Experiencias docentes que tensionan el código disciplinar androcéntrico de la historia

MILAGROS ROCHA

Jornada; XV Jornadas Nacionales y el X Congreso Iberoamericano de Historia de las Mujeres y Estudios de Género; 2023

Hace varias décadas que la historia “desde abajo” permea, y cada vez con más fuerza, en la historia enseñada. Claramente esto trae otras formas de comprender la historia, con ribetes más complejos y plurales. La incorporación de este enfoque habla de un cambio en el código disciplinar de la historia (Cuesta Fernández, 1997, De Amézola, 2008, 2020, González, 2016, 2019), al desplazar, en buena hora, a esa historia de “los grandes hombres”. Los Diseños Curriculares (DC) de Historia y Ciencias Sociales de la Provincia de Buenos Aires (2006-2011) han logrado instalar una historia social. De esta manera han ingresado otras voces “desde abajo” (obreros, jornaleros, entre otros), pero, sin embargo, continúan protagonizando los sujetos varones en los contenidos seleccionados. En dichos documentos, las mujeres aparecen poco referenciadas, emergiendo de manera genérica en excepcionales fundamentaciones o en alguna que otra bibliografía citada.Bajo este encuadre, desde hace unos años, me vengo preguntando por las voces del pasado que traemos al presente en las clases de historia. Este interrogante, entre otros, han motorizado mis investigaciones, indagando en el Profesorado de Historia de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). A través del análisis de programas de materias optativas y obligatorias y las voces de docentes de la carrera, graduadxs y practicantes, observo ciertas transformaciones respecto al devenir androcéntrico del código disciplinar.