Las avispas exóticas también aprenden: el caso de la chaqueta amarilla en la Patagonia

PAOLA D´ADAMO; MARIANA LOZADA

Ecología e historia natural de la Patagonia Andina : un cuarto de siglo de investigación en biogeografía, ecología y conservación

Fundación de Historia Natural Félix de Azara

Año: 2014; p. 200 - 201

Las avispas exóticas también aprenden: el caso de la chaqueta amarilla en la Patagonia La chaqueta amarilla es una avispa social originaria de la zona mediterránea de Europa, Norte de África y Oeste de Asia, que ha invadido ambientes ecológicos muy distintos en todo el mundo. En la región patagónica se encuentra a lo largo del gradiente Oeste-Este, que va desde el bosque templado a la estepa. Su dieta incluye una rica diversidad de recursos como insectos, frutos, carroña, y desechos. Esta amplia gama de ambientes y alimentos se corresponde con un complejo y variado comportamiento y una gran capacidad de aprendizaje. En Bariloche, realizamos investigaciones sobre el comportamiento de la chaqueta amarilla. Nos sorprendió la velocidad y versatilidad con la que aprende y la forma en que se comunica con otras chaquetas al buscar alimento. Encontramos que estas avispas tienen un mecanismo de comunicación social llamado ?Incremento local?, por el cual se ven atraídas ante la presencia de otras chaquetas alimentándose en un determinado lugar. Al estudiar cómo aprenden, observamos que rápidamente asocian la presencia de alimento (por ejemplo carroña) con distintos estímulos, tanto visuales como olfativos. Una chaqueta no puede transportar en un solo viaje al nido la totalidad de la carroña, por lo cual realiza varios viajes al sitio de alimentación. Dado este comportamiento de re-localización, evaluamos qué estímulos utiliza la chaqueta para volver al lugar donde estaba el alimento. Para esto colocamos alimento sobre un recipiente en un determinado lugar, donde las chaquetas se alimentaron varias veces. Luego de un determinado número de visitas, retirábamos el alimento y colocábamos un recipiente limpio en ese mismo lugar, y otros recipientes similares en lugares cercanos. Cuando la chaqueta volvía en busca del alimento, visitaba mayormente el recipiente colocado en el lugar donde se había alimentado, indicando que había aprendido la ubicación previa del alimento. El tiempo que continuaba buscando sobre el recipiente vacío dependía del número de veces que se había alimentado previamente. Es decir, al haberse alimentado mayor número de veces, mayor era el tiempo de búsqueda. También encontramos que su comportamiento varía según el tipo de ambiente donde está buscando alimento. Es decir, en ambientes cerrados con densa vegetación, las chaquetas se orientan utilizando mayormente las claves o estímulos ambientales naturales, como la presencia de árboles y arbustos, para re-localizar el alimento, Sin embargo, en ambientes abiertos sin vegetación cercana, las avispas utilizan mayormente las claves artificiales ofrecidas experimentalmente, como por ejemplo, postes de color colocados alrededor del recipiente con alimento. Estos resultados indican que las chaquetas utilizan señales del ambiente cuya altura, color y ubicación geográfica son aprendidos durante la alimentación de manera de poder retornar a un sitio donde hay abundante alimento. En otro tipo de estudios, analizamos la memoria asociada a estos aprendizajes. Encontramos que las avispas priorizan lo último que aprendieron, aunque también determinamos que aprender algo nuevo no borra un aprendizaje previo. Por ejemplo, si una avispa aprende a alimentarse a la izquierda de un dispositivo de líneas oblicuas y luego se alimenta a la derecha de uno con líneas verticales, al retirar el alimento y colocar sólo el dispositivo de líneas oblicuas, su búsqueda se orientará significativamente más sobre la izquierda del dispositivo que sobre la derecha. Esto indica que las chaquetas aprenden a diferenciar distintas características visuales asociadas a la ubicación del alimento. En síntesis, nuestros estudios muestran la existencia de variados y flexibles tipos de aprendizajes que realiza la chaqueta amarilla, así como de algunos mecanismos de comunicación social. Creemos que estos factores podrían contribuir a su habilidad para colonizar nuevos y diversos ambientes.