INVESTIGADORES
RIQUELME graciela clotilde
congresos y reuniones científicas
Título:
Deuda social con la educación y formación de jóvenes y adultos: accesibilidad, barreras y escenarios complejo
Autor/es:
RIQUELME GRACIELA C.; HERGER, NATALIA; KODRIC, ALEXANDER
Lugar:
Los Polvorines
Reunión:
Seminario; III Seminario latinoamericano ?Desigualdad y políticas socio- laborales? y 4° Jornadas de Política Social; 2015
Institución organizadora:
UNGS, UNDAV, IIGG-UBA, IAEN
Resumen:
La Argentina del 2001 puso al descubierto las necesidades sociales en medio de una profunda crisis política, social y económica que posibilitó la movilización de sectores, clases y grupos sociales para exigir la atención de demandas contrapuestas: desde la población indigente, la doblemente excluida del empleo y bienes sociales con niveles crecientes de pobrezaSostuvimos que ?el incremento de la pobreza y la exclusión social comenzaron a incidir en esa población, tanto para los que accedían a la escuela, como en las dificultades del trabajo escolar y para los excluidos del sistema educativo. Al decir de algunos, el sistema educativo acrecentó la existencia de circuitos: unos para la inclusión y otros para la exclusión. La distribución desigual de la educación había permitido durante el siglo veinte un cierto ascenso social, ya que no había tanta concentración de ingresos y la educación fue siempre considerado un bien de acceso generalizado en el estado bienestar, que permitía dicho desplazamiento inter-clase social? (Riquelme 2007:10).La educación y formación para el trabajo constituye un derecho social de los jóvenes y adultos, que debe asentarse en los logros de la educación básica, primaria y secundaria, base de todo ?proyecto educativo?. Es por ello que se sostiene la prioridad del acceso y completitud de la educación primaria y secundaria con contenidos relevantes y mayores niveles de logro, sobre la que se asienten los futuros aprendizajes en los otros niveles del sistema así como la realización de cursos de educación y formación para el trabajo. En el campo progresista existe consenso sobre la idea de defender esta noción de ?educación inicial? (Belanger, 1994) como la que da base a la educación para toda la vida (LLL). La educación así entendida, comprende bajo este planteo la preprimaria, primaria, secundaria y superior o universitaria. Y por esto se entiende todas las experiencias educativas graduadas, estructuradas, sistematizadas y con una alta intencionalidad educativa para la formación de la persona y los grupos en contenidos socialmente relevantes y también en actitudes y habilidades necesarias para continuar los aprendizajes a lo largo de toda la vida.La obligatoriedad del nivel primario y secundario, reconocida en la última década por la legislación nacional y de muchos países de América Latina, instala con mayor fuerza la responsabilidad del Estado en garantizar la oferta de servicios educativos a todos aquellos que no han completado su escolaridad. Para acompañar esta normativa las políticas de ingresos condicionados (Asignación Universal por Hijo, Progresar, entre las más recientes) sin duda constituyen intervenciones que estimulan a la población excluida con un acompañamiento a jóvenes y adultos; a la vez determinan un fuerte impacto en el sistema educativo con contradicciones y aspectos positivos, que merecen ser evaluados.Este artículo presenta una investigación cuyo objetivo general es contribuir a la comprensión de la complejidad, diversificación y superposición de ofertas de educación y formación para el trabajo y evaluar la dimensión de la deuda social educativa en ella involucrada y la estimación de los recursos individuales y sociales aplicados y no apropiados por diferentes ámbitos de la política educativa y social (trabajo, desarrollo social y salud). El objetivo es identificar factores que intervienen en la regulación de las políticas a nivel del Estado nacional, provincial, regional y local que favorecen la articulación e integración intersectorial.