cotidiana no ya de la ?supervivencia? sino de la vivencia como expresión material de la experiencia presente y viviente.