Literatura impenetrable. Paisajes y Pasajes hostiles

LUCIA CAMINADA ROSSETTI

Congreso; III Coloquio del País del Sauce ?Orillas?; 2019

París VIII, Paris XII, UNNE y UNER

Si construyo un paisaje con estas imágenes, el horizonte visual es de tierra, es la tierra del éxodo de Huberman pero vuelta origen. El caminante de la fábula chaqueña ya no se dirige al lugar desertificado, al eterno andar, a la diáspora. Es la génesis chaqueña, marcada por una lluvia de meteoritos, la que funda la fábula del desierto verde. El infortunio del fuego, fue el origen. El calor, es parte del destino. Los pedacitos de sol quedaron sagradamente desaparramados por el territorio. Los cataclismos naturales hicieron de las poblaciones chaqueñas, comunidades de supervivencia. La literatura referida al Chaco y la construcción de su paisaje está caracterizado por algunos elementos que considero, marcan las orillas de cualquier marco nacional, casi aproximandose a la antropofagia de Andrade, pero sin fagocitar: el área de meteoritos (la tierra, el sol, lo sagrado) el río (amenazante, peligroso, podrido, pantanoso) y el monte (llanura, desierto verde, albergue de la locura subtropical). En torno a estos tópicos, armaré un itinerario de lectura por la tradición regional donde el calor conforma un espacio ficticio y elemento penetrante y cuyo mito literario fundante se abre en el campo del cielo y sus ríos tragaderos, y más que un país del sauce, es un país de los árboles de fuego. ¿qué hace a la literatura impenetrable? Cuando hablamos de esto, claramente hay una propuesta que emana del nombrar la selva chaqueña. Selva que, de a momentos, se transforma es llanura y desierto esponiso e intrasitable. Entrar en un lugar que te traga, en un río que te succiona, caminar tierras en la cual la pulsión de muerte palpita. La ficción crea una realidad hositl, el calor es agobiante, la tierra es mala. La sequía es enorme, agobia, sofoca, penetra el discurso como la humedad.