INVESTIGADORES
MAREOVICH florencia
congresos y reuniones científicas
Título:
EL APRENDIZAJE MEDIADO: APRENDIENDO PALABRAS A TRAVÉS DE IMÁGENES
Autor/es:
FLORENCIA MAREOVICH; OLGA PERALTA
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; Jorndas de Investigación 2011 "Reflexión colectiva y la producción de conocimientos de la Facultad de Psicología UNR; 2011
Institución organizadora:
Universidad Nacional de rosario
Resumen:
El proyecto que aquí presentamos profundiza el estudio del desarrollo temprano de la comprensión y el uso de imágenes en el aprendizaje de palabras que refieren a entidades (sustantivos) y a propiedades (adjetivos). Nuestro principal objetivo es conocer si los niños pequeños establecen relaciones simbólicas entre palabras e imágenes y sus referentes. Además buscamos evaluar la posible transferencia del aprendizaje de una palabra por medio de imágenes a nuevos ejemplares. En el primer estudio enseñamos a 19 niños de 30 meses de edad y 19 de 36 meses una palabra nueva para nombrar a un objeto no familiar, a través de la fotografía de dicho objeto en un libro de fotografías. Dicho libro contenía imágenes de seis objetos familiares y dos no familiares. A uno de estos objetos nuevos le atribuimos el nombre nuevo pompe, el otro fue usado como distractor y no le relacionamos con ningún nombre. Luego de la interacción con el libro los pequeños debía realizar dos elecciones respondiendo a la pregunta: ¿Dónde hay un pompe?: 1- extensión, los participantes debían optar entre el objeto-meta real y el objeto distractor; 2- generalización: los niños debía escoger entre un nuevo ejemplar del objeto-meta, con la misma forma pero de otro color, y el objeto distractor. Encontramos que tanto a los 30 como a los 36 meses los niños pequeños son capaces de extender el nombre aprendido a su referente y de atribuirlo a otro ejemplar. En el estudio 2 enseñamos a 14 niños de 30 meses y 16 de 36 meses de edad una palabra nueva (pompeado), para nombrar una propiedad visual a través de una imagen contenida en un libro. Utilizamos un libro con imágenes de seis objetos que presentan propiedades visuales conocidas y dos imágenes de objetos con propiedades visuales no familiares. Relacionamos una de las propiedades nuevas con la palabra aprendida, la otra funcionó como distractor. Luego de la interacción con el libro de imágenes los niños debían realizar dos elecciones respondiendo a la pregunta: ¿Cuál de los dos es pompeado? En la primera tarea los participantes debían elegir entre el objeto pompeado real y el objeto distractor. En la generalización los niños debían optar entre un nuevo objeto pompeado (no incluido en el libro) y el objeto distractor. Encontramos diferencias evolutivas. A los 36 meses, no así a los 30, los niños fueron capaces de extender esa palabra nueva (pompeado) al objeto real representado en la imagen y generalizar esa palabra a otro ejemplar.