BECAS
CHIMENTI MarÍa De Los Ángeles
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Qué se sabe acerca de cómo funciona el cerebro? Mitos y verdades
Autor/es:
VALERIA ABUSAMRA; MARÍA BELÉN SAAVEDRA; ANALÍA ARÉVALO; MONTSERRAT ARMELE; SYLVIA FRETES; LETICIA BLASI; ALDO FERRERES; MARÍA DE LOS ÁNGELES CHIMENTI; JULIANA TONANI
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; VI Encuentro de Investigadores en Desarrollo, Aprendizaje y Educación; 2021
Institución organizadora:
CIIPME-CONICET; FLACSO
Resumen:
Introducción y objetivos: Los neuromitos son creencias, comunes pero erróneas, sobre cómo funciona el cerebro. Se establecen como hipótesis sobre la estructura y el funcionamiento del cerebro que en muchos casos se fijan aun cuando no existen fundamentos teóricos que las sustenten. El objetivo de este trabajo fue indagar acerca de los mitos que circulan y están instalados con fuerza en países de Latinoamérica. Método: Se diseñó y aplicó una encuesta con 30 enunciados verdaderos y falsos entre los que se incluían neuromitos ya establecidos. Participaron 1800 informantes de Argentina, Paraguay y Uruguay, todos ellos con, al menos, estudios secundarios completos. Resultados: Se analizó el efecto de distintas variables sobre las respuestas de la encuesta. El rendimiento general se vio significativamente influenciado por el género: las mujeres se desempeñaron mejor que los hombres (F (1,1) = 5,13, ​​p & lt; 0,0237). Asimismo, hubo en efecto significativo del nivel de educación: rindieron mejor las personas con estudios de nivel superior (F (1,8) = 7.0591, p & lt; 0,0001). También se encontraron diferencias significativas entre participantes de distintos países (F (1,6) = 6,06, p & lt; 0.0001). La profesión también mostró un efecto significativo en la puntuación. Un aspecto interesante en relación con esta variable tiene que ver con la importante cantidad de educadores que participaron y con los resultados en lo que respecta al nivel de confianza de sus respuestas y los años de experiencia. Conclusiones: Los datos de esta investigación podrán colaborar en la generación de nuevas y mejores formas de comunicación científica que contribuyan a reducir la expansión de estas creencias erróneas. Esto puede implicar trasladar los hallazgos científicos a un público no especializado de una manera fácil de entender y precisa. Asimismo, en el ámbito de la escuela, puede implicar una forma de empezar a tender puentes entre las neurociencias y la educación.