IIGHI   05432
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES GEOHISTORICAS
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Cap.11: Identidad étnica y patrimonio: documentos bioantropológicos
Autor/es:
SALCEDA SUSANA ; CALANDRA HORACIO ADOLFO ; BALBARREY GABRIEL ; DE FEO CARLOS; LAMENZA GUILLERMO; DEL PAPA MARIANO
Libro:
Patrimonio cultural y Tradición. El País Interior. Compilation Nº 2
Editorial:
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad Nacional de Catamarca
Referencias:
Lugar: San Fernando del Valle de Catamarca; Año: 2012; p. 189 - 200
Resumen:
El interés de este trabajo es plantear y debatir sobre las problemáticas que hoy día se dan en relación con la integración de restos óseos humanos de pueblos originarios a colecciones museísticas. Si observamos las asimétri­cas relaciones sociales entre los distintos actores coexistentes a principios del siglo XX (estado nacional - sociedad indígena) cuando el dominio de uno de ellos sobre el otro se forjaba en una segregación violenta, y evita­mos vagas explicaciones basadas en un pseudo relativismo histórico que limita la responsabilidad a los tiempos históricos en los cuales éstas se forjaron sin dar ninguna explicación de dichos procesos (Karasik, 2003), podremos centrar la finalidad del presente trabajo que aquí se presenta. Para ello disponemos de copias de documentos de principios del siglo XX que certifican la adquisición por compra, con certificado de autenticidad, de esqueletos pertenecientes a miembros de la comunidad aborigen Te­rena por parte del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. En principio dichos documentos presentan una característica particular, los individuos involucrados están documentados con datos de filiación personal (nombre y apellido, sexo y edad) y su exhumación controlada oficialmente. El primer carácter indicativo es que los individuos fueron extraídos de su espacio inhumatorio para formar parte de una colección museística, re­presentando este hecho, acaso, el resultado de la acción dominante de uno de los actores sociales generadora de un potencial “laboratorio antro­pológico” calificador de una minoría étnica. Recordemos que esta actitud discriminante, hoy social más que científicamente condenada, representó una práctica común en la integración de colecciones en los museos de fines del siglo XIX y principios del XX. Es en esta etapa histórica en la que se funda el Museo de La Plata, institu­ción centenaria creada por F.P. Moreno, tal como el discurso popular y cien­tífico lo cita, el cual representó durante décadas uno de los museos más grandes del mundo, que sujeto a los vaivenes de la política, la economía y la investigación científica, fue modificando su excelencia según variara la constitución de sus cuadros y el enfoque del conocimiento. Esta institución reconocida a nivel internacional, se destaca desde sus ini­cios por la importancia de sus colecciones, su exhibición, la investigación científica y la publicación de los resultados obtenidos en medios de difusión propios. Durante el siglo XIX se consolidan las bases para una doctrina an­tropológica, se investiga acerca de la antigüedad del hombre, se fundan las primeras sociedades de antropología y se convoca a los primeros congresos internacionales. En este marco en la Obra del Centenario del Museo de La Plata (Cigliano y Palma 1977) en el segmento titulado “Etapas del Desarro­llo: segundo período o de consolidación”, tiempo en que el Museo pasa a depender de la Universidad Nacional de La Plata, a todas las actividades en ejecución se le agrega la participación activa de investigadores viajeros, los cuales recorrían los caminos en las regiones más diversas e inhóspitas del continente colectando materiales e información. En esos años se incremen­ta notablemente el acervo museológico, tanto por su obtención durante los viajes de campo, como por canje o compra, fundamentalmente con ingreso de piezas óseas humanas y ergología etnográfica y arqueológica. Un conjun­to de documentos que certifican la obtención de estos materiales es el que nos ocupa en este trabajo.