Sentidos políticos en disputa en un ballet folklórico para la nación Argentina (1990-2023)

SIGNORELLI, MARIANA

La Habana

Congreso; Coloquio Internacional de Musicología Casa de las Américas/III Simposio LAT CAR Grupo de Estudio ICTMD Música y Danza en Latinoamérica y el Caribe; 2024

Casa de las Américas e International Council Traditional Music and Dance

El Ballet Folklórico Nacional de Argentina se crea a partir de la Ley 23.329 sancionada el 3 de julio de 1986. La primera exhibición pública se realizó en el Teatro Colón de Buenos Aires con motivos celebratorios de la Independencia el 9 de julio de 1990. Sus impulsores y primeros directores fueron Santiago Ayala y Norma Viola, ambos de amplia trayectoria en la danza folklórica argentina (Guillén 2015; Fernández Latour de Botas, 2008). La conformación de esta compañía actualiza en los años 1990 las disputas de sentido en torno a la figura del gaucho y al criollismo como representación del imaginario nacional (Prieto, 1988; Casas, 2017; Adamovsky, 2019; Diaz, 2019). Estas tensiones identitarias atraviesan diferentes momentos históricos y observarlas en los cuerpos que danzan y en las músicas que suenan puede develar cómo dialogan las representaciones de dicho ballet oficial con el proyecto político neoliberal de apariencia popular (peronista) en la década de 1990 que se presentaba como reconciliador de antiguas dicotomías entre la justicia social y el mercado, entre favorecer la producción agropecuaria o el desarrollo industrial (Sindicaro, 2011). Este trabajo se enfoca en los comienzos del Ballet Folklórico Nacional y cómo a través de sus coreografías este ballet sostiene aquella intención reconciliatoria. Dicho análisis se basa en la descripción de coreografías disponibles en archivos audiovisuales, entrevistas a bailarines, en el rastreo en archivos hemerográficos, fichado de fuentes y búsqueda de bibliografía sobre la historia de la compañía. Las coreografías que Ayala y Viola crean para variedad de eventos patrios, festivales nacionales e internacionales, cursos que dictan y escenarios diversos en los que se presentan trascienden a sus creadores hasta la actualidad. En ellas se evidencia por un lado, cómo se construye la propuesta estética de la compañía (Citro, 2021) y cómo la circulación política de emociones (Ahmed, 2015) colabora en la construcción del sentimiento patriótico. Por otro lado, cómo a través coreografías con estructura dramatúrgica neoclásica (Franko, 2020) - dramatizaciones de leyendas y relatos míticos nacionales - el escenario se convierte en un espacio de disputa entre la identidad nacional y las identidades de género (Butler, 1998 [1988]; Foster, 1988; Franko y Vallejos, 2021). Por lo tanto, indagar en su historia nos sumerge en develar las políticas de representación (Franko, 2019) que los Estudios de danza proponen en torno a los vínculos entre danza y política (Vallejos, 2019).