Cuerpos e Identidades Masculinas Juveniles

MURO, JULIO – REBOLLO, SANTIAGO

Encuentro; Encuentro de investigadoras e investigadores sobre sociabilidades juveniles; 2012

Grupo Sociabilidades, Genero y Educación del Núcleo de Estudios Sociales y Comunitarios. Facultad de Psicología. UNC

El carácter procesual y dinámico, por lo mismo cambiante y heterogéneo, que tiene la producción de identidades masculinas juveniles es, desde una perspectiva socio-cultural, el resultado de un constante juego entre la reproducción e incorporación acrítica de lo asignado y categorizado por otros y la actualización subjetiva que los/as jóvenes llevan a cabo a partir de la interiorización de los esquemas culturales vigentes. Es así que en el escenario para las nuevas formas de constitución subjetiva de estos jóvenes, asistimos al declive de las instituciones y de sus discursos portadores de autoridad simbólica, de ordenamientos hacia configuraciones de lazo social, discursos que nombren, que otorguen un lugar en la trama social y habiliten para la construcción de propios discursos. Vemos asi, cómo la violencia se revela como posible indicador de la incapacidad de instituir una subjetividad regulada por la ley simbólica, que constituya al otro como semejante y límite del propio comportamiento. Esta impotencia institucional implica no solo la caída de espacios de pertenencia, si no también la configuración de identidad y de proyecto de vida desde rígidos patrones anudados a lo patriarcal y adultocéntrico. Así desde las trayectorias con las/os jóvenes de diferentes barrios de Córdoba visualizamos que la fuerza física, los cuerpos desarrollados y sexuados; el exponer y defender conquistas femeninas y masculinas, y mostrar agresividad conforman algunos de los componentes principales de los vínculos que tanto entre ellos, como entre ellas y entre ellos se despliegan. La violencia en el mundo juvenil tiene, entre otros factores causales, tanto en varones como mujeres, la necesidad de demostrar fuerza y control, que bajo la lógica de “no dejarse pasar por arriba” y de manejar la situación, se recurre a esta como forma de resolución de conflictos. La formación de la identidad masculina y las representaciones que sobre ésta tienen las mujeres y hombres en torno a lo que da poder, dominio y autoridad, consideramos, se configuran desde modelos tanto inalcanzables (llevando a buscar ser algo que nunca se podrá ser) como concretos cotidianos en las dinámicas y lazos sociales (ámbito familiar, grupo de pares, autoridad institucional). “En cuanto a la socializacion de género, lo que se constata es la ausencia de modelos de identificación masculina que sean tangibles para los jóvenes quienes para suplir esta ausencia se acercan e identifican con modelos de masculinidad lejanos y que están socialmente construídos: futbolistas, galanes de telenovelas, héroes, artistas”. “La identidad masculina en formación está relacionada con aquello que no es: no existe un referente masculino claro y también lo femenino constituye una negación: lo que no se debe ser.” (Duarte p 5).